، 👨🏻‍⚕️ : Capítulo 09.

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Los días habían transcurrido con naturalidad, haciendo que los sentimientos fluyeran y los momentos que pasaban los cuatro juntos fueran más apreciados por los menores. Aquella noche habían decidido salir en una última cita, con los niños siendo cuidados por la hermana de Jungkook, por lo que habían decidido pasar la noche en una pequeña cabaña a las afueras de la ciudad, teniendo un entorno íntimo y relajante mientras meditaban las cosas juntos.

Habían comido y tomado vino, embriagando su ser junto con las melodías que los acompañaban de fondo, bailando alrededor de la mesa donde enteriormente habían disfrutado de la cena y cautivándose con los ojos del otro, otorgando el profundo deseo y anhelo que sentían de ser consentidos y mimados, haciendo que cuando terminara la melodía que estaban bailando estrellaran sus labios en un suave compás lleno de suspiros, siendo testigos del amor que estaba florenciendo en aquellas cuatro paredes, en la penumbra del lugar y la soledad del exterior.

Las prendas de ropa fueron desapareciendo mientras se encaminaban hacia la habitación, cuidando de no tropezarse en el camino. Jungkook había levantado a Jimin entre sus brazos, haciendo que se sujetara con sus piernas alrededor de su cintura y con sus brazos alrededor de su cuello, sin romper el beso de por medio y sus manos explorando por la piel descubierta. La temperatura había subido drásticamente, el chasquido de sus labios haciendo contraste con las respiraciones aceleradas y los latidos frenéticos contra sus pechos, manos codiciosas recorriendo el cuerpo ajeno hasta que no había un solo espacio que no conocieran de sí mismos, donde no había espacio alguno entre sus cuerpos y entregándose solo de la manera más placentera y exquisita que jamás habrían imaginado.

Y cuando la noche cayó por completo, con las estrellas adornando el cielo y la luna dando su resplandor por la ventana de la habitación donde se encontraba, bañándolos con su luz y haciendo del momento más memorable, sellaron un pacto en silencio cuando estrellaron sus labios por una última vez.

✧✦✧

Habían tomado lugar frente a la chimenea, envueltos en sábanas y en algunas prendas de ropa, recibiendo el calor de las llamas y de sus propios cuerpos. Jimin descansaba su espalda contra el pecho de Jungkook, el cual tenía su barbilla reposando en su hombro y sus piernas a cada costado de su cuerpo, apegándola lo más que podía contra sí.

—¿Crees que pueda ser una buena madre para Junwon? —cuestionó, rompiendo el silencio de la habitación.

—Claro que lo serás, Junwon desde el primer momento te eligió como su madre. Ese día cuando salimos de la consulta me dijo en el auto que eres muy bonito, me sorprendió porque jamás había dicho nada de esa manera, pero de igual manera le dije que tenía razón. Pero eso no fue lo que verdaderamente me sorprendió, sino lo que dijo después de ello, ¿puedes adivinar qué fue lo que dijo? —cuando negó y se volteó para mirarlo con curiosidad, le sonrió—. Que me veía muy feliz a tu lado, tanto como yo le había dicho que su mamá me hacía feliz. No esperaba que lo dijera, ni siquiera yo recordaba haberlo dicho, pero él insistió y tenía razón, a pesar de que había sido una sola consulta y siendo la primera vez que nos veíamos, había algo que me atrajo hacia ti y él lo notó mucho antes de que yo pudiera descifrarlo. Me aterraba la idea de volverme a enamorar, desarrollé el miedo de volver a perder a la persona que amo antes de tiempo, sin que yo pudiera evitarlo, pero cada que te veía y me iba enamorando, no tenía miedo de perderte, no de la forma que pensaba. Mi mente solo se preguntaba de como atraerte hacia mí, pero cuando fui sincero con mis sentimientos y fuiste por la dirección opuesta, entendí que solo temía a perderte no en vida, sino de apartarte de mi lado sin siquiera saberlo. Luego entendí que no solo era la necesidad de rellenar el espacio vacío en nuestra pequeña familia de dos integrantes, sino que también quería a alguien a mi lado para que me consintiera cuando mis días no eran los mejores, que me cuidara cuando enfermara y que me amara como yo sería capaz de hacerlo. Quería algo mutuo sin siquiera haberlo reconocido, y cuando te ví, pude definirlo, pero no con cualquier persona, sino contigo y nada más que contigo.

Jimin acumulaba lágrimas en sus ojos conforme escuchaba cada palabra recitada. Se sentía conmovido y apreciado como jamás lo había hecho; El saber que Junwon se había fijado en él y haber visto una figura materna en su persona solo hizo que quisiera ir y abrazarlo, darle todo el amor maternal que le había faltado en esos años, apapacharlo y consentirlo hasta que se hartara de él, y es que desde el primer momento que lo vio también había quedado flechado con ese niño de mejillas regordetas y que le había sorprendido al no llorar asustado por ir al doctor, que se hacía el valiente para no preocupar de más a su papá y que era por sí solo defensor de todos, su gran corazón y alma caritativa salía sin que se diera cuenta, actuando por sí solo.

—Y dime ahora tú, ¿crees qué pueda ser un buen padre para Haneul? —sonrió con ternura, acunando su mejilla contra la palma de su mano.

Jimin asintió sin pensarlo —De hecho, tenía algo sobre qué cuestionarte.

Jungkook puso toda su atención a lo que diría, sorprendiendo su tono un tanto serio y calmado —¿Qué pasa?

—Junwon le dijo en alguna ocasión a Haneul que podría llamarte papá, que él podría ser su hermano y que cuando fuimos a la feria se le salió llamarte de tal manera que lo aceptaste, ¿eso es cierto?

Cuando recordó como Junwon había llegado con una sonrisa y le había confesado todo, casi sintió pavor por haber insinuado algo malo o que pudiera ofenderlo —Es cierto, pero no iba con un doble fin, no quería presionarte y Junwon es impulsivo, al saber de mis sentimientos por ti y lo que quería hacer, se adelantó en los hechos. No era mi intención incomodarte o hacerle falsas ilusiones a Haneul, jamás querría ello.

—Está bien, solo me sorprendió. Ella jamás tuvo consigo una figura paterna más que la de mi hermano, pero no es lo mismo. Temía que no pudiera digerirlo bien y cuando me confesó ello en una de las veces que salí con ella, si me sorprendió la naturalidad con la que lo dijo. Le pregunté sobre que opinaba de papá, si bien había visto un par de fotos que tenía con él, pero después de los sucesos con sus compañeros de la anterior escuela tenía medo que le causara un tipo de rencor, por lo que me atreví a preguntarle y me contestó eso, a ti te veía de esa manera y no sabía como tomarlo. Te escogió como su padre sin siquiera intentarlo, apenas estaba tratando de descifrar mis sentimientos después de la confesión que había hecho cuando ella ya te había aceptado en nuestra familia y no negaré que sentí mucho miedo, pensar que nuestra familia se agradaría fue un temor que persistió hasta aquella noche donde nos besamos, todas mis dudas se fueron, pero no quería actuar como loco a tan altas horas de la noche y decir "¡Si quiero ser madre de tu hijo!", no parecía apropiado —ambos rieron de solo imaginarlo, retomando la conversación—. Solo me queda disculparme por tardar en aceptarlo, pero ahora que no hay ninguna duda en ello, quisiera que nuestras familias se unieran, ser nosotros cuatro y pensar en lo que estará por venir, disfrutar del presente y no solo crear momentos nosotros dos, sino ahora con nuestros hijos, formar la familia que ellos mismos eligieron.

—Entonces, cariño, debo de decir que mañana mismo les daremos la noticia de que hemos formalizado nuestra relación, por lo tanto ahora somos una familia de cuatro integrantes —sonrió emocionado, totalmente satisfecho con lo que estaba ocurriendo.

—Pero, ¿si estamos preparados para dar este paso? Conlleva muchas cosas, no solo es ir y confesarlo todo, siento que es mucho más grande que todo ello.

—Hey, estaremos bien, sabremos afrontarlo y estaremos preparados para todo lo que se viene, siempre y cuando estemos juntos.

Unieron sus frente y cerraron sus ojos, con la emoción floreciendo en sus pechos al sentir lo que se aproximaba. El tipo de emoción que no los dejaría dormir, y tan pronto como el sol se asomó por las montañas y pudieron despertarse entre la nubla de la comodidad en la que se encontraban, se alistaron para partir y soltar la noticia.

Cosas buenas venían para todos ellos.

figura paterna › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora