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—Tuve el cabello de muchos colores. Pero mi favorito fue el rojo —dijo Jeonghan soltando una pequeña risa al recordar su cabello rojo fulminante. Estaba echado boca arriba en su cama y sus manos reposaban en su estómago. Sé sentía un poco cansado pero le gustaba charlar con Joshua y no se quería dormir por eso.

Joshua había insistido en entrar a casa de Jeonghan hasta que este se quedara dormido. Jeonghan por supuesto no iba a rechazar al azabache y sus ojitos de galaxia. Así que estaban ahí en su habitación hablando de cosas al azar mientras se reproducía una película en frente que habían dejado de tomar atención.

—Apuesto a que te veías muy guapo —Joshua dijo lanzándose boca abajo a su lado para mirarle el perfil.

—¿Y que hay de ti? ¿Siempre lo tuviste negro? —Jeonghan se volteó para encarar a Joshua quien estaba a punto de desmayarse por la manera tan adorable que puso sus ojos caramelo.

—Hm... Y marrón —carraspeó pasando su mano hasta llegar al cabello del menor y acariciarlo suavemente.

—Que aburrido —Jeonghan hizo un puchero sintiéndose relajado ante el toque del mayor.

—¿Crees que me vería bien de rojo? —Joshua preguntó inclinándose para que sus narices rozaran, Jeonghan estaba absorto ante la cercanía, así que solo asintió sin dejar de ver los labios del mayor—. Yo no lo creo.

—¿Es una broma? Porque yo apostaría todo a que si —Jeonghan pudo sentir muy cerca la risa de Joshua.

—¿Me estás llamando lindo, ojitos? —Joshua preguntó burlón poniendo el pequeño flequillo que caía en el rostro de Jeonghan, detrás de sus orejas.

—Te estoy llamando guapísimo —Jeonghan le dio un beso en la nariz, que Joshua recibió con asombro—. Me gustas.

—Oh Dios. Si me dices eso, me pintaré de todos los colores existentes —Joshua sonrió y finalmente se inclinó por completo atrapando el labio inferior de Jeonghan entre sus labios. Y el muchacho más pequeño suspiró e hizo que lo besara correctamente entrelazando sus dedos en el cabello de Joshua.

Sus bocas iban en sincronía con lentitud, disfrutando cada momento y movimiento de sus labios, haciendo pequeñas pausas para tomar aire. Joshua dió un pequeño mordisco para que Jeonghan abriera la boca e introducir su lengua.

El menor por su lado recibió el beso con la misma ansia y suavidad. Los labios de Joshua era la cosa más increíble que había probado en su vida y nunca quería dejar de probarlos.

—Eres hermoso, Yoon Jeonghan —dijo Joshua picoteando aún sus labios—. Me encantas.

—Ya basta de ponerme nervioso, Hong —Jeonghan dijo en los labios del azabache.

— ¿Ya te he dicho lo sexy que es cuando me dices Hong? —enarcó las cejas y el castaño rodó los ojos con una sonrisa.

—No arruines el momento cursi —finalmente un pequeño bostezo se hizo presente cuando Joshua aún dejaba pequeños besos en sus labios y mandíbula.

—¿Tienes sueño? —preguntó separándose solo un poco para mirarlo.

—Sólo un poco —mintió ansioso por recibir otro beso de Joshua en sus labios.

—Descansa —en cambio el azabache dejó un beso en su frente.

—No quiero —Jeonghan dijo acentuando un puchero.

—Eres un bebé mimado ¿Te lo han dicho? —Joshua murmuró besando sus mejillas—. ¿Y si te canto?

—¿Cantas? —preguntó un poco sorprendido.

—En la ducha pero me han dicho que no lo hago mal —replicó con una sonrisa—. ¿Quieres?

—Si —Jeonghan se acomodó en el pecho de Joshua cuando este se echó boca arriba en su cama mientras comenzaba a cantar y le dejaba suaves caricias en su pelo.

Esa noche se quedó dormido en el pecho de Joshua, embriagándose con su delicado aroma y con su hermosa voz de fondo.

𝗠𝗼𝘃𝗲 キ 𝘫𝘪𝘩𝘢𝘯Where stories live. Discover now