Capítulo 14

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Eunhyuk despertó en la cama, escuchando el molesto sonido del timbre de su celular. Bostezó largamente, lamentándose el haber olvidado apagarlo. No sabía qué hora era, pero a juzgar por la luz intensa que se filtraba a través de las cortinas de la ventana, parecía ser de tarde. Gimió frustrado. Sentía los ojos irritados y el cuerpo cansado también. Él quería dormir hasta el siguiente día. Sin embargo, el sonido de su celular no cesaba. Perezosamente, Eunhyuk estiró el brazo por sobre la mesita de luz y lo tomó. 

La llamada insistente pertenecía a su jefe Yunho. Eunhyuk se despabiló un poco al ver que se trataba de él. Por lo general, Yunho tenía una regla estricta de no molestar en los horarios fuera de trabajo de sus residentes. Él valoraba mucho el descanso. Y Eunhyuk sabía que, si estaba siendo llamado, era porque algo de mucha importancia estaba sucediendo. 

Iba a aceptar la llamada cuando ésta finalizó. Eunhyuk había tardado mucho tiempo en contestar. La pantalla mostró la notificación de 5 llamadas perdidas y entonces se sorprendió. La sensación de que algo muy grave estaba ocurriendo no le permitió continuar con su descanso. Esta vez fue Eunhyuk quien decidió llamar a su jefe. Y al primer timbrazo, su llamada fue contestada.


—¡Eunhyuk! —la voz de Yunho se escuchaba muy aliviada. 


En el fondo escuchó que alguien pedía tomar el teléfono, pero Yunho se negó. 


—Yunho, ¿qué está sucediendo? —preguntó Eunhyuk yendo al grano. Ahora la preocupación era enorme. 

—Lamento molestarte. Sé que no te fuiste hace mucho del hospital y debes estar cansado aún...

—¿Qué sucede? —insistió Eunhyuk. 

—Es... —Yunho suspiró derrotado—. Es el director —murmuró resignado. 

—¿El director? —repitió Eunhyuk desconcertado—. ¿Y ahora qué quiere?


El único asunto que Eunhyuk tuvo con el director fue acerca de Lee Donghae, y él había sido trasladado. Eunhyuk se aseguró de hacer bien los papeleos del traslado para que no haya errores o información faltante. Había sido muy meticuloso en eso. También lo fue para cerrar la historia clínica en el hospital y hacer el resto del papeleo administrativo. Creyó que no había olvidado nada, pero quizá lo estaba llamando por algo que le había faltado hacer.


—Quiere que regreses al hospital ya —respondió su jefe.

—¿Olvidé registrar algo? —se aventuró a preguntar—. Si es por eso, puedo ir mañana a arreglarlo antes del horario laboral. 

—No, nada de eso. Es que tu paciente Lee Donghae... Él... —Eunhyuk contuvo la respiración al escuchar aquel nombre, sintiendo como los vellos de la piel se le erizaban, temiendo lo que iba a escuchar—. Él regresó al hospital.

—¡¿QUÉ?! —gritó Eunhyuk poniéndose de pie.


Por su abrupto movimiento, sus pies quedaron enredados en las sábanas y tropezó con la tela hasta estrellarse con el suelo. El celular cayó con un golpe sordo. Eunhyuk maldijo su torpeza, pero más maldijo el fin de su buena suerte.  


—¡¿Cómo que regresó al hospital?! —exclamó al recuperar su teléfono. 


El hijo de la empresariaWhere stories live. Discover now