Félicité D'angelo una famosa criminal, conocida por sus terribles asesinatos. Pero lo que nadie sabia es que ella no mataba a cualquiera, mataba a los que asesinaron a su familia de pequeña...
En el transcurso de buscar a su ultima víctima, y la mas...
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¿Quién era yo?
-Carlos, realmente necesito que te pierdas de mi puta vista.-
-¿Por qué Félicité?, dame una puta razón.-
-Carlos nos conocemos hace menos de una semana, no seas imbécil.- ¿cómo quiere que le de una puta razón? No me jodas.
-Se que es raro lo que estoy apunto de decirte...pero en esta semana te agarre un poco de cariño.-
¿A este hombre no le gira la tuerca?, pues al parecer no, ya sabe que no soy "buena influencia" y que tengo un secreto muy oscuro. ¡¿Qué mas quiere de mi?!
-No, simplemente no tengo que dar ninguna explicación.-
-Félicité...-
-¿Félicité? Félicité mis ovarios, deja de joder. ¿Eres estúpido?- empezaba a perder mi paciencia en este punto.
Se me quedo mirando a los ojos, con decepción, odio y lastima. Realmente me sentía un poco culpable por el efecto que había causado en el, pero yo no entendía ese "efecto". Cuando era mas pequeña mi madre me lo decía muy a menudo, que era como un imán; atrapaba la energía y atracción de las personas. Desvíe mi mirada hacia el piso, no podía mirarlo a la cara. Entonces tuve mi momento de realización...
Félicité, ve al pobre hombre delante tus narices. Se encariño contigo tonta, y lo peor; todo fue tu culpa. ¿Pero quién mierda me mandaba a ser tan abierta con las personas, que a los minutos de conocernos me tenían confianza? Yo me metí solita en esto...ahora te jodes por no mantener la puta boca cerrada.
-¿Sabes qué? Tienes razón, te dire todo lo que necesites para que me dejes en paz de una puta vez. Pero no aquí, vayamos a mi apartamento.-
Diciendo esto giré sobre mi mismo eje, cuando recordé un pequeño detalle, yo no tenia auto aquí y no quería llamar a los hombres que manejaban por mi. Volví a girar sobre mi mismo eje cuando vi que estaba jugando con las llaves sobre sus dedos. Me miro con una sonrisa ¿Cínica?
-Bien gran idea, vayamos en tu auto.-
-Las damas primero.- dijo mientras había una reverencia.
-JA JA, me cago de la risa.- me subí al asiento del copiloto y el dio media vuelta para subirse al del piloto.
Tenía que admitir algo, ¡Que auto!
-Esta muy bonito eh.- dije mirando a todos lados, contemplando cada detalle.
-Lo sé.-dijo y con eso arranco el auto.
Carlo's POV:
El camino hacía los departamentos fue algo incómodo, simplemente no me podía concentrar en el volante. Cada dos segundos miraba a esa chica, y realmente era muy bonita, su nariz respingona, sus labios carnosos que ¡Oh mierda! Quería besar, sus pequeñas pecas sobre su nariz y mejillas. Me preguntaba si alguien había tenido la suerte de estar con una mujer así. Pero recordé que estaba loca, entonces ¿quién fue el desafortunado? Estaba metido en mis pensamientos que no escuche a Félicité gritarme.
