N I Y A

9- F E A R

La única vez que Naseer se atrevió a alzar la mano sobre una mujer fue cuando falleció su mejor amigo en una pelea de boxeo ilegal.

La novia del oponente de Alexei necesitaba el dinero de esa pelea por ello su novio tenia que ganar si o si, por ello puso sustancias toxicas en la bebida de Alexei y aquello hizo que perdiese sus capacidades motrices y que en medio de la pelea quedase totalmente en otra dimensión, solo necesito un golpe en la nuca para perder completamente la vida.

Aquello marcó tanto a Naseer que cuando se entero de lo que habia pasado no pudo evitar la sed de venganza y el dolor y la pérdida cegaron sus ojos que cuando tuvo a aquella mujer en frente sus pensamientos más profundos se dieron a conocer.

Aunque no se dejó vencer por aquellos impulsos tan primitivos y finalmente no pudo hacer más que aguantarse el dolor y seguir adelante.

Jamás había pensado en alzar la mano sobre una mujer, sería la cosa más desagradable y estupida que podría hacer, el conocía lo fuertes que eran las mujeres, la capacidad que tenían de terminar con el en muy poco tiempo. El preferiría tener a mil hombres como enemigos que a una sola mujer como enemigo.

Por ello el echo de que Azra se encogiese ante el de aquella forma tan asustada hizo que su corazon ya de por si enojado y abatido, se sintiese aun más culpable y miserable.

Se agachó sin terminar por lo que habia alzado la mano y se puso enfrente suyo buscando su mirada.

—Azra —susurro queriendo tomar una de sus manos, pero al ver lo horribles que las tenía, la sangre seca y algunas heridas se echo hacia atrás. Aquellas manos no merecían ser tomadas por unas tan sucias como las suyas —Azra... lo siento —agacho la cabeza abatido —Perdoname, yo jamás me atrevería a alzar la mano sobre ti, solo intentaba ver tu rostro —admitio avergonzado —Porfavor... no me tengas miedo —pidió con algo de tristeza en la voz.

Azra aún no se atrevía a verlo sintiendo como su cuerpo se estremecía por completo.

—Se que estas confundida, lo sé, te contaré todo, te lo diré todo —suspiro cansado pasando una mano por su rostro. Azra se atrevió a verlo, estaba totalmente demacrado ¿Porque estaba ensangrentado? ¿Que había estado haciendo para terminar así?

—Dímelo todo —susurro Azra con los ojos llorosos.

Naseer alzo la mirada para verla sorprendido por escuchar su voz tan temblorosa.

—No llores —pidio —te lo dire todo —asintio suspirando hondamente para proceder a levantarse y sentarse a su lado —Azra... yo... —respiro hondamente intentando hacerse a la idea que tal vez apartir de ese momento Azra valla a alejarse de él completamente, suspiro y decidio comenzar a decir lo que tenía que decirle —Cuando naci mi familia pasaba por momentos difíciles, no teníamos el dinero ni las comodidades que tenemos hoy en día. Mi padre luchaba por sacar adelante la agencia de automóviles, mi madre intentaba como podía mantener a la familia en orden y mi hermano se encontraba luchando entre un mundo no apto para nadie. El... se adentro en el negocio de compraventa de sustancias ilícitas para poder llegar a un sustento y sacar adelante la familia. No era legal, no era halal, para nada ético, estaba haciéndolo mal y el lo sabía pero aún eso siguió metido en ello —explico volviendo a pasar una mano por su rostro —Este camino no es para nadie Azra, tantas vidas destrozadas que caen sobre tus hombros, tantas personas y familias, muchas se destruyen por cosas así, pero... mi hermano prefirio destruir a los demas antes que ver destruida su familia. Pero su avaricia fue su mayor pecado y por ello termino siendo asesinado por uno de los grupos de mafia mas respetados y temidos de rusia —suspiro sin atreverse a ver a su esposa y su reaccion.

Azra ato cabos muy rapido, mas rapido de lo que le hubiese gustado, hubiese preferido no encontrarse de sorpresa con la realidad.

—Mi hermano fallecio en una de esas compraventas al no llegar a un acuerdo con uno de los cabos de la mafia —Naseer cerro los ojos sin querer volver a recordar los detalles, el estuvo ahi, lo vio con sus propios ojos y aquella pesadia se repetia cada cierto tiempo en sus sueños —La carga callo sobre mis hombros y como el único hijo que quedaba decidí hacer algo por mi familia, cometí el mismo error de mi hermano metiéndome en peleas de boxeo ilegales, la gente apostaba por mi y yo ganaba una parte del dinero para poder dar sustento a mi familia. Que allah me perdone... Azra, amaba boxear, era algo que me daba las fuerzas para despertarme todos los días y seguir adelante, la fuerza en mis manos, los reflejos y las estrategias que ideaba mi cerebro contra el oponente hacían que mi vida tuviese sentido en ese momento —explico detalladamente —Pero, el Naseer de hace años, ese niño adolescente no tenía ni idea de lo que verdaderamente importaba, ahora el echo de estar consciente sobre el ultimo dia... —suspiro realmente atemorizado ante la idea del día del juicio final —Azra, no sabes lo difícil que se esta volviendo esto, ya no puedo dormir en paz pensando en el mañana, como veré a mi dios, a mi creador, hice todo lo que prohibió, en vez de sentarme y pedirle ayuda, fui por el camino erróneo, tengo miedo del mañana, del castigo que me espera. No puedo más con esa idea  —susurro escondiendo su rostro entre sus manos —No tengo escusa Azra, busque poder cuando no sabía lo que significaba y ahora soy incapaz de remediarlo.