•Capitulo 8•

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Correr sin voltear atrás.

Pensar en que puede pasar.

Cómo lidiar con esos sentimientos de ira, tristeza.

Todo se acumula y...

3. . .

2. . .

1. . .

Explota.

El bosque se llenó de sentimientos visibles, voces con recuerdos, esos recuerdos que caminan y lo persiguen, inundando todo.

——¿Qué..., qué está pasando?——pregunto kiba.

Nadie le dió respuesta, pues todos estaban igual que el, sorprendidos y en estado de shock.

Pero uno si sabía la respuesta y era el Alfa mayor.

——Es Naruto, perdió el control de sus emociones, y todo el bosque está sumergido en su chakra cargado de sentimientos vivos e incontrolables——kakashi escucho con atención.

El sabía de la primera vez que pasó eso y no fue nada agradable.

——Esto solo paso una vez y casi destruye la mitad del mundo ninja——continuo el segundo Alfa más grande.

——Ese día Naruto perdió a sus padres, y se desató un caos, ustedes no se deberían acordar, estaban muy pequeños——todos quedaron mudos.

En eso un recuerdo los rodeo y solo se veía a unos niños jugar con. . .

Arena. . .

Era Gaara, jugando con el espíritu de su difunta madre y su mejor amigo.

Agua. . .

Naruto la veía como si estuviera viva y le hablara.

Viento. . .

Con movimientos sutiles Naruto hacia que el aire los elevará.

Tierra. . .

Pequeños temblores que eran divertidos de sentir, con solo un pequeño movimiento hacia que temblara.

Fuego. . .

Con este tenían más cuidado, las manos del Omega rubio se movian al compaz de los dragones de fuego.

Los dos cachorros soltaban risas, y compartían sonrisas.

El rubio corria mientras lágrimas escurrían de sus ojos.

——dejen me——susurro.

Todas las voces lo perseguían y le decían lo mal amigo que es, lo mal novio que es, lo mal hijo que fue, que nadie lo quería, Sasuke lo debería estar odiando, gaara pensaría que se merece todo ese dolor por dejarlo solo.

Su lazo dolió, deteniéndolo en seco, escucho una voz, la voz de su lfa llamándolo.

"Omega regresa, te necesitamos"

"No nos dejes"

"Te amamos"

"Comprendemos tu dolor"

Su cuerpo se tenso, le dolía todo, y por fin todo cayó encima de él, ya no lo atormentaba más por qué ya estaba ahí, todos sus recuerdos lo golpearon, sin una pizca de perdón ante el, y su cuerpo cedió a las súplicas de su alma cayendo al suelo.

Soltó un grito desgarrador hasta que su garganta dolió más que todos sus problemas.

Levántate.

Mi Secreto Mejor Guardado Where stories live. Discover now