Capítulo 12

227 45 9
                                    


Eunhyuk colgó el telefono con una enorme sonrisa. La ambulancia de traslado estaba confirmada y en camino. Casi quería girar sobre su pie y saltar de alegría, pero aun le quedaba una cosa más por hacer antes del traslado. 

Era ahora o nunca. Eunhyuk caminó decidido hacia la habitación del señor Lee, rogando internamente que éste se encuentre aun dormido.

Una vez fuera de la habitación, tocó la puerta suavemente, tratando de no hacer mucho ruido. A los pocos segundos el señor Cho le abrió y Eunhyuk se asomó lo estrictamente necesario para comprobar el estado de Donghae. Sonrió inevitablemente. ¡El señor Lee continuaba dormido! Ésta parecía ser su racha de buena suerte. Después de tantos malos momentos padecidos, al fin las cosas le estaban saliendo bien.


—¿Podemos hablar un minuto afuera? —le consultó al señor Cho en voz baja, temiendo hacer mucho ruido.


El señor Cho asintió siguiéndolo hacia el pasillo. En cuanto él cerró la puerta, Eunhyuk se mentalizó para encarar lo que iba a hacer.  


—Estuve gestionando la derivación para el señor Lee. Lo aceptaron en un sanatorio de renombre y ya enviaron la ambulancia para el traslado.


Eunhyuk le comunicó las buenas noticias conteniendo el alivio y la alegría que sentía de por fin derivarlo, ya que quizá no fuera de agrado para el amigo de Donghae presenciar el gusto que le daba ya no tener que tratar con él. 

El señor Cho asintió comprendiendo la situación. Eunhyuk le informó la dirección del sanatorio y le devolvió la identificación y la credencial del señor Lee.


 —¿Tardarán mucho en llegar? —preguntó el señor Cho.

—No, no creo que tarden más de media hora. El sanatorio no queda muy lejos —aseguró Eunhyuk poniendo las manos en los bolsillos de su guardapolvos. 


Fuera de la vista del señor Cho, Eunhyuk apretó los puños, concentrando ahí los nervios que comenzaban a surgir. El señor Cho parecía muy perceptivo a las mentiras. Eunhyuk había notado sus miradas inquisidoras. Este sujeto no era de aquellos que se tragaban los cuentos fácilmente. Por lo tanto, Eunhyuk debía esforzarse para no dejarse en evidencia. 


—Pero antes de que la ambulancia llegue, necesito que me proporcione un dato más —agregó serio.  

—Sí, claro. ¿Qué necesita saber? 


El señor Cho lucía comprensivo y predispuesto a brindar la infomación. Eunhyuk rogaba internamente para que la buena voluntad que manifestaba, lo ayude a lograr su cometido. Si el señor Lee escuchara esto, se opondría de inmediato. Por lo tanto, éste era el momento adecuado. Eunhyuk debía aprovechar el estado dormido de Donghae para sacar ventaja de la situación. Odiaba ir contra la voluntad de un paciente, pero no tenía más remedio. Él tenía que hacerlo.


—Necesito que me brinde el número de teléfono de un familiar del señor Lee. 


La expresión del señor Cho se congeló en cuanto escuchó la información que necesitaba saber. Eunhyuk sabía que esto costaría un poco. No se equivocó al ver que con los pasos de los segundos, el señor Cho adoptaba una actitud recelosa y desconfiada.

El hijo de la empresariaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin