Capitulo 19

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Cuando la conferencia termino 15 minutos después me levanté temblando, mis dedos se aferraron a la silla para no caer, di un par de pasos cuando una mano se engancho a mi muñeca y la otra se posó en mi espalda, un escalofrío me recorrió y gire a ver al castaño

Sus ojos azules bajo la sombra de la cachucha me encontraron

-Tranquila —Susurro mientras guiñaba un ojo —

Asentí mientras salíamos del salón, me sostuve de su mano porque de verdad sentia que en cualquier momento podria caerme, él me dejó en un sofá y se recargo en la pared con su mano en mi hombro

-Gracias —Me acaricie el cabello que colgaba de mi coleta —

-Esto es un desastre —Alego Yekaterina —¿Como pudo pasar algo así?

Reprochó eufórica contra Alexis que solo se mantenía sería, mire a Adrien, tenía el ceño fruncido y los ojos azules fijos en su madre, me pregunté en que estaba pensando

-Y tú —Yekaterina señaló a Adrien, lo miro de la misma forma maniática que un leopardo pone cuando está mirando a su presa. Un escalofrío me recorrió —¿Acaso estás loco?

-Yo no...

-Nada! —Su mano atacó su camisa halandolo con brusquedad hacia ella —

-Madre —Murmuro Adrien, no estaba segura si lo dijo con rencor a más como una súplica pero su madre no sedio  —

-En la casa —Gruño, fijo sus ojos en Alexis que solo miraba la situación —Hare lo posible para minimizar la polémica. Y tú —Esta vez me miró a mi —Que sepas que no será la primera ni la última vez que te van a tratar como lo hicieron por donde naciste. Asi que acostumbrate

Sin más empujó a su hijo hasta la salida

¿Que le pasaba a esta mujer?

Me acaricie los brazos

-Julieth

-Mmm

-Si quieres ya puedes irte no hay mucho más que hacer aquí

-Bien —Murmure levantandome —Adios

Salí de la habitación con un nudo en la garganta que parecía querer ahogarme con cada paso que daba, ya en el pasillo camine cabizbaja pero a paso rápido pues temia los periodistas siguieran ahí, tan sigilosa como pude me escabulli al baño rezando porque estuviera vacío. No lo estaba.

Me metí en un cubículo sin mirar a ninguna mujer a la cara, casi parecía engreída, pero la realidad fue que encantó cerré la puerta caí de rodillas sin aire

¿Como podía esto pasarme? Otra vez, caí. La cámara me vio débil, el país, el mundo. Mi familia. Todos me vieron sucumbir ante un par de palabras e insultos un... Un maldito Ruso al que odiaba me tuvo que defender por... Pesar o lo que fuera lo había hecho

Pero yo no, no fui capas de mantenerme en pie y saltar en mi defensa por el contrario me había escondido, había tartamudeando... ¿Como podía...

Un soyoso escapó de mis labios interrumpiendo mis pensamientos

Joder, no.

Que peor humillación, me había quedado sin palabras y si alguna chismosa salía a decir que ahora lloraba en un baño... Oro puro para la prensa.

Odiaba verme débil

Y desde que vine aquí desde que tenía cinco años supe que no iba a ser fácil. Había vivido el racismo en carne propia la supremacía de los blancos sobre los negros

Y ¡Demonios! Yo ni siquiera era negra

¿Como podían afrontarlo los vendedores afrodescendientes?

Era cruel. El mundo era muy cruel. ¿Como podía alguien atacar a otro humano por su color de piel? Porque no era blanca, de ojos azules y cabellos rubios o... ¿O por qué era Colombiana? Algunos ni siquiera saben dónde queda eso. Solo me ven como una especie de... Africana a la cual deben esclavizar para que les sirva. Una mulata.

Agh!

Solte un fuerte jadeo tratando de tomar aire, pero era en vano el aire entraba en mi boca pero era como si una roca le evitará llegar a mis pulmones. Me sentía atrapada con una roca en mi garganta.

Era débil y yo...

-No... —Susurre —Vamos. Respira, inhala... Exhala... Lento

1... 2... 3.... Suelta.... 1.... 2... 3... Respira

-Eso es —Me repetí a mi misma entre jadeos —Respiras por la nariz y sueltas por la boca... Tranquila... Eso es... Vamos

Volví a respirar

Pegue mi espalda a la pared y me abrace a mi misma con el sonido de mi respiración de fondo. Cuando los soyosos intentaron volver los reprimi, mi cara estaba húmeda por las lágrimas pero mi piel estaba helada y temblando

-Tan... Taran... Tan... Tan... Taran —Tararea la melodía de Iris. La canción siempre lograba calmarme. Respire profundo y repetí la canción en mi cabeza, lo tenía idea de cuánto dure ahí. Pero al final salí

Cuando todo rastro de soyosos se extindio salí, esta vez no habia nadie, me acerque al lavabo y me heche tanta agua en la cara que mis ojos ya no se veían tan rojos e inchados. Me solte el cabello para volver a hacerme la coleta de caballo. Cuando estuve presentable salí del baño. Me dirigí a la parada de autobús, pues no tenía auto, me senté en el paradero saque mi celular y lo conecte a mis audífonos, coloque iris de Goo Goo Dolls, mientras sonaba mire los autos pasar, la gente caminar y me di cuenta lo frágil que era nuestra existencia. Lo recordaba en momentos como este, un chasquido bastaba para morir pero ahí estábamos. El autobús que iba a mi casa para justo frente a mi. Pero no lo aborde, algo no me lo permitió, tal vez el encalambramiento de mis piernas de haber estado arrodillada en el baño o mis manos que estaban aferradas al asiento y demasiado cómodas para moverse, pero seguramente fue el hecho de que no quería estar sola

Llegar a mi casa y llorar por horas en la cama mientras devoraba un tarro de chocolate con el silencio sepulcral que comenzaba a cansarme... Ir a casa no era una opción. Espere el siguiente autobús, este iba a las afueras de la ciudad. Me dejaría a dos cuadras del patinodromo, aborde a ese.

Durante el trayecto mis ojos ardían cada cinco minutos, pestañeaba todo lo que podía para evitarlo, casi media hora después estaba entrando en el establecimiento. Me limpie cualquier residuo de lágrimas de los ojos y puse mi mejor sonrisa.

-Hola John! —Le sonreí al hombre —

-Julieth! —Él me devolvió la sonrisa —Terminaron antes ¿Eh?

-Si lo hicimos —Intente mantener mi sonrisa lo mejor que pude, pero el ya había visto mis ojos—Crees... ¿Crees que podrías prestarme unos patines? Por favor

Teníamos patines de repuesto por si algo sucedía en los entrenamientos...

-Claro —Asintio y se giró a buscarlos —

-¿La pista está ocupada? —Pregunte al notar el silencio incómodo. Él definitivamente había visto la entrevista—

-Los juniors deben estar terminando —Me dedico una sonrisa a la vez que me tendía los patines —Disfrutalos

-Lo haré —Tome los patines y me di la vuelta —

-Y Julieth —Gire a verlo —Sepas que si necesitas algo, lo que sea, aquí estoy...

-Gracias, John

-Entre renegados nos apoyamos —Su sonrisa logró calmarme, si alguien sabía de racismo era él —

Deje mi mochila en las gradas, la pista estaba vacía, pues el equipo Junior estaba estirando en la sala. Me coloque los patines y casi sentí que el mundo era mío, entre en el hielo, día unas vueltas lentas de calentamiento y estire los brazos. No haría nada fuerte, solo... Disfrutaría.

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