Lía Weasley

Capítulo 85 Mamá

Las vacaciones de pascua habían llegado y Lía las decidió pasar en la madriguera, Charlie se tomó unos días libres y había aprovechado de pasar tiempo con ella, habían vuelto a tener la relacion que tenían, Molly estaba encantada de ver que por fin su hijo se llevaba bien con su hija. ella sabía lo que se sentía perder una hija, no quería que pasara por lo mismo.

—¡Estoy lista! 

—No has comido, siéntate voy a servirte el desayuno.

—No tengo hambre, son los nervios si como algo vomitaré, eso no es bueno para una presentación.

—No saldrás sin haber comido algo.

—Mamá si no tiene hambre no la obligues a... —Molly levantó la ceja y se llevó las manos a la cadera retando a su hijo a terminar la frase— Lía obedece a tu abuela y come algo.

Esta vez fue el turno de Lía de levantar una ceja mientras miraba a su papá.

—Solo come los huevos para irnos, dale— le lanzo una mirada de "por favor, mamá va a matarme si no comes"

—Solos los huevos.

(...)

Se aparecieron en un campo, había un río y a lo lejos se veía una casa, el lugar le parecía familiar.

—¿Dónde estamos? 

—¿No lo reconoces?

—Me parece familiar, ¿Donde está Barnaby?

—Debe estar cerca, vamos.

Caminaron por los terrenos acercándose a la casa, de ella salía un hombre de unos 30 años. Lía estaba algo nerviosa, se quedó un poco detrás de Charlie insegura.

—Charlie— el tono de Barnaby era serio, casi duro.

—Barnaby

—¿Tu debes ser Lía?

—Si— Lía no se despegaba de Charlie.

Escaneaba al hombre en busca de alguna señal para alejarse. Él solo la miraba con una sonrisa.

—Soy el hermano menor de tu mamá, la última vez que te vi eras una bebé, ¿recuerdas este lugar?

—No, ¿debería?

Charlie se mantenía en silencio, había visto lo distante que era con sus compañeros de trabajo cuando fue a vivir con ella, pero con sus compañeras tenía más confianza, en ese momento no lo entendía, pero ahora sabía porque le generaba desconfianza.

—Era la casa de tu madre, tu cuarto sigue igual, no he querido mover nada, puedes entrar a ver si quieres.

Miro a Charlie dudosa.

—Pudo acompañarte si quieres.

—No, estoy bien, prefiero verlo sola.

Entro a la casa y vio la sala la cual era abierta con la cocina, el recuerdo de su mamá cocinando mientras jugaba en la sala llegó a su memoria, pasó por la sala y cocina, mirando todo, como si con ello fuera capaz de volver al pasado.

Luego avanzó por el pasillo, habían dos puertas al fondo, entró a la de la derecha, era su cuarto, habían juguetes, algunos dibujos pegados en la pared, eran más rayones, estaban algunos peluches en la cama, el lugar era el típico cuarto de niños.

Pero a ella no le causaba nada, era un cuarto con juguetes y dibujos que no recordaba.

Fue al cuarto de al frente, solo tenía una cama, al frente tenía un gran mueble para la ropa, habían algunos cuadros, pero Lía solo reparó el que estaba junto a la cama, en ella salía su mamá, junto a ella, tenía a su peluche de dragón, y sonreía a la cámara.