Después de veinte minutos de un llanto doloroso donde un omega estaba perdido en sus pensamientos, Fort levantó a Peat del piso y lo llevó a la cama para que estuviera más cómodo, el alfa estaba enojado pero no con su omega, estaba enojado por el cruel destino y los malos tratos que tuvo que pasar el castaño por algo que el no decidió, por algo que a él le dolía que le recordaran.
—Cariño llamaré al servicio para que te traigan un té, estás temblando— el alfa lo abrazó por un instante e hizo el amago de soltarlo para tomar el teléfono cuando sintió una mano aferrarse a su camisa.
—N..no me...sueltes—un espasmo sacudió el cuerpo del omega y Fort no dudó en atraerlo a sus brazos en señal de protección, besó la cabeza del castaño y siguió descendiendo acariciando con la nariz el rostro de Peat, besó sus párpados un poco hinchados por el llanto, bajo un poco más y beso la pequeña nariz enrojecida del omega, subió sus manos y acarició con sus manos todo el rostro de su omega, detalló cada parte que lo conformaba, cada pestaña, cada línea, cada lunar.
—Eres hermoso mi amor, el omega más hermoso de este mundo, tengo mucha suerte de que seas mi omega y yo ser tu alfa— Peat negó lentamente.
—No sirvo...— dijo en un murmullo con la voz ronca.
—Me haces feliz con solo verte, me llenas de calidez el corazón como nunca antes había sentido, el que estes a mi lado es suficiente para mi.— una lagrima silenciosa se deslizó por la mejilla del castaño al escuchar a su alfa.
—¿no vas a dejarme?— Peat se atrevió a mirar al pelinegro a los ojos— por favor nunca vayas a dejarme.
—Jamás mi amor, ¿que tengo que hacer para que entiendas que eres mi todo?—el omega negó y entrelazo sus brazos detrás del cuello de Fort, acercó su nariz en la unión del hombro y el cuello del alfa para poder oler su delicioso aroma, aspiro un poco y dejo salir el aire en un gran suspiro embriagado por la esencia, Fort sintió como su piel de esa zona se erizó al sentir el cálido aliento de su omega— déjame adorarte— Peat asintió y sintió los cálidos labios del pelinegro sobre los suyos besándolos y acariciandolos con delicadeza, como si fueran hechos de papel y no quisiera dañarlos, las manos del alfa dejaron de estar en sus hombros y fueron directo al cuello y cabeza de su omega, lo atrajo más hacia si para poder sentir con más profundidad esos deliciosos belfos, acarició su cuello y despeinó delicadamente su cabello debido a que sus manos no querían estar quietas, querían tocar todo el cuerpo de ese lindo castaño para asegurarse de que estaba Justo ahí con el y no era una creación de su imaginación, detuvo el beso solo para poder admirarlo, ojos gatunos con una nariz pequeña y unas abultadas y sonrojadas mejillas, bajó un poco más la mirada y pudo ver esos gruesos labios con un carmesí intenso debido a sus propios labios que solo un instante antes los había besando.
—Eres...tan guapo— el omega parecía hipnotizado por el ambiente que sin pensarlo dejó salir esas tres palabras, sin duda nadie era más guapo que el alfa frente a él, Fort sonrió y volvió a besarlo con cariño, besó sus mejillas, sus ojos, cada rastro de sus facciones las amó, descendió por el cuello del castaño con un camino de pequeños besos, se detuvo en la unión del hombro y el cuello, ahí donde el olor tan característico del omega era más fuerte , con su mano movió la polera para poder dejar al descubierto su piel en esa zona y lamió su piel, dejando amor en unas cicatrices donde había odio y dolor, donde había marcas que lastimaban al omega de dolorosos recuerdos.
—voy a amarte tanto que nunca más sabrás lo que es el dolor— sin esperar respuesta guió al omega con su cuerpo hasta quedar sobre el castaño y ahí en silencio mirándose a los ojos su lobo y el lobo de Peat se hicieron una promesa silenciosa, una promesa en la que sus almas estarían juntas en esta y en todas sus vidas porque se pertenecían, así como Peat le pertenecía a Fort, Fort también le pertenecía a Peat. Con gran delicadeza el pelinegro sacó la polera del cuerpo del omega, acarició su pecho, su abdomen y beso cada centímetro de piel hasta dejar toda la zona erizada, fue quitando la ropa de ambos con cada caricia y con cada palabra de amor que tenía para su omega, cuando el sol descendía y hacía un atardecer hermoso con colores naranjas ambos cuerpos se tocaban piel con piel, se acariciaban con todo su ser, el castaño jamás se había sentido tan amado y tan adorado, se sentía hermoso, delicado, se sentía amado, la lengua de su alfa se volvió a deslizar en la unión de su hombro y su cuello y después de un te amo por parte de Fort sintió una mordida en la zona donde estaban todas aquellas cicatrices pero en esta ocasión no sintió aquel dolor que sintió antes, ardió un poco pero su lobo saltaba gustoso y su interior se contrajo de placer y felicidad, al fin estaba unido a su alfa, en su interior pudo sentir a Fort, lo sentía, estaba feliz, su alfa también estaba feliz de unirse a él. Sus ojos se llenaron de lágrimas, esta vez de felicidad, para los alfas y omegas no había mayor prueba de amor que una marca de unión, no solo te unías a tu amado en cuerpo, sus almas se mezclaban y lo que una vez fue una alma incompleta ahora eran una sola, porque eran dos personas con el mismo amor, con la misma felicidad y con el mismo miedo, ambos sentían miedo de perderse pero lo que ellos no sabían es que una vez que los lobos se hacían una promesa no había nada que la rompiera, ni siquiera cien vidas podían romper un pacto de amor por dos lobos que se pertenecían.
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Me emocione tanto con esta parte, no saben las ganas que tenia de que Fort y peat por fin se unieran 💕
De verdad espero que les haya gustado este capítulo, me esforcé mucho para que quedara lindo y espero lo haya logrado 🥲
Importante ‼️
Terminado esta adaptación quiero escribir una historia omegaverse de Tutor y Yim, les gusta la idea?
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