Cap 34: Hacia el campamento

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~Helen~

Casi tira el teléfono al suelo al escuchar la alarma, pero se tuvo que levantar enseguida porque sabía que si no lo hacía, se volvería a dormir.
Tenía 1 hora para prepararse e ir al instituto, debía estar ahí media hora antes de lo habitual, ya que tenían que ir en autobús hasta el campamento.
Un poco más rápido de lo habitual, se duchó, se vistió, desayunó unas tostadas y se peinó para poder irse al instituto. Ya tenía la maleta en la entrada y todo listo para salir, cuando escuchó la pita de un coche. Se dio la vuelta y vio a Cleer, en su coche, parada frente a ella, saludándola.

- ¿Te llevo? - le sonrió y Helen asintió divertida.

~Cleer~

Eran las 06:30 a.m, la alarma sonó por toda la habitación. Con pocas ganas de levantarse la apagó y se dirigió al baño para darse una ducha. Se vistió y desayunó rápidamente, agarró su maleta y la metió en su coche. Después de cerrar la casa, arrancó el coche y como aún quedaban 20 minutos para llegar al instituto, decidió pasar a por Helen, así solo tendría que quedarse un coche en el aparcamiento del instituto.
Al llegar vio a Helen saliendo por la puerta, estaba muy bonita vestida así. Tenía puesta una minifalda de tablas verde pastel, una camisa de botones blanca y unas zapatillas blancas. Tenía hecha una coleta improvisada y se le veía genial. Tocó la pita y le sonrió.

- ¿Te llevo? -

- Si porfavor - dijo con voz tímida, metió la maleta en la parte de atrás del coche y se subió de copiloto.

- Estás muy guapa - le sonrió mientras empezaba a conducir.

- Gracias, tú también - le agradeció fijándose en el atuendo de Cleer.

Ella llevaba el pelo suelto, como casi siempre, llevaba puestos unos pantalones baqueros color beis, un top blanco y unas deportivas blancas. No tenía maquillaje, pero si llevaba puestas sus gafas, le hacían ver muy bonita. Sonrió al sentir la mirada de Helen.

- ¿Dormiste bien? - le preguntó sin quitar los ojos de la carretera.

- Pues, sorprendentemente si la verdad jaja - se sonrojó un poco al recordar la foto.

- Yo también, la verdad que el sonido de la lluvia me ayudó bastante - admitió - la tormenta que se avecina es bastante grande, que pena no estar para disfrutarla - dijo acordándose de que en el programa del tiempo habían dicho que se avecinaba una tormenta eléctrica bastante fuerte esa semana.

- ¿Tormenta? Oh no, a Perla le asustan mucho las tormentas, Irie no lo sabe, ella se comportan muy extraño y se pone tan asustada que no me deja ni salir de casa - dijo con preocupación, se sentía culpable por dejar a su perra en casa de otra persona y encima con una tormenta.

- Oye oye, tranquila, Perla va a estar bien, te lo aseguro - dijo Cleer poniendo su mano en el muslo de Helen, la cual se sonrojó un poco - Luego la llamas, se lo comentas y que se ocupe de que Perla esté bien, no le va a pasar nada - le sonrió de forma tierna y reconfortante.

- Está bien... - susurró suspirando por la preocupación y también por lo bien que se sentía tener la mano cálida de Cleer en su muslo.

Y aunque pasaron los minutos y seguía sin quitar la mano, acariciando suavemente la zona, con cariño y comprensión. Sabía que Perla era lo que más quería Helen en este mundo y comprendía perfectamente su temor. Llegaron al instituto y dolorosamente tuvo que quitar la mano para poder cambiar la marcha.

- Ya llegamos, mira ahí está la directora y los chicos creo que ya están en el autobús - dijo aparcando el coche.

- Hola chicas, ya todos están en el bus, solo quedáis ustedes - dijo la directora sonriéndoles de forma demasiado cariñosa.

- Ah eh hola, bueno, yo voy subiendo - dijo Helen un tanto nerviosa por la mirada de la directora, parecía que le pasaba algo.

- Si, yo pondré las maletas con el resto- le dijo sonriendo, mientras sacaba las maletas del coche y las metía en el compartimento del bus, seguida por la directora - por cierto, la llaves del viernes, que te las tenía que dar - le dijo dándole las llaves, las cuales sacó del bolsillo.

- Si, gracias, y Cleer por cierto - le dijo mientras Cleer se subía al autobús, se paró en las escaleras y la escuchó - la próxima vez, recuerden que hay cámaras - dijo la directora riendo.

Cleer se quedó paralizada, no podía ser posible lo que escuchaba, le dio muchísima vergüenza, pero no sé sonrojó. La miró con pánico, temía que les dijera algo malo.

- Tranquila señorita, borré todo, su secreto está a salvo - le sonrió y con algo de timidez, Cleer le asintió y subió al bus.

Se sentó al lado de Helen, en los asientos de delante, al lado de Carolina, mientras que Pablo, el profesor que sustituía al capullo de Lucas, se sentó detrás.

~Helen~

- Hola Cleer ¿que tal guapa? - la saludó Carolina.

- Pues bien jaja - sonrió aún pensando en que la directora las había visto en las cámaras.

- Bueno, yo las dejo, me voy atrás con Pablo, me cae bien el chico este - dijo con una sonrisa brillante.

- Vale guapa, diviértete, pero no te pases que hay niños - dijo Helen riendo por su propia broma.

- JA JA JA, ya se te pegó el humor de Cleer por lo que veo - dijo sonriéndole mientras se iba hacia atrás.

Cleer se sentó a su lado y le sonrió.

- ¿Que te dijo? - le preguntó curiosa.

- Bueno, que mm... digamos que la directora sabe lo que pasó el viernes - sonrió atontadamente.

- ¿¡Que?! - casi gritó mientras se tapaba la cara, ya que estaba demasiado sonrojada.

- Oye tranquila, me dijo que lo borró, ya está, no pasa nada, solo lo vio ella - dijo calmándola.

- Más te vale idiota, ¡como eso lo vea alguien te mato! - dijo furiosa y con las mejillas sonrosadas.

- Mm... ¿así te enfadas? Eres muy mona enfadada jajaja, ¿puedo robarte un beso? - le dijo riendo.

- Si, en tus sueños - se cruzó de brazos mirando por la ventana, viendo como el autobús iba por la autopista.

- Oh vamos... ¿no te da morbo hacerlo en un autobús lleno de alumnos? - sonrió pícaramente.

- ¿Pero qué dices imbécil? ¡claro que no! - sonrió de lado al pensar en ello.

- Jaja es broma, anda ven aquí, que pareces una nube de azúcar enfadada - sonrió u la abrazó por los hombros, jalándola hacia ella y apoyándola a su lado.

Helen no dijo nada, solo sonrió y se quedó ahí, apoyada en Cleer, acurrucada sintiendo su calor. Mentiría si dijera que no le gustaba esa sensación. Le daba protección y atención, y eso le encantaba.

Amor MelifluoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang