IX

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Las conversaciones cortas de Hyejoo y Chaewon durante las prácticas de voleibol aumentaron. Aunque al principio ambas se sentían nerviosas y tímidas, con el tiempo comenzaron a sentirse más cómodas la una con la otra. Sus palabras eran simples, pero cargadas de significado, y sus sonrisas eran un indicio de lo que podría estar floreciendo nuevamente entre ellas.

En la escuela, también comenzaron a saludarse cada vez que se encontraban en los pasillos. Sus intercambios eran breves pero llenos de emoción contenida. Ambas estaban preocupadas por no saber si la otra compartía los mismos sentimientos o si todo era simplemente una ilusión.

Sin embargo, una tarde, todo cambió. Después de las prácticas, Hyejoo decidió esperar a Chaewon, algo que no había hecho antes. Cuando Chaewon finalmente salió del vestuario, se sorprendió al ver a Hyejoo esperándola allí. El corazón de ambas latía rápidamente mientras se miraban, y por un momento, ninguna de las dos sabía qué decir.

Su intención no era tener una conversación seria en ese momento. En cambio, quería acompañar a Chaewon camino a casa y disfrutar de un tiempo juntas.

La sorpresa en su rostro se transformó rápidamente en una sonrisa cálida y genuina. Ambas comenzaron a caminar juntas por la ruta que las llevaría a sus hogares.

El ambiente se llenó de risas y sonrojos mientras recordaban momentos especiales de su relación anterior. Hablaron de los primeros días cuando se conocieron, de las citas secretas y los gestos cariñosos que compartieron. Incluso las pequeñas peleas y los momentos de celos se convirtieron en anécdotas cómicas cuando las recordaron juntas.

A medida que avanzaban, se dieron cuenta de cuánto habían extrañado esta conexión. La conversación fluyó de manera natural, como si el tiempo no hubiera pasado entre ellas. Los recuerdos reavivaron viejas emociones, y ambas se dieron cuenta de cuánto significaban una para la otra.

Cuando llegó el momento de tomar diferentes caminos hacia sus respectivas casas, Chaewon detuvo sus pasos y miró a Hyejoo con cariño en los ojos.

- Hyejoo, - comenzó con sinceridad - te extrañé.

Hyejoo la miró directamente, sus ojos reflejando la misma emoción.

- Yo también te extrañé. - le respondió con calidez en su voz.

Ambas compartieron una sonrisa cómplice, reconociendo el vínculo especial que habían compartido y que aún existía entre ellas.

Hyejoo siguió esperando a Chaewon después de cada práctica, y pronto se convirtió en una rutina que ambas disfrutaban. Caminaban juntas de regreso a casa, compartiendo conversaciones y risas, y recordando momentos especiales que habían compartido. Aunque aún no habían hablado abiertamente sobre sus sentimientos, la conexión entre ellas era innegable.

Sin embargo, las amigas de Chaewon comenzaron a notar el cambio en su actitud. Su amiga Hyunjin finalmente decidió confrontarla un día después de las prácticas.

- Chaewon, no puedes mentir más, te vimos. - dijo Hyunjin con un tono de reproche en su voz.

Las amigas de Chaewon habían notado cómo la emoción había regresado a su personalidad, una emoción que recordaba a los días en que comenzó a salir con Hyejoo.

Chaewon, avergonzada, trató de encontrar las palabras adecuadas.

- Chicas... - comenzó, sin saber cómo continuar.

Heejin, otra de sus amigas, intervino.

- Escucha. - dijo con seriedad - Entendemos si sigues enamorada de ella, pero tienes que saber que te vimos llorar por su culpa. No queremos que eso vuelva a pasar.

El pensamiento de las palabras de Heejin persiguió a Chaewon durante todo el día.

El miedo que atenazaba a Chaewon era abrumador, una mezcla de temores y emociones que la mantenían atrapada en un dilema emocional. Había pasado por un torbellino de sentimientos desde que Hyejoo volvió a su vida.

Uno de sus mayores miedos era el de no poder volver a confiar en Hyejoo. Habían compartido una relación que comenzó con amor y pasión, pero que se había desmoronado debido a los celos y la falta de comunicación. Chaewon había sentido que la confianza se rompió en pedazos durante su relación anterior, y le aterraba la idea de que si se entregaba nuevamente a Hyejoo, pudiera ser herida de la misma manera. Había construido muros emocionales como una defensa, temiendo que si los derribaba, sus vulnerabilidades la dejarían expuesta a más dolor.

Por otro lado, también tenía miedo de que Hyejoo la lastimara nuevamente. Recordaba los momentos de pelea, los malentendidos y las heridas emocionales que ambos habían infligido durante su relación anterior. El dolor que había experimentado en ese tiempo era tan intenso que no quería volver a sentirlo. Chaewon temía que, incluso si Hyejoo decía que había cambiado, pudiera repetir patrones del pasado y herirla una vez más.

Además, estaba el temor de que su amor por Hyejoo fuera demasiado profundo para ser controlado. Cada vez que la veía, sentía cómo su corazón latía más rápido, y cómo sus emociones despertaban con fuerza. Temía que si volvían a estar juntas, podría perder el control de sus sentimientos y quedarse atrapada en una relación que, aunque apasionada, había demostrado ser tumultuosa en el pasado.

Las amigas de Chaewon, preocupadas por su bienestar emocional, no dejaban de darle consejos para evitar que siguiera enamorada de Hyejoo. Le decían que se alejara, que mirara hacia adelante y que dejara atrás el pasado. Pero por más que intentara escuchar sus consejos, Chaewon sabía en su corazón que no podría seguirlos.

Su parte favorita del día era, sin lugar a dudas, cuando Hyejoo la esperaba después de las prácticas y podían compartir ese pequeño tiempo juntas, solas en su propio mundo. En esos momentos, Chaewon olvidaba todo lo que había sucedido en el pasado, todos los temores y dudas se desvanecían, y solo quedaba la calidez de la amistad y la conexión compartida entre ambas.

Hyejoo se había convertido en ese refugio seguro al que Chaewon siempre quería regresar. A pesar de los consejos de sus amigas y de las advertencias sobre los riesgos de enamorarse de nuevo, Chaewon no podía evitar sentirse atraída por la dulzura de Hyejoo y por la posibilidad de que las cosas fueran diferentes esta vez.

Así que, a pesar de todos los consejos y advertencias, Chaewon seguía permitiéndose estar cerca de Hyejoo, compartiendo risas, secretos y recuerdos de su tiempo juntas. Era un desafío que estaba dispuesta a enfrentar, porque en el fondo, no quería perder a la persona que una vez había sido tan importante en su vida.

Aún no hay final [Hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora