II

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Hyejoo recordaba el día en que Chaewon terminó con ella con claridad. Fue un día soleado, pero la luz del sol no logró disipar la pesadez que sentía en el pecho.

La conversación entre Chaewon y ella resonaba en su mente.

- Hyejoo... - Chaewon había comenzado a hablar con una voz quebrada por el llanto - has sido una de las personas más importantes en mi vida desde el día en que nos hicimos novias, pero... - hizo una pausa mientras las lágrimas caían - quiero dejar de amarte. Estar contigo me lastima mucho.

Hyejoo permaneció en silencio, sintiendo un nudo en el estómago.

- No entiendo por qué no protegiste nuestra relación, Hyejoo. - continuó entre sollozos- Todo lo que pasó con tu amiga se podría haber evitado si tan solo... si tan solo yo fuera importante para ti. Siento que la preferiste a ella por encima de mí.

Con su corazón aplastado por la tristeza y confusión, Hyejoo no sé atrevió a mirarla a los ojos, ni a decirle nada.

Las palabras de Chaewon cortaron como un cuchillo en el corazón de Hyejoo. Escuchar a la persona que amaba decir que la relación los lastimaba era una herida profunda. A medida que Chaewon continuaba, Hyejoo sentía un nudo en el estómago y una sensación de náuseas.

Hyejoo escuchó cada palabra de Chaewon en silencio. No había lágrimas en sus ojos, pero su corazón se sentía aplastado por la tristeza y la confusión. Quería decir algo, quería explicar su punto de vista, pero las palabras se le atascaron en la garganta.

Después de esa conversación, Hyejoo tomó una decisión. Borro todo lo relacionado con Chaewon en su vida. Borró mensajes, fotos y cualquier recuerdo que pudiera recordarla.

A pesar de entender que había cometido errores en la relación, también sentía que Chaewon no la comprendía completamente. Hyejoo había intentado con todas sus fuerzas hacer feliz a Chaewon, pero algo se había roto irremediablemente entre ellas.

La ruptura había dejado a Hyejoo con una mezcla de dolor y confusión. A pesar de que había pasado tiempo, todavía sentía la falta de Chaewon en su vida. Sin embargo, no sabía si alguna vez tendrían la oportunidad de arreglar las cosas y si Chaewon podría entender lo que realmente había sucedido en su corazón.

Hyejoo observaba a Chaewon desde la distancia en la escuela. A pesar de la ruptura, Chaewon seguía siendo una chica sociable y alegre. Seguía irradiando esa energía positiva que la caracterizaba, incluso después de terminar su relación. A veces, Hyejoo se preguntaba si Chaewon sentía desprecio hacia ella por lo que había sucedido.

Cuando se cruzaban en los pasillos, Hyejoo bajaba la cabeza en un intento de evitar cualquier contacto visual incómodo. Sabía que había herido a Chaewon, y aunque deseaba que Chaewon encontrara la felicidad, incluso si no era con ella, no estaba segura de cómo Chaewon la veía ahora.

Hyejoo decidió seguir adelante con su vida. Rechazó a Jiwoo, quien había estado interesada en ella. A pesar de los sentimientos de Jiwoo, Hyejoo sabía que no era lo correcto.

Sin embargo, otra chica de otra clase comenzó a coquetear con Hyejoo. Se llamaba Yerim y era amable y comprensiva. Le confesó a Hyejoo que había estado interesada en ella desde hacía tiempo, pero nunca se acercó debido a que sabía que Hyejoo tenía una novia en ese momento.

Hyejoo compartió sus sentimientos con su amiga. Le dijo que Yerim le atraía, pero que se sentía confundida. Chaewon había sido la persona más importante en su vida durante el tiempo que estuvieron juntas, y aunque habían terminado, los sentimientos que tenía por Chaewon aún pesaban en su corazón. Era un dilema emocional que Hyejoo estaba tratando de comprender mientras avanzaba en una nueva etapa de su vida.

Compartió su primer beso con Yerim, pero en lugar de sentir una chispa de emoción, lo experimentó como un gesto vacío. Observó el sonrojo y la emoción en los ojos de Yerim y se sintió mal consigo misma. A pesar de que estaban pasando por esos momentos juntas, Hyejoo no podía evitar comparar la relación con Chaewon con la que tenía con Yerim.

Hyejoo siempre había tenido un carácter seco y serio, pero con Chaewon, había encontrado una suavidad que no conocía en sí misma. A Chaewon no le importaba llenarla de besos y abrazos en público, y eso era algo que Hyejoo había extrañado desde su ruptura. Con Yerim, las cosas eran diferentes. Aunque no eran oficialmente novias, su comportamiento pegajoso hacía que los demás las vieran de esa manera.

Cada vez que Yerim la abrazaba y la besaba, Hyejoo sentía cómo su cuerpo se tensaba. Solo respondía cuando Yerim se lo pedía, y eso hacía que se sintiera como una mala persona. Yerim estaba claramente interesada en ella, y Hyejoo no podía evitar pensar que no estaba correspondiendo adecuadamente a esos sentimientos.

A pesar de tener a Yerim a su lado, Hyejoo no podía evitar buscar con la mirada a Chaewon en los pasillos de la escuela. Hacía tiempo que Chaewon había dejado de salir durante los recesos, y Hyejoo supuso que era para evitar encontrarse con ella. Sin embargo, un día, mientras escaneaba la multitud, sus miradas se volvieron a cruzar.

Hyejoo quería creer que Chaewon simplemente miraba algo más allá de ella, pero cuando Chaewon desvió su mirada y la vió sonrojada, se dio cuenta de que no se había equivocado. Estaba claro que Chaewon todavía la afectaba, y esos sentimientos que había creído enterrados comenzaron a resurgir con fuerza.

Yerim, notando la distracción de Hyejoo, le preguntó con preocupación:

- ¿Me estás escuchando?"

Hyejoo, alterada por los nervios que le causó ese breve encuentro visual con Chaewon, respondió suavemente:

- Perdón, ¿puedes repetirlo?

Sabía que debía ser sincera con Yerim y detener cualquier sentimiento que pudiera crecer, antes de que se convirtiera en algo demasiado grande y complicado. Era un momento de confusión y decisiones difíciles para Hyejoo, quien se encontraba en una encrucijada emocional entre su pasado y su presente.

Aún no hay final [Hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora