Capítulo 33

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Luego de que Yu Mei desapareciera, Xiao XingChen gritó de la rabia. No podía creer lo que aquella mujer había dicho.

¿Xue Yang no los necesitaba? Se negaba a creer eso, y no lo aceptaba. Haría lo que estuviera a su alcance para traer a Xue Yang a dónde pertenece. No importaban las consecuencias.









Las cosas en Qinghe Nie estaban tensas, nadie se había atrevido a omitir palabra alguna cuando su líder, castigo de una manera humillante a su esposo.

Era la primera vez que veían a Nie HuaiSang así, siendo casi un calco de su hermano mayor, Nie MingJue. Sobre todo, cuando sus palabras fueron estás.

Espero que con esto, entiendas la gravedad del asunto, ZiChen.

Desde entonces, no había salido de su habitación, preocupado y molesto por las consecuencias que provocó su esposo. Frustrado y necesitando de su hermano para que lo ayudara.

HuaiSang se sentía impotente y arrepentido, pero no podía perder una alianza con GusuLan. Quizás, en el momento del enfrentamiento, se mostró indiferente, sin embargo, él entendió la situación.

Fue difícil hacer pasar a su esposo por esa humillación, pero esperaba que se diera cuenta y entendiera que su ceguera al pasado, solo traería problemas para ellos.

No obstante, si Song ZiChen no llegaba a entender con esto, entonces, haría que lo entendiera por las malas.

Él era Nie HuaiSang, el actual líder de Qinghe Nie y no iba a dejar que su secta caiga.

—Preparen todo —ordenó saliendo de su habitación—, llevenle comida a mí esposo y díganle que estaré fuera unos días.

—Así será, líder de secta.

Con todo indicando, HuaiSang caminó decidido.

Era momento de hacer una pequeña visita al pasado de Song Lan.







En Gusu las cosas habían mejorado un poco. Aún habían bromas hacia los juniors, pero se sentía todo normal.

Sin embargo, JingYi no podía con sus sentimientos hacia Xue Yang, y no sabía cómo hablarlo con Wei WuXian sin que sonara raro o enfermo.

Había tomado un poco de distancia con el menor, lo que facilitó el acercamiento de los demás. Quienes en un momento de desesperación, gritaron a los cuatro vientos como se sentían, mientras imploraban el perdón de JingYi de una manera algo humillante.

El mencionado, y culpable de esa situación, no sabía que hacer. Sin embargo, les sonrió a esos tres y los perdonó.

Los tres adolescentes, habían envuelto a JingYi en un fuerte abrazo que era observado por un dolido y molesto Lan Yang. Quién no entendió, en su momento, el alejamiento de su mayor; hasta que logró entenderlo ahora.

Su Yi-ge, había perdonado a esos tres y ya no lo necesitaba. Por lo tanto, dió media vuelta, y caminó con lágrimas en los ojos hasta el JingShi. Notó que las cosas iban a cambiar a partir de ahora.

Cuando llegó al JingShi suspiró aliviado, se secó las lágrimas mejor que pudo y entró.
Dentro se encontraban WangJi, WuXian, XiChen y Jiang Cheng. Cuando sintieron la presencia del menor, lo saludaron, pero al notar sus ojos hinchados, se dieron cuenta de que algo estaba mal.

—¿Qué pasó, A-Yang? —preguntó un preocupado WuXian, acercándose con rapidez al menor.

—Él los perdonó —respondió con un leve susurro.

—¿A-Yi?

—Sí —sollozó en respuesta.

—Oh, cariño, tu Xian-gege está aquí, todo va a estar bien.

Las aventuras de A-Yang, y los celosos juniors[ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora