𝐎𝐏𝐄𝐑𝐓𝐔𝐒 | Neteyam te Suli Tsyeyk'itan.
❝En medio de celebraciones y clanes enteros, Neteyam Sully batalla contra sus propios sentimientos mientras se esfuerza en descubrir qué es lo que esconde la persona destinada para él.❞
⚠️ Prohibida cual...
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CAPÍTULO XXX. FALSA SEGURIDAD
"El guión ya fue escrito y no pude cambiar nada en él. Quiero romper todo en pedazos y empezar de nuevo". one direction, something great.
ZENITH
¿LE HUBIESE GUSTADO DECIR QUE SE CREYÓ TODAS LAS PALABRAS DE NETEYAM? SÍ. ¿LE CREYÓ REALMENTE? NO. ¿La razón? Era demasiado bueno como para ser real. Todo lo que implicaba a Neteyam lo era. Tal y como el mismo Neteyam lo prometió, el cambio no fue nada rápido, pero Zenith sí pudo sentir su intención de hacerlo.
La intención de cambiar.
Lo'ak no dejó de rodar los ojos cuando se lo comentó al día siguiente.
—Solo han pasado un par de horas, Zen —le dijo esa mañana—. No te ilusiones demasiado rápido, por favor. Zenith asintió.
No tuvo el valor de decirle a Lo'ak que sí se había ilusionado.
Era un error, por supuesto que sí. Sufrió terriblemente y aun así estaba dispuesto de darle a Neteyam esa última gran oportunidad que, si no la aprovechaba, lo llevaría todo a un final, algo definitivo e irreparable. Neteyam le agradeció por esa oportunidad cientos de veces durante la madrugada.
No durmieron esa noche.
Hablaron sobre muchas cosas, sobre recuerdos de ambos y sus opiniones respecto a lo que había sucedido. Zenith se dejó llevar, le hizo saber a Neteyam lo mucho que esa falta de respeto había dolido. Neteyam no lo interrumpió ni una sola vez, lo escuchó y esperó pacientemente a que Zenith terminase de hablar para explicarse.
Se explicó, pero jamás se excusó con otras cosas.
Zenith se dio cuenta de algo que —además de la constante charla con Neteyam— también lo mantuvo despierto, y es que Neteyam, en todas esas horas, jamás le pidió perdón.
—¿Esperabas que te pidiera perdón? —le preguntó Kiri cuando Zenith se lo comentó—. Él dijo que no sería fácil ganarse tu perdón, ¿no muestra eso que él está pensando en pedírtelo?
—No lo sé —se lamentó Zenith—. No sé si lo que quiero es que me pida perdón o haga algo más para demostrar su compromiso.
—¿Qué harás hasta que lo averigües?
—Probar si ese cambio es real.
Kiri no lo juzgó por no creerle a Neteyam, de hecho, ella comentó lo muy de acuerdo que estaba con su decisión. Zenith recordó entonces una frase que solía recitar su curandera. Un corazón que ya fue lastimado se encoge ante el más mínimo movimiento, incluso si este es dulce y libre de malicia. El daño estaba hecho, ni Neteyam ni Nadir podrían reparar lo que rompieron, no existía un material que fuese lo suficientemente fuerte como para volver a unir todas esas partes.
