CAPÍTULO 9: Volviendo a empezar

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Autor@ de la imagen: @shioooHakatano

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Y entonces la delgada...

Delgada capa de hielo sobre el lago se rompió en miles de pedazos.

En millones de lacerantes fragmentos y el alma que habitaba sobre ella, se ha hundido en una eterna oscuridad y ha sido arrastradas por aquella gélida corriente de agua.

Por aquella...

Triste y agónica realidad.

.

.

.

Sus manos tiemblan mientras buscan y rebuscan sobre aquellos cajones. Sus ojos se hallan titilantes incapaces de enfocarse en lo que hace.

Y su mente...

Su mente es un revoltijo de emociones pesadas y desesperantes.

La ira invade su sistema un poco más cada vez que no encuentra lo que tanto busca.

Lo que tanto necesita.

—¡¡¿En dónde mierda están?!! — su voz es gruesa, violenta, amenazante.

Tiró del cajón y sacándolo del mueble blanco, lo lanzó con fuerza hacía la pared, causando que este inevitablemente se rompiera en pedazos.

La chica de uniforme verde pastel a su lado gritó despavorida, al tiempo que se cubría la cabeza como acto de reflejo.

—¡¡¿En donde carajo las escondites?!! — replicó una vez más.

Él quiere saber. Exige saber ya que el dolor en su cuerpo lo está matando.

Ya que la neblina en su mente comienza a ser más densa y asfixiante.

Jadeo pesado, adolorido, exasperante.

—¡¿Por qué no están por ningún lado?! — tiró de su cabello negro y empezó a caminar como un loco por toda la habitación.

Que importa tirar tanto de sus rizos que varios de ellos ya yacen entre sus dedos.

Qué importa que los millones de cristales sobre el piso rasguen la planta de sus pies.

Que importa cuando su sistema autónomo poco a poco colapsa.

—¡¿Dónde mierda están?! — perdió la calma y empujó hacia adelante aquel mueble arrojandolo de bruces al piso.

Jadea entrecortado.

Inquieto.

Ido.

El temblor en sus manos aumenta. La pesadez en sus piernas tiran de él con fuerza y su vista comienza a desenfocarse y enfocarse.

Se marea y su pecho se llena de un sentimiento agobiante y denso.

Se detienen. Cierra sus ojos con fuerza y tira una vez más de sus rizos cuando es incapaz de detener todas esas imágenes dentro de su cabeza.

De parar...

Todos esos intermitentes recuerdos de su mente.

Risas. Gritos. Súplicas. Y llantos. Risas. Gritos. Súplicas. Y llantos. Risas. Gritos. Súplicas. Y llantos. Risas. Gritos. Súplicas. Y llantos.

Una y otra y otra vez.

Y entonces todo eso se acumula en su corazón haciéndolo tambalearse y tener una inmensas ganas de vomitar.

Desconocido [MiTake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora