Después de aquella noche tan íntima y llena de dulces caricias de amor, Hyunjin se encontraba abriendo los ojos por la luz del sol que entraba por la ventana y pegaba directo en su rostro «Al parecer hoy sera un hermoso día» pensó, y sin más se levantó.
Se coloco su bata de seda azul y se dirigió a la cocina. En donde se sorprendió al ver a su esposo envuelto en una bata de seda igual a la suya pero roja.
«Con razón no estaba a mi lado en la cama» pensó.
Se dirigió hacía el en silencio, abrazandolo por la espalda, con tanta calma que pudo sentir su cuerpo temblar de la sorpresa, bajo el suyo. Apoyo su rostro en el hombro del chico depositando besos allí, acariciando con suavidad y amor su cintura.
Con voz ronca, ya que estaba recien levantado dijo; -Buenos días mi bello esposo.- Liberó una risita al ver lo que estaba haciendo y siguió besando su cuello.
El pecoso menor estaba preparando brownie de chocolate, el favorito de Hwang.
Rio bajito al sentir sus brazos al rededor de su cintura y esos calidos besos, terminando por liberar una carcajada por las cosquillas que sentía.
-Amor, se suponía que te llevaría el desayuno -reprochó divertido.
-Si quieres puedo volver a la cama y fingir que sigo dormido, pequeño -le respondió con calma, tomando de la cintura a su esposo con más firmeza dandolo vuelta para mirarlo a los ojos directamente.
-Pero así ya no es lo mismo -volvió a reprochar. Dándose vuelta y mirando directamente a los ojos de Hwang.
Este sonrió y dijo; -Bueno amor-.
Se asercó a su menor aún más, quedando sus cuerpos pegados, sintiendo el calor corporal del otro y susurro a su oído; -¿Un rapidin mañanero? porfis-.
Sonaba tan tierno, y sus intenciones eran todo menos tiernas.
Felix libero una risa nerviosa por la indirecta tan directa de su esposo y respondió; -Tenia planeado un día de playa, pero tu propuesta me interesa-.
Tomo la bata de su esposo entre sus manos y comenzó a sacarsela de a poco, dejandola caer a las frías baldosas de cerámica del suelo.
Miraba el cuerpo desnudo de su pareja relamiendo su labio inferior. -Dijiste que no podría caminar el día de hoy, y al parecer no te salió tan bien -dijo por lo bajo subiendo sus pequeños dedos por los abdominales de su marido.
Hyunjin sonrió levemente con lujuria al verse sin su única prenda de ropa. Puso sus manos en la mesada de mármol, encerrando la cintura de su cónyuge. -No te dejaré sin caminar, tenemos un día de playa después-. Y sin más comenzó a besar al más bajo con algo de fervor y hambre.
Hyunjin levanto sin mucho esfuerzo a Felix, haciendo que el menor coloque sus piernas en la cintura contraria, sintiendo claramente como sus miembros se rozaban, ya que ambos estaban desnudos, haciendo que ambos soltaran pequeños jadeos por el inesperado contacto.
Hwang acariciaba y apretaba las desnudas piernas del pelinegro a su antojo mientras lo besaba, haciendo que el otro libere leves gemidos, ahogandolos con el beso.
Bajo aún más sus pálidas manos, apretando fuertemente las nalgas del cuerpo más pequeño.
Lo sento en la mesada en la cual Felix anteriormente cocinaba, miro con detenimiento al chico, quito su bata poco a poco, dejandola caer por los hombros de él haciendo que termine en la mesada.
Sonrió al ver su obra de arte de la noche anterior. -Mira como estas, todo marcado por mí, porque eres mío y solo mío-.
Felix por su parte se sentía pequeño, intimidado, estaba con sus piernas completamente abiertas con su pareja en medio de estas. Estaba en una posición vulnerable, expuesto a su esposo. Apreto entre sus cortos dedos el cabello rojo sangre de su esposo, y se dedico a recorrer su espalda con sus suaves manos. -Callate -respondió, y Hyunjin solo se rió.
