Atravesaron el portal y aparecieron junto a uno de los caminos principales de comercio del reino Butterfly. No estaban en el reino, pero desde la distancia el sol del atardecer permitía apreciar el castillo en todo su esplendor.
Se giró para ver a su padre. Este tenía una expresión entre el asombro, la incredulidad y la maravilla.
—Cariño, ¿qué es todo esto?
Cuando preguntó eso, un águila gigante paso por encima, llamando la atención del adulto.
—¿Te acuerdas de Star?
—Sí, tu amiga —respondió sin bajar la mirada—. La chica de intercambio que la familia de Marco acogió.
—Sí, ella. Pues, resulta que Star no venía de Europa. Más bien venía de aquí —dijo ella, abriendo los brazos para intentar acompañar sus palabras—, de otra dimensión.
—¿Otra dimensión? Pero eso no es posible. ¿Cómo...? —se quedó a media pregunta. Era como si no supiese por donde comenzar, siquiera.
—Ella es una princesa mágica. En este mundo tienen unas tijeras como las de Marco que te permiten ir a donde quieras —apuntó a las tijeras—. Ya sea a cualquier parte de la tierra, o a cualquier otra dimensión. —Su padre se quedó mudo—. Sé que es difícil de asimilarlo, pero es la verdad.
—Al menos podemos demostrarlo con las tijeras —dijo Marco, abriendo un portal que lo llevó a tan solo unos pocos metros de distancia. Desde el punto de vista de su padre era fácil ver como Marco entraba por un portal y salía por otro—. Si aún te resulta difícil de creerlo, podemos llevarte a cualquier parte del mundo que quieras ver: el Big Ben, la torre Eiffel, el monte Rushmore. Da igual es sitio, solo tienes que decírmelo.
—No, no —dijo su padre, levantándole la mano a Marco para que se detuviese—, no hace falta. Les creo. —Eso era lo que decía, pero, por su reacción, se le notaba que le costaba trabajo asimilar lo que le estaba contando—. Pero, no lo entiendo. ¿Por qué me cuentan esto?
Jackie tragó saliva.
—Verás, cuando desaparecí fue porque me secuestraron. Pero no fue una persona, sino un monstruo.
—¿Un monstruo?
—Sí —intervino Marco—. En Mewni existen muchos de los monstruos de cuentos de hadas, u otros que no tienen nada que ver con ellos. Existen monstruos salvajes, que son como animales, y monstruos inteligentes, con los cuales se puede hablar y negociar. Fue uno de estos últimos el que secuestró a Jackie y la trajo aquí.
La cara del adulto cambió de golpe por una de espanto.
—No, papá, estoy bien. No me hicieron nada. —Se quitó la sudadera y se levantó un poco la camiseta para mostrarle los brazos, espalda y abdomen—. ¿Ves?
Su padre la miró por un momento, luego cerró los ojos y se llevó las manos al rostro.
—¿Por qué un monstruo quiso secuestrarte, cariño? —preguntó, poco a poco apartándose las manos del rostro.
—Yo puedo explicar eso —dijo Marco—. Ludo es el monstruo que estuvo al frente de esa operación. Es un antiguo enemigo de Star, el cual nos secuestró a Jackie y a mí para utilizarnos a ambos como rehenes y obtener algo de la princesa. Una vez que lo consiguió, nos dejó en paz.
Resumido y omitiendo muchos detalles, pero a rasgos generales, eso era lo que había sucedido.
Su padre no dijo nada. Se quedó de pie: callado, pensativo.
—Papá, ¿estás bien? —Se acercó a él y apoyó una mano en su hombro.
Este se giró hacia Marco.

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Jarco - Un amor maldito
Hayran KurguDespués de que Star se fuera de la tierra, Marco queda deprimido por la inesperada y confusa partida de su amiga. Apenada por él, Jackie le ayudará a solucionar las cosas. A partir de ese momento los dos vivirán situaciones que podrán a prueba su re...