La voz del otro lado de la puerta llamó mi atención, pensé que se había ido hace tiempo ya, pero la mujer seguía ahí, había esperado que dejara de llorar.
—No...-susurre.—No si no me abres la puerta...
—Si no me atacas de Nuevo...-susurro.—Lo haré.
—Está bien...
—Usa la cabeza Mary Jane, tu hija está aquí y no vas a querer asustarla ¿verdad? Abriré la puerta...
Mi cara estaba hecha un desastre mientras me levantaba del suelo, al abrir la puerta me la encontré sin máscara, claramente quería hablar, no tenía el rostro apenado, simplemente tenía su expresión típica de aburrimiento.
—Yo...
—Mira Hardy...-dije tranquilamente limpiándome las lágrimas, no quería ser su payaso ahora.—Dejémoslo así...—Ella me miró confundida.—Salvemos a Peter, y dejémoslo así... ya eso pasó, no puede cambiarse y yo; no quiero hablar de eso...
—Creo que...
—Es tarde...-dije:—Necesito dormir mañana trabajo, así que deberías irte...
Pero dormir era una palabra muy pesada en este momento; las pesadillas no me dejaban dormir; de solo ver a Peter haciéndole el amor a esa mujer que no soy yo; me carcomía el alma por dentro. La imagen era tan vivida que me daba náuseas.
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Que no podía más que sentarme al despertarme con la respiración agitada; quedando despierta el par de horas que me faltaba para ir a trabajar a un lado de mi hija que parecía que nada le perturbaba su sueño.
Acaricié su rostro con cariño. Antes de levantarme hacer el desayuno, mientras maldecía por dentro a Feliciana Hardy; deseando poder lanzarla frente a un tren.
—¿Negro? Como siempre...-pregunte a Luke mientras me acercaba a la barra, estaba acompañando a Jessica esa mañana.
El sonrió.
—Por un momento pensé que me estabas insultando M.J.-dijo, haciéndome reír de los nervios.—¿Te dijo Jessica que fuimos hacernos una...
—¿Fuimos?-pregunto riéndose la peli negra a su lado.
—Si, fuimos.-dijo ignorándola.—Un eco, la bebe esta perfecta.-saco el papel que tenía en su bolsillo, guardado como si fuera un gran tesoro para el, para mostrármelo.
Seamos sinceros, no se veía bien, estás ecografías las entienden solo los doctores pero si me decían que estaba todo bien, iba a creerlo.
—Que emoción.-dije regresándole las fotos al padre.
—¿Que harás esta tarde M.J?-pregunto Jessica intentando cambiar el tema, por que claramente estaba aburrida.
—Hoy es Miércoles Jessica, tengo la tarde libre así que haré lo que hago siempre los miércoles...
—¿Salir a beber?-pregunto Luke, haciendo que Jessica le diera un codazo.
—No ya no más Luke.-dije seriamente.—eso es los lunes...
Luke y yo reímos por la broma.
—No seas payasa M.J.-me regaño Jessica, poniendo su cara seria.—¿Que harás?
—Mayday, Normie y yo tenemos una cita en el parque con su niñera para pasar la tarde, si te gustaría venir estás invita...
—¡No Gracias! No quiero saber nada de pañalespor ahora.—respondió rápidamente Jessica.
Luke nos miraba divertido mientras hablábamos, pero como siempre tuve que ir atender las mesas.
El pequeño Normie tenía 4 años. Era un niño muy curioso, aprovechaba cada momento para preguntarme cosas de su padre, y yo le respondía feliz, al ver sus ojitos tiernos iguales a los de Harry. Lo que no sabía decirle o me dejaba sin palabras era el tema de su madre.
Primero entendí que Liz enloqueciera con la muerte de Harry, vamos, yo quedaría peor si me pasara lo mismo, con un bebé tan pequeño... pero después, cuando supe por primera vez que Mayday crecía dentro de mi...
No concebía la idea de tenerla separada de mi ni por un segundo, en pocas palabras, no entendía por que... Liz había abandonado a Normie de esa forma, es más, había abandonado a todos. Lo bueno es que sus padres se hicieron cargo de Normie, manteniéndolo lejos de las garras de Osborn.
Acaricié la cabeza del Niño mientras mirábamos el estanque, el sonrió.
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Si hubiera tenido la oportunidad de llevármelo a casa, de adoptarlo si quiera, no lo hubiera pensado, pero sus abuelos estuvieron siempre ahí, y jamás he abandonado la esperanza de que Liz entrara en razón y regresará.
El Niño corría rodeando a Mayday en el parque mientras que su joven niñera cantaba y aplaudía, Mayday reía contenta de tenerlo cerca, no pude evitar sonreír yo también.
Lanzándome en la grama para jugar con ambos, hasta que ambos cayeron cansados de tanto reír, el pequeño Normie de apoyo a mi hombro con cariño, en todo este tiempo solo he podido verlo una vez a la semana.
Realmente, no he tenido más vida que Mayday, por que así lo decidí, dentro de mi no estaba preparada para regresar a estudiar, o si quiera tener citas con hombres que si, a veces me invitan a salir pero... mi corazón no estaba abierto para eso.
