•|ℍ𝕪𝕦𝕟𝕛𝕚𝕟 𝓷𝓪𝓻𝓻𝓪|•
Hoy era un día importante para mí. Podría decirse que el día donde todo acabaría.
Estos últimos tres meses había desaparecido completamente de la vida de mis seres amados, con mi fiel y mejor amigo; Han Jisung.
Había insistido varias veces para que él regresará con los demás, que me dejará solo, que no era necesario que dejara a Minho y los demás por mi venganza.
Pero no hubo quién lo hiciera entender, siempre respondía lo mismo “No te dejaré solo. Si te vas a ir a hacer matar. Iré a morir contigo”.
Admitiré que no fue sencillo escucharlo decir eso cada vez. Pues era cierto; esto era una misión suicida, el no regresar hasta acabar con ellos.
Lo decidimos así, ya que sería más fácil para nosotros si Seo y los otros creían que estabamos muertos, y que nadie los buscaba.
Y claro, hubo muchas dificultades, desde el día uno. Sabíamos que estábamos completamente locos en desaparecer así, pero fue la única solución que vimos para que Seo no se acercara a Felix durante ese tiempo también.
Aún recuerdo lo que me dijo el día de la explosión...
-Maldito idiota... ¡Arruinaste todo! ¡Estaba más que perfecto! Y tu decidiste arruinarlo todo -se detuvo de hablar y apuntó su arma nuevamente hacía mi.
Me mataría a balazos él a mi, o yo a los dos con la explosión que podía iniciar cuando quisiera. Eso pensaba mientras me dejaba disparar nuevamente, dándo en mi pierna.
Un dolor intenso recorría todo mi cuerpo, había perdido mucha sangre, ni siquiera sabía como era posible que estuviera logrando ponerme de pié. Quizá porque no era la primera vez que llenaban mi cuerpo de agujeros de balas, me había vuelto más resistente desde la última vez.
Caminé hacía el. Y le dije; -No volverás a ver a Felix en tu miserable vida, yo te lo voy a impedir, aquí y ahora.
Esta a punto de presionar el botón, cuando reconocí una voz familiar llamandome a lo lejos.
-¡¡Hyunjin!!.
Esa voz era la de... ¡¿Han Jisung?! ¡Mierda!
Sentí como me empujaba apartándome de él, al haberme distraído. -¡Ja! Morirás aquí, y yo iré tras él otra vez, si es necesario los mataré a todos. Esta vez lo haré bien, los mataré a todos, incluso al traidor de Bang, y me quedaré con ¡Mi Felix! ¡Nadie podra evitarlo! -y detrás de esas palabras se empezó a reír, de la misma forma que siempre.
Ese tipo daba asco verdaderamente, estaba loco.
Sentí como alguien se acercaba a mí.
Entonces mi siguiente movimiento fue tirar a Jisung al pisó, sin previo aviso y cubrirlo con mi débil y herido cuerpo y detonar las bombas.
No me quedó opción, más que protejer a Jisung como pudiera mientras mataba a todo ser viviente dentro de esa horrible casa.
Sentí toda mi maldita piel arder de las quemaduras de la explosión, como quemaba mi ropa lentamente para después seguir con ella, como algunas cosas que volaban, me golpeaban, y finalmente el fuerte ruido. Un sumbido fuerte en mis oídos resonó. Con mis manos, cubrí los oidos de Han, colocando las suyas debajo de las mías, para que no saliera tan herido.
