--¿Hace mucho frío afuera?-preguntó cuándo entre a la habitación.
Tenía en manos una bolsa de chocolates que comía lentamente.
--Ni te imaginas... Creo que va a nevar en cualquier momento.-el medio sonrió.
--¿Hoy vas a casa de Harry verdad?-preguntó, me senté a su lado después de dejar mi bolso sobre la mesa.
--Si, pero es a las seis, falta mucho aún.-dije.
--No quiero que llegues tarde.-dijo.
--No llegare tarde, no te preocupes. Hazme un espacio ahí.-comenzó a moverse a un lado para poder acostarme a su lado en la camilla.
--¿Qué estás viendo?-pregunté mirando la televisión.
--Chicago Fire.-dijo.--¿Te gustaría que fuera bombero?
Me levante un poco apoyada sobre mi hombro y lo mire enojada.
--¿Crees que volveré a dejar que seas el héroe de nuevo?-dije.--Jamás, no volverás a pasar por esto.
--No peleemos por favor...-susurro.--No quiero pelear.
--Yo tampoco, solo.... No digas tonterías.
El suspiro y me esquivo la mirada.
--Oye.-dije llamando su atención.--Te amo bobo.
Sonrió como niño.
--Yo te amo más, mucho mucho más.
--Pues no parece, ya, ya.-dije al ver cómo me miraba.--Esta bien paro.
Abrace levemente su torso y apoye mi cabeza en su hombro. Eran apenas las dos, y no quería abandonarlo.
Sería muy triste dejarlo para ir a la cena, solo, como si nadie lo quisiera.
Sentí como acariciaba mi brazo, apretado con el de él encima.
¿Cómo no adorarlo? Si era como tener un osito.
Tristemente. Se hizo la hora de la cena, y tuve que dejarlo en esa cama, viendo televisión solo, casi no pude despegarme de el, y después de unos treinta besos y varios lo siento me echó para que no llegará tarde.
Llegue a la casa de Harry después de tomar varios autobuses y caminar un poco. Para mí mala suerte ya estaban ahí.
Mi madre, mi tía, la tía May, y Peter.
--El tráfico.-me justifique.--Epale Harry.-dije al verlo.
El sonrió, pero no parecía del todo feliz, me acerqué a él.
--¿Dónde está tu padre?-pregunté.
--En el bar...
--¿Qué fue lo que pasó?-pregunté.
--No le cayó muy bien Liz.-dijo el, frustrado.
-¿Cómo? Si Liz es adorable.
--Creo que por eso.-suspiro.--Mi papá está loco.
--¡Es hora de la cena!-dijo su papá saliendo por una puerta grande de madera, con una botella de whisky en la mano.
Parecía al ebrio, pero se reía como loco. Pude notar que mi mama estaba decepcionada, y me dolió, por qué ella tenía esa mirada hace unos años atrás, cuando mi padre bebía y gritaba.
No quería que mi mama pasara por eso de nuevo, entramos al comedor con una gran mesa de mármol que brillaba, estaba toda decorada con flores, y adornos, además de los platos y los cubiertos y vasos. La comida se veía deliciosa, y no podía esperar a comer por qué tenía mucha hambre.
Me senté entre Peter y Harry, el último parecía que aún estaba molesto. Mire a Peter buscando ayuda.
Después de decir gracias, comenzamos a comer y los adultos parecían interesados en su conversación más que en la nuestra.
--¿Y Liz cómo reaccionó?-pregunté a Harry llamando su atención.
--Ella solo... Esta triste. No sé por qué me deje convencer de esto. ¿Sabes? Ella creía que yo no le presentaba a mi papá por qué yo no lo veía de manera seria si no como un juego, y Liz no es un maldito juego... No quería presentársela por qué sé cómo es el, lo sé.
--No te preocupes.-dije colocando mi mano en su brazo.--Liz te quiere y esta tontería no los separara, lo sé.
--Ojalá tengas razón.-dijo Harry.--¿Cómo va tu cabeza? ¿Ya te quitaron los puntos?
--Si... Aún me duele un poco cuando toco pero no me interesa mucho.
--No te interesa nada que tenga que ver contigo M.J-dijo Peter.
--Es verdad, eres capaz de sufrir pero no de ver a otros sufrir o en peligro ¿cómo lo haces?
--Es que solo no me duele... Mis amigos y las persona que quiero si me duelen.-dije.
--Ay si, ay sí, que tierna.-dijo Harry irónicamente.--Di la verdad, tienes superpoderes y por eso no te duele.
--Ojalá.-dije riendo.
