Solo necesito a alguien como tu

Capítulo 6

POV Nunew

—Cariño, despierta —traté de despertar a mi dormido hijo, por decimocuarta vez.

—¿Tarea difícil? —preguntó una profunda voz a mis espaldas.

Cuando me di vuelta, un despreocupado Pruk venia hacia mi lado.

—Despertar a Tommy es una tarea casi imposible, tiene el sueño muy pesado —respondí con una sonrisa—. ¿Te sientes mejor?

—Muchísimo mejor, gracias otra vez —respondió—. ¿Me puedes dar las llaves del auto? Ya es hora que regrese a mi casa —colocó sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—¡Oh, claro! —exclamé y fui hasta el mueble para darle lo que me pidió—. Ten.

—Gracias de nuevo, déjale un saludo a Thomas de mi parte —señaló con su cabeza a dijo a mi hijo dormido profundamente.

—Claro, te acompaño a la puerta

Tomamos el ascensor y nos fuimos hacia la puerta del edificio. El automóvil estaba aparcado exactamente en el mismo lugar que lo dejé ayer.

—Nos vemos mañana, Nunew. —Comenzó a despedirse—. No tengo palabras para agradecerte, hasta luego.

Asentí con la cabeza en respuesta y, una vez que se subió al vehículo y se marchó, subí de nuevo hasta el departamento y olfateé el rico olor a café recién hecho, apenas entré.

—Buenos días, doctor Perdpiriyawong— carcajeó mi hermano saludándome.

—James… —reproché.

—No es en serio, me parece perfecto que además de ser el secretario de tu jefe seas también su niñero —volvió a decir bromista.

Puse los ojos en blanco.

—¿Qué hubieras hecho en mi lugar? —pregunté, poniendo mis brazos en forma de jarra.

—Seguramente lo mismo —contestó simplemente, luego añadió—: Ahora que me acuerdo, Net empezó siendo mi jefe y ya sabes cómo termina la situación —siguió molestándome, ahora levantando sus cejas.

—Te pones insoportable —respondí cabreado y me dirigí hasta el sillón para tratar de despertar a Tommy una vez más—. Hijo despierta, Thomas es hora de levantarse, Tommy… —lo zamarreé un poco y sus ojitos fueron abriéndose de a poco—. Buenos días, cielo —acaricié su cabello y me agaché para besar su frente.

—Hola Papito —respondió el saludo con la vocecita un poco ronca—. ¿Y Zee? —fue lo primero que preguntó.

Todo indicaba que le había caído bien, a él no le gustaba que se acerquen hombres a mí, solo Net y ahora, pareciera ser, que Pruk se había agregado a la lista.

—Ya se fue a su casa cariño, te dejó saludos. —Lo acomodé en mis brazos—. Vamos a lavarte la carita.

Lo llevé hasta el baño y nos fuimos a desayunar todos juntos como cada domingo. Para mi suerte mi hermana dejó de molestarme con el asunto de mi jefe en casa. Thomas monopolizaba toda la conversación, como sucedía en la mayoría de las veces.

—¡Zee,Zee,Zee! —Exclamó un molesto Net cruzándose de brazos—. Estoy comenzando a ponerme celoso, Tommy —concluyó mirando a su sobrino con el ceño fruncido.

—Tío Net, tú sabes que a ti te quielo mucho, muchote —respondió el aludido como explicándole algo obvio tirándole un beso en el aire.

—Mejor así —Net sonrió un poco más calmado.

A veces tenía serias dudas en identificar quien era el pequeño entre estos dos.

El resto del día pasó en su curso normal, adoraba los domingos porque era el único día que tenía para pasarlo entero junto a mi hijo. Cada vez que lo veía me agarraba la nostalgia de saber que pronto crecía.