DE ROOMIES ENEMIGOS A NOVIOS || YOONSEOK

-08-

Una vez en casa, Hoseok, corrió a meterse entre las sábanas de su suave y calentita cama.

Minutos después lo que sus ojos vieron lo dejaron atónito. Debía haberse vuelto loco, ¿Yoongi entrando con un té y un suéter?

— Hice esto para que lo tomes y mantengas tu cuerpo caliente — puso la tasa de té en la mesita de noche— este suéter, es mío, pero puedes usarlo para sentirte más caliente también.

Hoseok tomó el suéter que Yoongi le estaba ofreciendo y opto por quitarse el que traía y ponerse el de su roomie.

— Te queda enorme — comenzó a reír.

— Ya sabía que esto era muy bonito para ser real — hizo el amago de quitárselo, pero Yoongi lo detuvo.

— No, quedatelo, es que te vez lindo así.  El verde te queda muy bien.

— Es mi color favorito.

— ¿De verdad?, no lo sabía.

— Como lo vas a saber, nunca me permitiste presentarme bien.

Yoongi ahora comenzaba a sentirse mal. En verdad él nunca le dio la oportunidad a Hoseok de presentarse y él nunca tuvo la intensión de presentarse tampoco. Sabían sus nombres y que estudiaban en la misma universidad, pero hasta ahí. Solo se la habían pasado haciéndose bromas y peleando todo el tiempo.

— Iré por el termómetro para medir tu temperatura y unos medicamentos.

Hoseok observo como Yoongi salía de su habitación. ¿El de verdad estaba mostrando preocupación o solo lo quería sano para volver a moleatarlo?

                                (♡)

La noche cayó rápidamente. Hoseok se encontraba tranquilamente dormido. Así que Yoongi aprovecho para entrar y revisar que todo estuviera bien.

Se acercó a Hoseok y coloco su mano sobre su frente, no tenía temperatura. Reviso que estuviera bien abrigado, pero se dio cuenta de algo, un guante estaba a punto de abandonar la mano de Hoseok. Así que delicadamente la tomó sobre la suya, para volverselo a poner. Cuando toco la delicada mano de su roomie, estaba fría, así que la envolvió entre sus dos manos dándole calor. La mano de Hoseok era linda, delicada y estética. Sus dedos perfectamente derechos y alineados, sus uñas bien cuidadas. Si existiera una mano perfecta, definitivamente sería la de Jung Hoseok, pensó en esos momentos.

Sus ojos dejaron de observar la tan llamativa mano de su enemigo y viajaron hasta su rostro. Hoseok se veía tan relajado, sus pestañas caían de forma bonita, sus labios levemente abiertos y sus bonitas mejillas permanecían abultadas como siempre.

Hoseok era demasiado lindo, entonces Yoongi comenzó a preguntarse, ¿Por qué siempre le había recalcado que era feo, cuando en realidad era todo lo contrario?

Coloco el guante de nuevo en la mano de Hoseok y se acercó a él. Acomodo los mechones de cabello que caían por su frente. Su cabello era tan suave suave como una pluma. Pasó sus dedos por sus mejillas, las piel de Hoseok de igual manera era tan suave y bien cuidada. Después de acariciar casi todo su rostro, acaricio sus labios. Yoongi no entendía el porqué, pero desde que lo comenzó a observar, sintió la necesidad de acariciarlos y así lo estaba haciendo. Eran suaves y rosaditos. Había visto a Hoseok sonreír cientos de veces, su sonrisa formaba un lindo corazón y cuando comía sus hoyuelos se marcaban demasiado.

Si los labios de Hoseok se sentían suaves bajo sus llemas, ¿se sentirían igual de suaves sobre sus labios?, la idea lo comenzó atormentar, quería besar a Hoseok.

Poco a poco comenzó acercarse más a él, pero justo cuando sus labios estaban por tocarse, una voz lo sacó de su burbuja. Se levantó rápidamente y se se quedó a un lado de la cama.