Capítulo 5

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Kyuhyun llegó a su departamento luego de una mañana de papeleos en la comisaría.

El día anterior había sido un completo desastre. Luego de que Donghae desenmascaró al farsante que intentó hacerse pasar por Kim Hyukjae, Kyuhyun fue directo a su oficina para recolectar todas las pruebas que tenía. Tanto los mensajes escritos que el farsante le envió así como los documentos que había presentado para apropiarse de la identidad de Hyukjae, todo aquello fue reunido, impreso y fotocopiado. Kyuhyun ordenó las pruebas cuidadosamente en una carpeta y al día siguiente se presentó en la comisaría para establecer la denuncia de usurpación de identidad. 

Si bien la usurpación de identidad era un delito menor que se castigaba con la pena de 6 meses a dos años de prisión, Kyuhyun no lo dejaría pasar por alto. Ese farsante había hecho sufrir a Donghae; había jugado con sus esperanzas e ilusiones. Seguramente estaba detrás de la jugosa suma de dinero que Donghae había ofrecido para que el verdadero Kim Hyukjae se apersone. Por todas esas razones, Kyuhyun se encargaría de que el farsante pague por su delito. 

Luego de salir de la comisaría, Kyuhyun intentó llamar a Donghae para informarle que ya estaba encaminada la detención del farsante. No era mucho consuelo, pero quizá algo de justicia le levantaría el ánimo a su cliente. Sin embargo, ni siquiera pudo comunicarle las novedades porque la llamada fue directo al buzón de voz. 

Al principio no le extrañó. Luego de la desastrosa cita con el farsante, Donghae olvidó su billetera en la cafetería en la que se habían encontrado. Kyuhyun lo llamó en reiteradas oportunidades para devolvérsela, siendo ignorado todas las veces. Asumió que Donghae estaba molesto con él por decir que quizá Kim Hyukjae esté muerto. Aunque no era algo seguro, era lo más probable por las circunstancias de su desaparición, pero a Donghae no le gustaba escuchar eso. Era algo que lo alteraba de sobre manera hasta el punto de negarlo a toda costa y aislarse para alejarse de quienes lo aseguraban. 

Kyuhyun comprendía su reacción. Ya la había presenciado en ocasiones anteriores y sabía que una vez que Donghae enfríe la cabeza, él mismo retomaría la comunicación. Sin embargo, esta vez había algo un tanto preocupante respecto al día anterior. Antes, se escuchaba el tono de llamada entrante previo a ser desviada al buzón de voz. En esta ocasión la llamada no entraba e iba directo al buzón, como si el teléfono celular estuviera apagado. Le llamó la atención.

Al llegar a su departamento, Kyuhyun intentó comunicarse con Donghae nuevamente. La llamada fue directo al buzón otra vez. La inquietud creció en él.

Kyuhyun no estaba acostumbrado a quedarse con las dudas, por lo que tomó sus llaves y salió de nuevo. El departamento de Donghae quedaba a veinte minutos de distancia en auto. No tardaría en llegar allí y asegurarse que todo estaba bien. Sin embargo, al llegar al complejo de edificios lujosos donde vivía su cliente, tocó numerosas veces el timbre, pero Donghae no contestó. 


—¿Le habrá pasado algo? —se preguntó a sí mismo preocupado.


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—¡Me duele todo! —gritó Donghae en cuento lo pusieron de pie.


Estaba esa otra enfermera rubia que sostenía la silla de ruedas mientras el médico Eunhyuk lo tenía envuelto con sus brazos por el torso y lo mantenía parado. Donghae no podía guardar para sí mismo las quejas de dolor. Sentía toda la pierna latiendo con fuerza, el músculo de su muslo apretado como si fuera a reventar mientras que el resto de su cuerpo crujía por el movimiento. 

El hijo de la empresariaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt