El cuartito del fondo

¡Afuera! (Shadows House)

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–Oye...

Nuevos golpes resuenan en la puerta del muñeco viviente, quien, frente a un espejo, lucha al ponerse un moño negro. Del otro lado, el que espera empieza a impacientarse. Le quiere gritar.

<<No. No puedes ser como él. Manténte tranquilo, sé agradable. Sé agradable.>>

Finalmente, el chico salió.

–¡Me disculpo por la tardanza!

–No es necesario, lo que pasó, pasó. Ahora más bien deberíamos preocuparnos por ir al salón.

Los dos chicos empezaron a caminar.

–La familia Shadows – Comenzó a explicar el más grande –. Nos crea para actuar como las caras de los Shadows. Sin ellos, no existiríamos, así que debemos estar agradecidos y servirles con todas nuestras fuerzas. Pero no basta con sólo eso, sino que también limpiamos su hogar para que puedan sentirse cómodos. Los muñecos vivientes y los Shadows nos organizamos en grupos de a cuatro, y generalmente nuestro líder es el que lleva más tiempo en la casa.

–¿Y tú y tu Shadow son los líderes de nuestro equipo?

–Je, la verdad que no. Yo vine a buscarte porque nuestro líder tenía una reunión con los hoshitsukis.

–¿Hoshitsukis?

–Son los más importantes del área de niños, y sus muñecos tienen privilegios especiales, pero también se encargan de cosas como la administración.

–Suena lindo. ¿Son agradables?

–Eso lo sabrás cuando los conozcas.

–Estoy impaciente.

–Se nota que tienes mucha curiosidad. ¿Quieres que nos vayamos presentando?

–Bueno. Mi nombre es Ed.

–El mío Tom.

–¿Falta mucho para llegar al salón?

–No realmente, está al final del pasillo.

Unos minutos más tarde, los dos muñecos estaban en una sala especial, dónde se guardaban unos trajes especiales y los elementos de limpieza; todos los equipos esperaban a que sus líderes terminaran la dichosa reunión. Finalmente, una puerta se abrió y llegaron todos los muñecos faltantes. Ed observó que los demás equipos tenían 4 miembros.

–¿Por qué nosotros solo somos 3?

–Porque recién mañana saldrá por primera vez el faltante.

En eso llegó junto a ellos un chico alto, de pelo marrón. Él se presentó como Anthony, y los tres se dispusieron a limpiar la casa. Durante horas, pasaron los pisos, limpiaron ventanas y le sacaron el polvo a los muebles. Incluso cantaron una bonita canción que alababa su suerte de estar en la familia Shadows.

Cuando al llegar a la habitación del maestro Edward y referirle todas estas aventuras, terminando con lo feliz que estaba de vivir en la casa, Ed no pudo entender por qué este dejó salir hollín.