4 - Identidad

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Taehyung ve moverse los labios ajenos en una mueca y, de pronto, el omega se está acercando a él sin vacilar.

Las gotas de lluvia repiquetean sobre el plástico del paraguas y el rubio nota el semblante de preocupación que trae su portador. La humedad de su rostro le llama la atención. Cuando por fin habla, sus labios y la dulzura de su voz encienden todos sus sentidos.

– Buenas noches. – Dice el pelinegro y parece dudar un segundo antes de continuar: – ¿Por casualidad ha visto un perro corriendo por aquí? Estoy buscando a mi doberman color chocolate, huyó de casa minutos antes del apagón. – Le tiembla la voz al terminar la explicación y exhala un suspiro acongojado.

El alfa se demora en contestar, demasiado ocupado en buscarle motivos a los fuertes latidos de su corazón.

– No, lo siento, acabo de salir y no he visto nada. – El rubio señala con el pulgar la puerta tras de sí y traga duro cuando ve la desesperación en los ojos del omega.

– Gracias. Y disculpe las molestias. – El joven le ofrece una pequeña reverencia y pretende marcharse, pero los engranajes oxidados del alfa empiezan a funcionar.

– ¡Espera! – Grita a través de la lluvia y los enormes ojos oscuros se posan en el color dorado de los suyos. – Trabajo aquí las próximas doce horas, estaré atento. ¿Dices que es un doberman chocolate? ¿Es joven? ¿Tiene collar?

Taehyung intenta no sonar impaciente y, para su suerte, el azabache no parece darse cuenta.

– Sí, tiene dos años. Lleva collar rojo y una placa con su nombre y mi número de teléfono.

– Ok. Si tengo noticias te llamaré.

El aroma del omega de repente tiene un ligero toque floral que hace ilusionar al lobo alfa.

– Puedo dejarte mi número por si lo ves y no puedes retenerlo, Bam es un perro travieso e inquieto, y le teme a las tormentas.

– Oh. Sí, claro. – El rubio saca su móvil del bolsillo interno de su campera y anota los dígitos que se le indican.

– Gracias. Seguiré buscándolo. – Otra reverencia más, aún más pronunciada. Cuando se reincorpora, sus mejillas parecen levemente rosadas. – ¿Puedo saber su nombre?

Con una ligera intromisión y un ruido sordo, el suministro eléctrico regresa a todo el vecindario y ambos rostros se iluminan por las farolas de la calle que titilan hasta reestablecerse.

El omega entorna los párpados con molestia y Taehyung se sorprende cuando logra verlo con mayor claridad.

Su melena negra brillante y alborotada.

Las estrellas escondidas en sus ojos.

El atractivo lunar centrado bajo el labio inferior.

Una mordida en su cuello.

GRIS [ KTH + JJK ]Where stories live. Discover now