Capítulo 71: Comienza el plan I

18 2 1
                                    

Terminó el examen y se lo entregó a la profesora. Se dirigió a la puerta para salir, pero antes le lanzó una mirada a Jackie, la cual ya lo estaba observando de forma disimulada, con los codos sobre la mesa y el bolígrafo pegado a la hoja. Ella le sonrió y él hizo lo mismo antes de irse. Se quedó fuera esperándola por un rato, hasta que salió.

—¿Cómo te fue? —preguntó ella.

—Bastante bien, a decir verdad. ¿Y a ti?

—También. La pregunta cuatro me despistó un poco, pero al final conseguí resolverla.

Marco sonrió y apuntó al patio con su cabeza.

—¿Caminamos juntos un rato? —dijo él, ofreciéndole la mano.

Ella aceptó y se la tomó mientras caminaban y seguían hablando. Desde lo que ocurrió con la maldición, Marco se sentía más cómodo teniendo muestras de afecto con Jackie. Estar cinco meses enteros lejos de ella como novio hizo que se diera cuenta de que no había que tener vergüenza de demostrar cariño por la persona a la que quería. Aprovechar el tiempo y pasarlo bien con Jackie era lo más importante. Se dijo a sí mismo que ya no sé sentiría avergonzado de que ella se acercase a él en público, ni para darle un abrazo o un beso. De ahora en más, él también iniciaría esas muestras de afecto que a Jackie tanto le gustaban, porque, aunque no lo dijese tanto como ella, a él también le gustaban.

—Por cierto, mañana mi padre se irá por la mañana. Si quieres venir al mediodía podemos comer juntos —dijo ella.

Sí, mañana era sábado. Ese fin de semana Marco y Jackie estarían juntos. Pero, más importante, tendrían la casa solo para ellos. Marco no dejaba de pensar en la interrupción que tuvieron la última vez que estuvieron juntos en su cuarto. Ese día se había quedado con ganas de continuar. Y, por lo que sabía, Jackie también. En esta ocasión, nadie los interrumpiría.

—Por mí encantado. Solo debo hacer unas cuantas cosas de casa y cuando acabe podré ir.

Jackie sonrió, encantada.

—Perfecto. Te enviaré un mensaje cuando mi padre se vaya para que puedas venir.

Marco enarcó una ceja.

—¿Jack no sabe que voy?

—Sí que lo sabe.

—Entonces ¿no quieres que lo vea?

—Sabes que no es eso. Tan solo quiero evitar los comentarios que hace mi padre cuando estas delante. A veces puede ser un poco molesto.

El chico se rio.

—Nunca me molestó. Pero no te preocupes, esperaré a que me digas algo.

Ella sonrió y le dio un beso en la mejilla.

—Eres el mejor.

—Tu sí que eres la mejor.

Aquella tarde Marco estuvo ansioso pensando en que fuese mañana. Pasar un fin de semana entero junto a Jackie parecía un sueño hecho realidad. Volver a la normalidad en sus vidas nunca se sintió tan liberador. Ya no tenían que actuar distantes, ni darles explicaciones falsas a sus amigos ni a Jack. Por fin podían ser ellos mismos.

El entrenamiento acabó y Marco se fue directo a tomar una ducha. Cuando salió, miró en su teléfono. Algún mensaje de alguno de sus amigos y de algún grupo, pero ninguno de Jackie. Decidió escribirle algo que le hiciera gracia y luego volvió a lo suyo. Aprovechó el resto de la tarde para dejar listas las cosas para el día siguiente. No tenía mucho que preparar, solo algo de comida para compartir, algunos dulces, ropa de recambio y, "lo más importante", se dijo mientras lo sujetaba: protección.

Jarco - Un amor malditoWhere stories live. Discover now