Capitulo 17:

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Horangi me ha prestado su camioneta para ir a la ciudad con Willa

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Horangi me ha prestado su camioneta para ir a la ciudad con Willa. Llevamos más de diez minutos en silencio mientras conduzco. Me ha acompañado demasiado fácil cuando se lo he preguntado y me pregunto si estará esperando que diga algo sobre lo que hizo la noche anterior.

Sí, solo fue un beso. Y, yo nunca le había dado un beso a una mujer por lo tanto me sentía un poco eufórica. No nerviosa, si no. Ansiosa por escuchar su excusa.

𑁋Bonnie... 𑁋 comienza con un débil tono de voz mientras le bajo el volumen al radio de la música con la mirada al frente 𑁋 sobre lo de anoche...

𑁋Sobre el beso.

𑁋Sí, sobre eso.

𑁋¿Qué hay con eso?

𑁋No debí hacerlo. Lo siento. Me dejé llevar 𑁋 la miro de reojo 𑁋 y sé que me usaste para darle celos al Coronel.

Mis cejas se alzan ligeramente en su dirección pero rápidamente vuelvo a mirar al frente.

𑁋Perdón por eso.

𑁋Confundí las cosas, de todos modos. No quiero que las cosas sean raras entre nosotras.

𑁋¿Más raras de lo que ya son? ¿Cómo juntarme contigo después de que intentaste matarme?

𑁋Tú intentaste matar al Coronel y ahora viven felices.

Ruedo los ojos.

𑁋Es diferente.

𑁋¿Por qué el es hombre? 𑁋 la miro ahora detenidamente.

𑁋Eso fue muy insolente de tu parte 𑁋 ella se ríe y no puedo evitar hacerlo. Luego da un suspiro y mira por la ventana mientras me concentro en conducir. La maldita urgencia femenina de hablar de lo que sea, de las cosas que tenemos en común y de los problemas que nos aquejan aún sabiendo que lo que diremos nos puede perjudicar.

En el camino, Willa me cuenta que tuvo algo con Jaxon por la noche. Asegura que solo es sexo, pero en el fondo ella habla como si se le iluminaran los ojos. Me veo en el reflejo de los suyos y es como me siento cuando hablo de König o cuando lo... veo.

Acordamos olvidar lo que había pasado. Y seguimos el resto del día paseándonos por las tiendas. Compro ropa, vestidos, pantalones, camisetas, tops. Todo lo que me hace falta ya que en la base solo tengo dos cambios de ropa de civil oscura. Willa me ayuda a escoger dos atuendos de encajes muy sexys y volvemos por las calles de la ciudad con su cielo gris, amenazando con llover.

Pasamos por una tienda de joyas. Pero son joyas ostentosas, son joyas que sirven para diferentes cosas. Nos detenemos frente a la vitrina y mis ojos se detuvieron sobre una pulsera de pelotitas roja. En el letrero pequeño abajo de ella decía: para la ansiedad. Willa se entretiene con un carrito de helados así que la dejó ahí mientras entro a la tienda.

𝑩𝑨𝑫 𝑹𝑶𝑴𝑨𝑵𝑪𝑬 ➝ 𝑲𝑶̈𝑵𝑰𝑮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora