07

51 3 0
                                    

Eric daba vueltas enfrente de aquel hospital, suspiro y entró rápidamente. Miró a la recepcionista y suspiró nuevamente.

–¿Donde se encuentra la señorita Natalia Camarena? Es urgente.

–Esta en la sala A2.

El hombre asintió y entró con cautela en aquella habitación, levantó la mirada y en la camilla se encontraba un niño con heridas de quemaduras. Escucho unos ruidos detrás de una cortina y la aparto.

Vio a Natalia besando con un doctor, puso una cara de asco y apenas se separaron con un hilo de saliva que los unía.

–Que poca madre, ¿enfrente de un niño?

Natalia se acomodo la ropa y se limpio la boca, sonrió y en cuando iba a salir Eric la tomo del brazo.

–Es a ti a quien ando buscando.

–¿A mi?—se burlo y se libero de su agarre—. ¿Sabes quien era mi padre?

–Ay mija, los muertos ya no tienen derecho a opinar.

Eric jalo de ella y la saco a rastras del hospital, le valía madres las miradas de las personas. La metió en el auto y la llevo a la comisaría.

–Esto es fácil, te pregunto y tu contestas.

–Déjame ir, no he cometido ningún crimen.

–¿Ah no? —Eric le arrojó un archivo con fotos—. Ábrelo, y dime que no conoces a aquella mujer.

Natalia confundida tomo el archivo y la abrió, se quedo sería al ver las fotos de Josefina con golpes. Estaba grave en las fotos.

–Josefina Martinez, más conocida como Josefina Camarena.

–!Esa ridícula no merece el apellido de mi padre! Se metió en mi familia y la arruinó. Encima les dejo a sus hijos con el apellido Camarena.

Eric asintió y se sento enfrente de Natalia, lo miro y trago saliva.

–¿Quienes más participaron en todo esto?

–No fue nadie, porque no hubo crimen.

–No me quieras ver la cara, no soy estúpido.

La puerta de la sala de interrogación se abrió dejando ver a Alexander, un amigo de Eric.

–Eric, tienes una nueva asistente.

–¿No te das cuenta que estoy ocupado? ¿Y que paso con Ibarrola?

–Esta de vacaciones, te dejo su expediente en tu oficina.

Alexander salió y los volvió a dejar solos. Eric y Natalia tendrían una larga conversación poco amigable.

-ˋˏ✄┈┈┈┈

Johaan había reservado una mesa para dos en un restaurante que abrió a pocas cuadras del hotel las Américas.

Thelma había ido a su trabajo habitual, diría que su relación con Felix era mejor que antes. Pero siempre se trataban con respeto.

La puerta de la oficina de Thelma se abrió dejando ver a Felix con un ramo de flores amarillas.

–Oiga mija, tome estas flores—se lo entrego en las manos y la miro.

–Pero.. Felix yo

–No chula, no es para ti—tomo un bolígrafo del lapicero y tomo una notita—. Es pa mi mujer, María.

𝑻𝒉𝒆𝒍𝒎𝒂Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon