FILO+SOPHÍA IX: La Duda Cartesiana ???

23 2 0
                                    


RENÉ DESCARTES revoluciona la Filosofía Moderna a la manera ARISTOTÈLICA en la Antigüedad con aquellas preguntas que tras más de 2000 años de Filosofía aún hoy siguen sin responder. Resucita así a los PERIPATÉTICOS, los filósofos que caminaban mientras filosofaban y se hacían preguntas. Pero insertando lo que hasta la modernidad no se había conocido, quizás resucitando a Sócrates y la MAYÈUTICA O SU HIJA LA DIALÈCTICA, que se debe a KANT rescatando a Horacio y su Sapere Aude. Descartes inserta la Filosofía LA DUDA, hay que dudar de todo lo que damos por sabido, poner la realidad en duda, se descubrirá a la postre que es la mejor manera de filosofar. Kant insertará LA CRÍTICA, pero se tomará tan radical por sus predecesores que matarán a Dios (Nietzsche), al Hombre (Foucault) y a la misma Filosofía (Marx y Dortovesky). Vivimos en un mundo raro, complicado; pero por eso no podemos caer en la desidia, el pesimismo, o llegar a adoptar filosofías nihilistas que nos lleven al fin. Necesitamos gente implicada en las cosas, que sean críticos con lo que les rodea, pero sin llegar a ser radicales con esa crítica o duda.

RENÉ DESCARTES nació en Francia, vivió en Holanda y murió en Suecia, se le considera el Padre de la Filosofía Moderna. Mantiene una línea desde Aristóteles y Platón, pasando por San Agustín y Santo Tomas en la Edad Media, hasta la Modernidad dejando en herencia su nueva concepción de la filosofía a través de la duda metódica, dejando la filosofía en manos del empirismo y la escuela alemana, hasta lo que conocemos como contemporaneidad. Descartes dirá que certezas podemos tener de las cosas, si puedo dudar de todo, entonces lo único que puedo estar seguro es de mi duda, o de Dios que sostiene todo el argumento cartesiano. El Demonio de Descartes, se considera a un ser que descartes pensaba que lo engañaba para que no pudiera conocer la realidad, cosa que después seria vital para la construcción de su filosofía, como la de Kant, Hegel, Nietzsche. Si dudo, si pienso, entonces existo; el hecho de pensar es un atributo de nuestra existencia. Las cosas existen porque nosotros le damos sentidos, aunque muchas no dependen de nosotros como el amor.

COGITO ERGO SUM, es decir, "pienso, luego existo", es una de las frases más famosas del filósofo francés René Descartes, la cual aparece reflejada en su obra Discurso del método (1637). Con ello, el cogito cartesiano se convierte en el primer principio, porque no puedo dudar de lo que estoy pensando, para pensarlo, tengo que existir. Solo sé que soy, sugiere Descartes, pero aún no sé qué cosa soy. Esta sentencia se ha convertido en una de las más famosas de la historia del pensamiento y viene a representar el inicio del racionalismo moderno.

En cierto modo, trata de hacer de la filosofía una ciencia organizada, filosofía analítica, que vaya de "lo simple a lo complejo". En este sentido, la reflexión filosófica podría ser algo parecido a una demostración matemática. Para ello estableció cuatro reglas: La claridad y la evidencia, La división o análisis, La síntesis, La enumeración o revisión. Para Descartes, debía existir una "certeza absoluta", es decir, aquella tan evidente que no cabe la posibilidad de dudar, bajo ningún concepto. Todas las certezas son sometidas a la duda metódica. Descartes no puede afirmar o negar; para salir de esta condición perpleja es necesario caminar por el rumbo que él trazó y seguir hasta encontrar algo cierto.

El francés ha descubierto su "punto firme e inmóvil", la cuestión ahora está en cómo comenzar la construcción de su edificio del conocimiento. Antes que nada, él debe saber en qué consiste ese yo que hasta el momento conoce como pensamiento. La verdad primera asegura la existencia, pero también aporta conocimiento sobre quién es el pensador. Pese a que la duda ha devastado todo, es posible afirmar que él es una sustancia pensante, éste es el punto de partida para la investigación de quién soy yo. Así el meditador dirigirá la mirada a sus antiguas creencias, y siguiendo su propio método removerá de su espíritu aquellas cosas que despierten la más mínima sospecha, para quedarse con lo cierto e incuestionable.

Descartes se sabe cómo una res cogitans (sustancia pensante), el resultado de una investigación epistemológica es una afirmación metafísica. En este realismo se aceptaba la evidencia primaria que los sentidos otorgan al hombre, la existencia del mundo físico no se prueba, porque su inmediatez es indemostrable. Evitar los escepticismos y relativismos es tarea de la filosofía actual, un buen comienzo es dejar la cándida y cómoda lectura que tradicionalmente se ha hecho de Descartes.

Descartes en "El mundo de Sofía"
No podemos fiarnos de lo que dicen los viejos libros. Ni siquiera podemos fiarnos de lo que nos dicen nuestros sentidos. No es ninguna exageración decir que fue Descartes quien fundó la filosofía de los tiempos modernos. Tras el entusiasta redescubrimiento del renacimiento del ser humano y de la naturaleza, surgió de nuevo una necesidad de recoger las ideas de la época en un sistema filosófico consistente. Él puso la primera piedra de lo que sería el proyecto más importante de la filosofía de las generaciones siguientes. Ante todo, le interesaba averiguar lo que podemos saber, es decir, aclarar la cuestión de la certeza de nuestro conocimiento. La otra gran cuestión que le preocupó fue la relación entre el alma y el cuerpo. Estos dos planteamientos caracterizarían el debate filosófico durante los siguientes ciento cincuenta años.


Café Filosófico Onde histórias criam vida. Descubra agora