Relatos Amorosos 🔞

Capítulo 14 🔞

La parte inferior del abdomen de Jing Lie quedó instantáneamente empapada por el líquido caliente. Se excitó aún más y comenzó a follar a la mujer debajo de él en un estado frenético, empujón tras empujón, cada movimiento pesado y despiadado. como si no pudiera esperar para devorar la belleza por completo.

Su semen caliente se derramó una vez más en su estrecho útero. Sin embargo, fue una noche larga. Jing Lie la giró y la hizo acostarse boca abajo en la cama. Por detrás, volvió a entrar en ella. El sonido de sus cuerpos abofeteándose, los suaves sonidos de sus relaciones sexuales, el jadeo del hombre y las súplicas de la mujer hicieron sonrojar a las sirvientas del palacio, que estaban de servicio afuera.

...

Después de la boda, el Emperador pareció favorecer únicamente a la Emperatriz. Aparte de su Estudio Imperial, sólo iría al palacio de la Emperatriz. Incluso la petición enviada por el Ministerio de Ritos, pidiendo al Emperador que ampliara su harén, fue rechazada por el propio Emperador. Como era de esperar, todas las demás candidatas que aún permanecían en palacio fueron enviados de regreso a sus hogares.

Cuando Ji Huayao se enteró de esto, se sorprendió mucho. Ninguna mujer quería compartir a su marido con otra mujer, aunque fuera el Emperador. Por otro lado, también fue porque Jing Lie era el Emperador que fue aún más impactante que eligiera hacer esto por ella.

Ji Huayao finalmente admitió para sí misma que él la conmovía, un hombre completamente devoto de ella. Esperó en el palacio, sintiéndose un poco nerviosa, pero también un poco frustrada. Todo lo que sabía era que quería ver a Jing Lie de inmediato.

Inesperadamente, el único mensaje que recibió fue de un eunuco, quien le dijo que el Emperador tenía algo que hacer, por lo que le pidió que no esperara y que descansara temprano. Si hubiera sido en el pasado, Ji Huayao habría aceptado sin dudarlo y no habría preguntado ni una palabra más. Pero ahora era diferente, así que preguntó: "¿Qué pasa? Ya es muy tarde. ¿Por qué el Emperador tiene que ocuparse de ello de inmediato?

Yinbao vaciló por un momento antes de tartamudear: "El Príncipe de Qi ha estacionado tropas fuera de la ciudad y dijo que quería ver a la Emperatriz Viuda".

¿No era el Príncipe de Qi Jing Yu? La emperatriz viuda tenía 50.000 soldados de élite y el apoyo del País del Norte detrás de ella. Ji Huayao preguntó apresuradamente: "Entonces, ¿Su Majestad permitió que la emperatriz viuda abandonara la ciudad?"

Yinbao negó con la cabeza. "En este momento, la Guardia Imperial está luchando contra el Príncipe de Qi".

Ji Huayao reflexionó por un momento y caminó hacia el Estudio Imperial. Cuando llegó, vio a Jing Lie luciendo indiferente, como si los 50.000 soldados de élite fuera de la ciudad no existieran. Ji Huayao dijo: "Su Majestad, deje ir a la emperatriz viuda".

Jing Lie sonrió y su mirada estaba tranquila. "No dejaré que nadie que te haya hecho daño se vaya. Déjamelo a mí. No te preocupes."

¿Cómo podría Ji Huayao no preocuparse? No quería que los dos bandos estuvieran en guerra, ni quería que Jing Lie estuviera en apuros. Por lo tanto, continuó diciendo: "El asunto se acabó. Deja ir a la emperatriz viuda. Realmente no me importa".

Sin embargo, independientemente de lo que Ji Huayao dijo para persuadirlo, Jing Lie parecía haber tomado una decisión y no cedió. Durante los días siguientes, Ji Huayao estuvo preocupada. Sólo se sintió aliviada cuando escuchó que el Príncipe de Qi había sido capturado.

En este punto, habían pasado dos meses y Jing Lie parecía un poco más delgada. El corazón de Ji Huayao dolía por Jing Lie, por lo que ella personalmente le preparó una comida. Jing Lie miró la mesa de platos exquisitos y dijo: "Yaoyao, estoy muy feliz".

"Mientras te guste, lo haré para ti con frecuencia en el futuro". Ji Huayao sonrió.

Al mirar la sonrisa de la belleza, Jing Lie solo sintió que todo valía la pena.

Era tarde en la noche, por lo que Jing Lie naturalmente abrazó a Ji Huayao en su cama e hicieron el amor apasionadamente bajo la luz parpadeante de las velas. Ji Huayao yacía desnuda debajo de Jing Lie. Cuando entró en su cuerpo, le preguntó: "Yaoyao... ¿Por qué no me das a luz un niño?"

El agujero de miel entre sus piernas estaba ocupado por Jing Lie. Ella sólo pudo responder tímidamente: "Mm..."