Capítulo 4 - Imán de problemas

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 Una chica estaba trotando por un área solitaria del internado. Iba distraída. Llevaba auriculares puestos. Por ello al pasar cerca de un arbusto no se percató de que alguien la espiaba desde las sombras.

 Ella se detiene a amarrar las agujetas de sus zapatillas. En ese momento la persona tras los arbustos sale cuidadosamente para atraparla, pero se detiene al oír los pasos de otra persona que se acercaba llamando a la chica.

Perdiendo su oportunidad, el acosador se da la vuelta y se va sin ser visto.






 Hunter, Jacob y Donovan estaban reunidos holgazaneando en el viejo salón tras el cuadro de béisbol.

 —¿Así que hiciste grupo de laboratorio con la nerd esa solo para vigilarla? —pregunta Jacob a Hunter lanzando una pelota de béisbol al aire.

—Sí —responde Hunter mientras muerde una paja—. No va a abrir la boca.

Donovan interfiere.

 —A ninguno de los tres queremos que nos expulsen. Yo porque mi padre me mata si eso pasa, Jacob porque su madre no cumpla con lo de mandarlo a una escuela militar, y tú por...—Se queda callado.

Hunter se saca la paja de su boca.

 —Yo no tengo ninguna otra motivación que no sea la que ustedes ya conocen. Me daría igual, pero solo en este lugar hallaré pistas para encontrar a ese maldito de Kyle que parece que se lo tragó la tierra —se sienta, lanzando al suelo la paja que mordía—. El único que podía guiarme a él era esa gallina coreana de su ex compañero de habitación, pero también se fue. Por eso no me iré de aquí. Necesito más pistas para encontrar a ese sujeto, y por ahora este es el único sitio que me las dará —mira al suelo fríamente—. Pero les puedo asegurar que cuando halle a ese sujeto va a lamentar lo que hizo, y lo haré pagar muy caro.

Jacob y Donovan se miran. Hunter se levanta de donde estaba sentado.

 —Y tal como ya les dije, estoy seguro que esa chica no será un dolor de cabeza. Me tiene tanto miedo como todos aquí.

Donovan ríe.

 —Pobrecita. Hasta me da pena por ella. Cuando nos ve es como si fuera un corderito en medio de una manada de lobos.

Jacob también ríe.

 —Sí. Hasta es divertido. Tal vez debamos seguir intimidándola para ver hasta dónde llega su miedo.

Hunter los mira.

—Basta de tonterías, que ese no es el objetivo.

—¡Oh, vamos! Admite que sería divertido.

—Jacob tiene razón. Tal vez eso te haga falta para divertirte un poco.

Hunter se recuesta en una pared y se queda pensando.






E n la clase de historia la profesora devolvía a los alumnos los ensayos que habían entregado la clase anterior.

—Alexa Dawson —dice la mujer llamando a su alumna.

Alexa se pone de pie y va por su ensayo. Al ver su nota le reclama a la profesora.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que me puso cero?!

—Pues es lo que ganaste, ya que no hiciste nada.

—¿Cómo que no hice nada? Entregué el ensayo con la cantidad de palabras que pidió.

ENAMORADA DEL DIABLOWhere stories live. Discover now