002: can you hear me?

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002: can you hear me?


Sophia trastabilló, con pies temblorosos se dejó car sobre el asfalto. La vista le falló, y la oscuridad de la noche no fue de ayuda. Sus manos fueron hasta las de su madre, observando su pesada y cada vez más lenta respiración. Pudo escuchar a su padre en la lejanía, él si había llevado su varita, pero en el momento en que había intentado sacarla aquel estallido rompió el aire. Llevándose consigo más que el silencio.

No pudo pronunciar palabra, sus ojos se llenaron de lágrimas y se sintió inútil, un tic comenzó a sacudir sus dedos. Nunca en su vida había mirado tanta sangre como la que brotaba del pecho de su madre. Sophia quiso decirle algo, quiso llamarla, pero estaba tan aterrada por su mirada vacía que no fue capaz de hacerlo.

Sintió la presencia de su padre acercarse y, cuando ni siquiera eso fue capaz de tranquilizarla, ella verdaderamente dejó de sentir su propio corazón. Esperó, deseando que él pudiera hacer algo, que él si pudiera ayudar a su madre, esperó, esperó y esperó, pero la varita de Sirius jamás conjuró nada.

Para cuando él elevó sus ojos, llevándolos del cuerpo de su madre hacia los propios, la mirada que compartieron le dijo todo lo que tenía que decirse.

Lágrimas silenciosas resbalaron sobre las mejillas de Sirius, pero no atrevió a explorar su propio dolor, no cuando su hija acababa de presenciar el asesinato de su madre. Ni siquiera él era capaz de procesarlo aún, apenas diez minutos atrás se encontraban riendo. Apenas diez minutos atrás el amor de su vida estaba vivo. Pero Sophia lo necesitaba fuerte, aunque no le quedaran fuerzas.

Algo se había roto dentro de ella, destrozando cada rincón de su cuerpo. Sintió sus extremidades como gelatina, quiso gritar, quiso correr, quiso huir, deseó regresar el tiempo, ansió desaparecer y morir junto a su madre. Sin embargo, no hizo nada. Su pecho se contrajo de tanto de dolor que ni siquiera pudo gritar, sus labios se abrieron y de ellos no salió nada, la garganta se le cerró y se sintió incapaz de respirar cuando un pitido resonó contra sus oídos.

Se aferró al cadáver de su madre. Esto no podía ser cierto. Ellos eran magos, la magia tendría que ser capaz de arreglarlo. No podían arrebatarle a su madre, eso no era justo. Su madre era buena, siempre le repetía cuanto la amaba, cuan orgullosa la hacía sentir, le preparaba sus postres favoritos, le enseñó a vestirse con estilo, era amable, era hermosa, fue la más inteligente de su generación, su madre siempre sabía qué hacer. Katherine Lupin era una jodida buena persona que no merecía morir de esta manera.

―Sophia, cachorra, ¿puedes escucharme?


𝐓𝐎𝐗𝐈𝐂; 𝐝𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐦𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲Where stories live. Discover now