Capítulo 21

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Trabajo riesgoso

Todo sería tan sencillo si no hubiera riesgos con el dinero fácil, ese que consigues con cualquier trabajo lleno de inseguridades donde expones la vida y corres el riesgo de ser asesinado simplemente por trabajar en el mundo bajo, aunque seas camello.

En los baños para cambiarse, depositó una bolsita con polvo sospechoso en un casillero donde ya se encontraba el pago, agarró el dinero y lo escondió en su brasier, terminando de abotonar la camisa del uniforme, se colocó el chaleco y avanzó hacia la salida tras cerrar su casillero propio tomando su bolso el cual colgó en su hombro izquierdo.

Decidida salió de la academia sin esperar a nadie, siempre siendo cuidadosa de no quedar en el rango de visión de Katherine. Desde la fiesta de invierno ha evitado cualquier contacto con ella en la academia donde ya se había regado el rumor del grupito raro que no era nada más ni nada menos donde integraban: Lizzie, Stefanía, Dylan y ella, Lorrainne, un rumor bastante desagradable a decir verdad.

Se han metido con alfas que son hijos de gente con gran poder solo para conseguir beneficios. Le dolía mucho porque Dylan se vió involucrado sabiendo que él pertenecía a una de esas familias poderosas ecónomicamente, también Stefanía que a pesar de ser becada ha logrado destacar muchísimo entre los demás casi al nivel de Amelia. Lizzie y ella se veían seriamente afectadas por provenir de barrios pobres en las cercanías de Barcelona.

- Pronto podrás irte, así que aguanta Lorrainne- se autoanimó palmeando suavemente sus mejillas con la ñema de sus dedos.

Estuvo frente a una ostentosa mansión con amplios rasgos modernos y un territorio bastante extenso demostrando la riqueza de la familia Sanderson. Pasó desapercibida cuando recibió la autorización del señor de la casa, con las manos sudando por los nervios y el corazón latiendo a mil por hora. Cientos de guardias se extendían a lo largo del territorio haciendo rotación cada 3 minutos para no dejar ningún punto ciego. Lorrainne tragó grueso al caminar sobre el camino decorado con piedras planas que llevaban hasta la entrada de la mansión.

Ahí fue recibida por la misma ama de llaves de siempre, una mujer beta que le miraba con superioridad solo por trabajar allí, como le arruinaba el humor esa mujer que parecía querer abrirle las piernas al señor de la mansión.

- Zorra, deberías dar media vuelta y regresar por donde viniste- ella sonrió orgullosa de sus palabras, Lorrainne puso los ojos en blanco y cruzó sus brazos-. El señor Sanderson no está aquí hoy, aparte que no necesita a otra concubina pobre y con mal olor.

Como de costumbre Lorrainne guardó silencio y le hizo señas silenciosas a uno de los sirvientes que allí se encontraba cada vez que iba. El hermoso joven omega se acercó, analizó a Lorraine y luego miró a la ama de llaves arqueando una de sus cejas bien cuidadas, exigiendo así una explicación silenciosa.

- Es un placer tenerla aquí, joven Hellsing- el chico fue amable como siempre e hizo a un lado a la ama de llaves-. ¿Viene a ver al señor Sanderson?

- Sí, sabe que debo entregarle personalmente los ingresos cada fin de semana- explicó Lorrainne brevemente sonriendo a ese chico-. ¿Se encuentra?

- Claro que no, él no está interesado en ver a una mujerzuela pobre.

El chica respiró hondo y pareció contar mentalmente para no faltarle el respeto a la mujer que daba la impresión de ser la jefa de esa zona.

- ¡Oh Dios! ¡Daniela! ¡¿Qué has hecho?!- exclamó el chico omega.

Era el mismo plan que siempre ejecutaban cuando la ama de llaves se ponía intensa, el chico llamaba a su compañera asustado y Daniela hacía un enorme error que el señor Sanderson ya conocía de antemano. Lorrainne aprovechaba que la mujer iba a regañar a la pobre chica y se escabullía hasta las escaleras secundarias que llevaban directamente a la oficina del señor Sanderson.

Parecía llegar en mal momento, a duras penas salían de la puerta unos ruidos que eran claros que una persona estaba molesta allá dentro, el fuerte olor agrio hizo que Lorrainne se mareara y cubriera su nariz. De allí salió Katherine hecha furia, la presencia se volvió intimidante para Lorrainne que soltó un hipido y retrocedió un par de pasos con las piernas temblando.

- ¿Lorrainne?

La presencia de ella fue suficiente para que Katherine dejase de emanar un olor agrio y tan fuerte que cualquier omega cercano se rendiría con facilidad a obedecerla. Confundida, Katherine observó al interior de la oficina exigiendo explicación de la presencia de Lorrainne en la mansión sin ser invitada por ella.

- Hellsing, puedes pasar.

Fue una orden para Lorrainne que seguía algo afectada por las feromonas que Katherine había liberado con anterioridad. Ella tomó del brazo a Lorrainne para evitar su acceso a esa oficina, había comprendido la situación y era totalmente consciente de que no se trataba algo sexual. El enojo regresó con fuerza y Katherine hizo su mejor esfuerzo por no descontrolarse ahí mismo y tomar a Lorrainne en pleno pasillo.

Ella no era así, ¿qué demonios le pasaba cuando estaba junto a Lorrainne? ¿Por qué su juicio se nublaba tanto?

- Katherine, hija, déjala, ¿no ves que ha quedado así gracias a ti?- pidió el señor Sanderson suavemente.

Soltó el brazo de Lorrainne como si le quemara de repente, ella le observó confundida y sumisa antes de pasar a la oficina sin decir nada. Katherine no se fue, quedó expectante en la puerta, observando cada movimiento de Lorrainne, ella sacó tres pacas de billetes de cien euros en adelante para dejarlos sobre el escritorio de Sanderson, Lorrainne no podía ver la tensión en la mandíbula de Katherine y la sonrisa victoriosa del señor Sanderson porque siempre mantuvo la mirada hacia el suelo.

La paca más pequeña -que aún así contenía bastante dinero- fue entregada a Lorrainne, lo guardó en silencio y se retiró, ese era el último día, ya había reunido el suficiente dinero para poder largarse del lugar, poder irse a otro país o ciudad y empezar desde cero, en un lugar donde nadie le conociera. Katherine volvió a tomar del brazo para llevársela, como buena omega Lorrainne permitió el trato y caminó junto a la chica que había tomado su pureza la noche de la fiesta.

- ¿Qué demonios haces aquí? ¿Por qué aceptaste trabajar para mi padre?- preguntó Katherine ya en la privacidad de su habitación.

Lorrainne permaneció callada observando los detalles de la enorme habitación, un juego de sillones frente a una pantalla plana de 56 pulgadas aproximadamente, una queen size en una esquina de la habitación junto al gran ventanal que daba vista al patio trasero, un par de mesas de apuestas, un escritorio artístico y otro para la elaboración de las tareas escolares, una computadora con seis monitores. Joder, de verdad que esa habitación fácilmente era del tamaño de su antigua casa.

Se giró para ver cara a cara a Katherine que seguía a la espera de una respuesta a sus preguntas. Sonrió débil y soltó parte de su olor para atraerla.

- No- esa negación parecía ser contra ella misma-. Lorrainne, contesta mis preguntas, después de eso podemos revolcarnos en la cama o en el sillón si así lo deseas.

Dios, sentía que tenía el poder en una alfa poderosa, hablaría, claro que sí, pero después de ver que tanto podía someter a Katherine con su olor.

Que divertido será esto.

Bajo La Misma SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora