Capítulo 5

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POV Nunew

Por fin era sábado en la tarde, solo faltaban diez minutos y podría ir a mi hogar. La mayoría de mis compañeros de trabajo se estaban yendo y yo no veía la hora de estar con mi hijo. Estaba juntando mis cosas cuando el intercomunicador comenzó a sonar.

—Ven, Chawarin —llamó mi jefe con una voz rara, algo andaba mal.

Fui hasta su oficina, como no contestaba del otro lado, entré igualmente. Me quedé parado en la puerta y vi a mi jefe recostado sobre su escritorio escondiendo su rostro con sus grandes manos.

—¡Señor Panich! —Exclamé sorprendido yendo hacia su lado—. ¿Qué le sucede? —pregunté preocupado.

Como un acto reflejo, llevé una de mis manos hacia su frente, estaba ardiendo de fiebre. Lo observé con más detenimiento y su rostro estaba bañado en sudor y sus mejillas sonrojadas.

—Está hirviendo en fiebre —le dije preocupado—. ¿Puede pararse? —necesitaba sacarlo de aquí y llevarlo hasta su casa.

Él levantó su cabeza y me miró intensamente a los ojos.

—Tienes unos ojos hermosos —dijo levantando su mano.

—Tengo que llevarlo a su casa —murmuré haciendo caso omiso a su comentario—. Ayúdeme señor, no puedo hacerlo solo —pedí.

Con pasos torpes logró levantarse.

Rápidamente pasé uno de sus brazos por mis hombros y coloqué mi brazo alrededor de su cintura. Sentí miles de choques eléctricos cuando sentí su toque, pero solo lo ignoré. Fuimos haciendo pasos cortos hasta llegar al ascensor. Cuando logramos bajar, lo llevé hacia su auto, lo llevaría a su casa, aunque no sabía en donde demonios vivía. Me fijé en sus bolsillos y encontré las llaves del vehiculo. Abrí la puerta del copiloto y como pude lo subí y le puse el cinturón de seguridad, luego rodeé el auto y me subí en el lado del conductor. Agradecí internamente a James por enseñarme a conducir.

—¿Cuál es su dirección? —pregunté, pero no recibí ninguna respuesta.

¡Demonios… ¿Ahora qué haría?!

No lo pensé dos veces y tomé el camino para ir al departamento. En cada semáforo que paraba miraba a mi jefe y lo veía dormitando. Tendría que llamar a un médico cuando llegáramos a casa de mi hermano.

Una vez que llegamos apagué el motor del auto y me bajé del mismo. Llegué hasta el lado del copiloto y abrí la puerta para llevar al señor Panich.  Se pudo parar con mi ayuda pero hizo algo que me descolocó, enterró su rostro en mi cuello y comenzó a respirar en éste, causándome cosquillas. Mi cuerpo sintió otra vez esas descargas eléctricas con un estremecimiento. Luego, levantó su rostro y me miró intensamente con ese par de ojos color verde esmeralda, con un matiz cristalino debido a la fiebre.

Fue bajando su mirada hasta dejarla fija en mis labios, me estremecí.

—Eres hermoso —afirmó sin dejar de mirar mis labios.

Mis mejillas estaban rojas por sus cumplidos y mi respiración se volvió errática. Comenzó a acercar su rostro al mío y yo me quede quieto en mi lugar sin saber qué hacer.

Solo nos separan unos milímetros. ¿En verdad iba a besarme? Por inercia cerré mis ojos, cada vez sentía más cerca la respiración de Pruk

—¿Necesita algo, joven Chawarin? —La voz de Félix —el guardia de seguridad del edificio—me sobresaltó haciendo que me separara un poco de mi jefe.

¿Por dios que estuve a punto de hacer?

—Necesito que me ayudes a llevarlo al departamento, por favor —pedí y él asintió.

Solo necesito a alguien como tuWhere stories live. Discover now