VIII

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El torneo intercolegial había sido una montaña rusa de emociones. Las chicas dieron lo mejor de sí en la cancha, luchando punto a punto en cada set. Sin embargo, al final, no lograron la victoria y perdieron en las semifinales. El cansancio y la frustración se reflejaban en los rostros de las jugadoras cuando se reunieron en el centro de la cancha para felicitarse mutuamente y agradecer a los seguidores por su apoyo.

Las lágrimas amenazaban con escapar de los ojos de Chaewon mientras observaba a su equipo desanimado. Sabía cuánto habían trabajado juntas para llegar tan lejos en el torneo. Tragó su tristeza y se mantuvo erguida, tratando de darles ánimos a sus amigas.

Una vez que se despidieron de sus rivales y volvieron a las gradas, Chaewon se sintió abrumada por la derrota. No pudo evitar que las lágrimas llenaran sus ojos, pero las mantuvo a raya. Hyejoo, quien estaba a su lado, notó su lucha interna.

- Hey... - la voz de Hyejoo fue un suave susurro, y su mano tocó delicadamente el hombro de Chaewon.

Chaewon volteó hacia Hyejoo, sus ojos brillantes por las lágrimas que amenazaban con caer. Hyejoo le dedicó una sonrisa comprensiva y alentadora.

- Está bien... no te preocupes... - murmuró Hyejoo mientras envolvía a Chaewon en un cálido abrazo.

Chaewon finalmente se dejó llevar por la emoción y soltó sus lágrimas, aferrándose a Hyejoo como si fuera un salvavidas en medio de un mar de tristeza. Su voz temblorosa se mezcló con sus sollozos.

- Era mi última oportunidad... - admitió entre lágrimas, sintiendo cómo la derrota pesaba en su corazón.

Hyejoo apretó aún más el abrazo, consolando a Chaewon en silencio. Ambas compartieron ese momento de vulnerabilidad y apoyo mutuo en medio de la derrota, recordando cuánto significaban la una para la otra.

Chaewon sintió la calidez de los brazos de Hyejoo a su alrededor y la cercanía de su cuerpo, y fue como si el tiempo se detuviera por un instante. El simple contacto físico con Hyejoo hizo que su corazón latiera desbocado, recordándole cuánto había extrañado ese abrazo y lo bien que se sentía estar en los brazos de la persona que una vez había amado con todo su ser.

Hyejoo notó la risa irónica de Chaewon y suspiró suavemente. Ella entendía la ironía de la situación, sabía que la vida les había jugado algunas malas pasadas, pero aún así, no podía evitar sentir un atisbo de esperanza.

- Sabes que pronto me iré... - murmuró Chaewon, su voz un susurro contra el hombro de Hyejoo mientras mantenía el abrazo. Había una nota de melancolía en sus palabras, como si estuviera recordando todos los momentos compartidos y los que nunca llegarían.

Hyejoo se separó un poco para mirar a Chaewon directamente a los ojos. La determinación brillaba en sus ojos oscuros mientras preguntaba: - ¿Vendrás a verme el próximo año, verdad?

Chaewon se sorprendió por la pregunta directa de Hyejoo, pero no pudo apartar la mirada de sus ojos. La intensidad de la mirada de Hyejoo le hizo sentir que, tal vez, había una oportunidad para arreglar las cosas entre ellas.

- Si... sabes que vendré. - Chaewon respondió finalmente, con una sonrisa tenue. No podía resistirse a la determinación y el deseo de Hyejoo de hacer las cosas bien.

Hyejoo asintió con gratitud y, sin decir una palabra más, ambas se quedaron en ese abrazo, compartiendo silenciosamente sus sentimientos y la promesa de un reencuentro en el futuro. Sabían que no sería fácil, pero estaban dispuestas a intentarlo y a luchar por lo que una vez tuvieron. El tiempo y la distancia podrían haberlas separado, pero su amor aún estaba allí, latente y dispuesto a renacer.

Aún no hay final [Hyewon]Where stories live. Discover now