03

916 111 55
                                    

Geto tenía día tipos de humor ahora mismo.
La felicidad de que su hermana dejara su horrible resfriado y que volviera a sus clases a salvó y por otro lado el arrepentimiento de haberla cuidado. ¿Porque?, bueno, la respuesta es simple.

Ahora él estaba enfermo.

Se sentía horrible y le dolía todo el cuerpo como si una manada de elefantes lo hubieran arrollado.
Le hubiese gustado cuidarse más pero desgraciadamente no pudo.

Ahora mismo sentía como los mocos corrían por su nariz abajo de la máscara que llevaba, sus ojos parecían cansarle y sus piernas temblaban con cada pasó que daba.
Era asqueroso ya que era una persona a la que le importaba mucho su limpieza personal y exterior a él ( culpa de su misofobia) así que ahora estaría más al pendiente de la cantidad de gente que estaría a su alrededor.

O bueno ese era plan.

Hubiera estado bien si tan solo el chico albino y extremadamente alto llegará y lo abrazara por los hombros como si se conociera de toda la vida.

Podría haber sido por la calentura de su cuerpo pero se estaba sintiendo más caliente de lo que era en realidad estaba.
Si pecho estaba palpitando a montones y eso le molestaba porque solo significaba algo.
Ya había caído ante la carita de niño mimado .

Tal vez lo que más odiaba era que había caído tan rápido que se sentía ingenuo y un tonto.
¿Quien cae tan rápido por alguien?

No había una razón por la cual tuviera ese terremoto en su corazón.
El albino era todo lo que odiaba.

1-era más atractivo que él.
2- era rico
3- parecía un mimado
4- parecía alguien con orgullo y que no le importaba lo que dijeran, él siempre sería el centro de atención
5- no respetaba su espacio personal
6- era insoportable y ruidoso.

El "¡Geto-san!" Que recibió como saludo acompañado por el abrazo por los hombros solo hicieron su ojo entrecerrar por la frustración.

Una parte en él le decía que fuera a por gojo sin razón alguna pero otra le dice que no lo haga porque sabe que saldrá lastimado.
Era una tontería que odiaba.

-porfavor déjame...- rogaba pero el albino no pudo escucharlo porque su voz estaba muy gastada y cansada que lo que el consideraba como un tono alto en si era solo un murmuró.

La gente los miraba a los dos como si fueran una exposición.
Geto odiaba las exposiciones.

Por más que aventará al albino solo lograba que este lo agarrara con más fuerza a su pecho.

La jornada de sus clases había sido extensa y muy estresante, bastante tenía con lidiar con gojo después de su día. Para variar tenía que recoger a su hermana de la escuela y aparte cocinar con lo que tenía en el refrigerador.

Geto suspiro a lo cual la curiosidad de gojo se hizo presente y lo miro fijamente con esos ojos azules penetrantes.

-ahora que me doy cuenta... Te ves muy mal

-¿gracias?- trato de hablar lo más fuerte posible lo cual probablemente había funcionado ya que el albino solo hizo un sonido con su boca.

-¿Quieres que te lleve a casa?

-no gracias... Tengo que ir a otro lado...- no sabía porque le daba razones a gojo, se sentía casi como un impulso que lo obligaba a hacerlo.

-no te preocupes aún puedo llevarte allí

-¡Estoy bien!

Ambos se quedaron en silencio tras la repentina respuesta. Por alguna extraña razón, geto se sintió terrible, su corazón dió un vuelco y sus ojos se abrieron con sorpresa.
Solo conocía a ese tipo hace cuatro días pero se sentía tan diferente tenerlo a su lado.

CUPID!!! [SATOSUGU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora