27. Rumour has it.

9 2 0
                                    

Hoy era la última sesión de terapia con Vincent, esta semana me sentía bien a pesar de todo,  había salido varias veces con mis amigas y Amadis ya no me fastidiaba tanto con su presencia. Además, Donald había llamado la noche anterior para contarme que querían grabar una película en Australia y que querían que haga el casting. Yo no estaba tan segura, ¿Realmente quería volver a la actuación?

Vincent me sacó de mis pensamientos en el momento que meextendió una caja de pastillas hacia mi - Fue nuestra parte del trato, tomabas cinco sesiones terapéuticas que me permitieran analizar si realmente necesitas esto para dormir. Si te las estoy dando es porque así lo creo, aunque es una pena que siendo tan joven tengas que empastillarte para dormir ocho horas diarias.

- Gracias - guardé las pastillas y las recetas en mí bolso - ¿Que me recomiendas?

- Sé lo en contra que estás de la terapia, y realmente valoro mucho que hayas venido estas cinco semanas consecutivas. Te recomendaría que en un futuro, quizás cuando te sientas más lista consideres tomar terapia frecuente, hablar es mucho más sanador de lo que piensas.

Oh claro, yo hablaba, a veces hablaba más de la cuenta.

-  Estás bien, prometo intentar considerarlo.

Estaba en contra de las terapias y de los terapeutas , sentía que era una perdida de tiempo y dinero. Aún así Vincent, a quien tuve que recurrir por la desesperación de no tener mis píldoras, me demostró una cara distinta. Pasaron cinco semanas y en ningún momento me senti incómoda con sus terapias.

- Y si no te molesta - se quitó los anteojos - ya que no vas a ser más mi paciente, me gustaría que me llamaras algún día.

-¿Llamarte?

Tomó una hoja y anotó un número - Sé que tienes uno de mis números, pero ese es el que uso para mi trabajo, este es mi número personal. En serio, llámame, podríamos salir algún día.

Esperen.. ¿Estaba intentando tener una cita conmigo o solo era mi impresión? Salí de mi ensañamiento y  tome el papel con el número anotado.

- Guardaré tu número, Vincent.

- Está bien, entonces mi trabajo contigo está terminado. Espero haberte ayudado y que ahora puedas tener un mejor descanso.

- De verdad te agradezco.

Salí del consultorio entre confundida y alegre, principalmente porque ya no tenía que fingir que estaba a favor de las terapias y en segundo lugar: ¿Vincent me había dicho que lo llame? Digo, claro que no iba a negarme, aunque él parece perfectamente ese tipo de hombres que busca a una chica por solo una noche yo no podía negarme, si parte de asistir a las terapias era poder disfrutar de sus expresiones corporales y de su mirada intensa.

-¿Quién lo creería? - murmuré para mí misma mientras caminaba por las calles más que pobladas.

Los rumores dicen que probablemente tenga un polvo asegurado con mi sexy ex terapeuta una de estas noches.

Las flechas de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora