07) Amor a primera vista

78 70 2
                                    

Cuando la luna salía, ambos se veían. Sus rostros opuestos, tan enamorados, tan humillados.

Lunn buscaba refugio en los brazos de Atty. La amaba como a su vida, ella era de él.

Pero Atty solo quería olvidar el dolor que sus ojos le mostraban.

Solo quería llorar con alguien a su lado.

Quería deshacerse del alma de su abuela.

Ya no podía soportarlo...

Estaba recostada en las piernas de Lunn, la luna gigante iluminaba nuestra noche. Mi mente dispersa en veinte mil cosas, sin prestar atención a lo que Lunn hablaba. Lo amaba, si, pero quizás ya no con la misma intensidad, quizás el alma que colgaba de mi hombro me susurraba que debía dejarlo, que ya no me servía, que solo importaba lograr... ni siquiera quería pensar en esa idea maníaca que me decía.

Sus dedos desenredaron mi cabello negro con sumo cuidado, sus cuidados y atenciones eran tan comunes en un primer amor. Su dedicación, atención y amor incondicional eran tan hermosos de observar, de recibir pero...

Siempre hay un pero.

Me sentía mal por no poder corresponderle como era debido, no poder emocionarme de la misma forma cuando lo veía, sentir mariposas cuando me besaba, sonrojarme y parecer un tomate cuando me tomaba de las manos de la forma más tierna y cursi posible. No podía. Y lo amaba, eso era lo peor, lo que me hacía preguntarme, ¿Porque? ¿Por qué no puedo? ¿Hay algo malo en mí?

Mi abuela susurraba que sí.

Que era defectuosa.

Que me faltaba el corazón.

Que me lo habían robado cuando nací.

Pero eso eran tonterías de un alma descarriada.

O eso me decía para autoconvencerme.

—¿En qué piensas tanto? —Su voz suave y dulce me trajo de nuevo al presente, disolviendo la nube de pensamientos acosadores e incómodos.

—En muchas cosas —musite mordiendo la carne de mis uñas con un poco de hambre. Sus ojos curiosos me analizaron, últimamente sentía como si evaluará cada uno de mis movimientos.

—¿Algo interesante que yo quiera saber?

—Que te amo —susurre con pesadez, el pecho se me estrujó de dolor al ver su sonrisa iluminarse, sus ojos brillar de alegría ante mis supuesta dulzura.

—Yo también te amo —dijo con alegría mientras se inclinaba y besaba la punta de mi nariz, sus labios hicieron un ruido húmedo cuando se separaron de mi piel.

Quise sonreír, sinceramente quise hacerlo, quería que me saliera natural, que fuera una reacción como la de las películas, por mucho que me esforzará y esperará la reacción nunca llegó y tuve que forzar a mi rostro a lucir la sonrisa que no sentía, que no podía formar por sí sola.

Volví a sumergirme en el silencio de la noche. Aparté los ojos y miré los edificios a medio construir. Los trabajadores habían abandonado el trabajo con la puesta del sol dejando todo de una forma tan desolada y abandonada. Era una vista triste.

La luna se estaba poniendo, lo que significaba que nuestro tiempo juntos se acabaría pronto, al menos hasta la noche siguiente.

—Lunn —lo llamé y sus ojos que miraban a las estrellas se concentraron en mi nuevamente—. Gracias.

—¿Por qué? —cuestionó con voz apacible.

—Por haber estado conmigo todo este tiempo.

—Atty...

Cusumbo; pueblo de locos, relatos de otrosWhere stories live. Discover now