Capítulo. 14

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Misaki: ¿Cómo te fue Nowaki?

Nowaki: estoy muerto no pensé que fuera tan pesado, ya ni cuando estaba estudiando y adelantando un año…

Misaki: es que ya no somos tan jóvenes ya estamos viejos…

Nowaki: creo que si. Voy a dormir… por cierto, también recibiste obsequio hoy…

Misaki: Si hoy fueron estos chocolates con licor…

Nowaki: ¡que ricos se ven….!

No tenemos mucha energía entrando a casa nos dejamos caer en el sillón.
Hay días que amanecemos en el suelo, nos hemos resfriado por el cambio de clima y el horario. El cuerpo se va acostumbrando lentamente al nuevo cambio

Caímos rendidos, entre sus estudios y el trabajo de Nowaki y mi capacitación y mi trabajo nos absorben demasiado, la vida aquí es muy absorbente, todos viven más rápido y es agotador, es muy diferente de la vida en Japón.

Tengo que acostumbrarme.

Mientras camino rumbo al trabajo, roso con mucha gente que camina por las concurridas calles.

Misaki: Disculpe no me fije…

-por qué pides disculpas pequeño…

Al oír esa voz tan varonil levanté la vista, mis ojos se iluminaron y mi corazón se detuvo por un segundo…

Misaki: A-Asami…

Asami: ¿Cómo has estado?

Misaki: bi-bien y tu, ¿qué haces aquí?...

Asami: estoy por negocios, pero en la noche te veo…
Le guiño un ojo, veo como se ruboriza, me acerco a él, lo tomo por la cintura lo apego a mi cuerpo y le doy un beso rozando sus labios…

Misaki: ¡Ryuichi!, nos están viendo…

Asami: estamos en américa… no hay de qué preocuparse…

Misaki: es cierto, p-pero… eres una figura importante ¡que… van a decir…!

Asami: aquí no soy tan importante, así que no hay problema ni tan poco en nuestra casa hay problema…

Misaki: ¿Qué?...
Asami: nos vemos…

Después de decir esas palabras y darme un beso en los labios… me quede en blanco, después de reaccionar, cada quien siguió su camino… mi corazón latía rápidamente, ¿Por qué será?... pero cada vez me lo veo siento que me estoy enamorando de Ryuichi…

La noche llego Ryuichi me recogió a fuera de mi trabajo, fuimos a cenar, después estuvimos toda la noche juntos haciendo el amor en uno de los tantos hoteles de lujo de Nueva York…

Al despertar un aroma inunda mi fosa nasal, inhalo el varonil aroma que despide el cuerpo bien formado de Adama Ryuichi, ¡Mi HOMBRE!

Porque digo mi hombre, bien.

Aquel día que fue la fiesta de despedida, y tuve sexo infinito toda la noche hasta el amanecer y aun después de despertar entre sus brazos.

Nos hicimos pareja, el dolor me hizo aceptar su propuesta en ese momento de cruda realidad después de haber bebido tanto y perder el conocimiento.

El sabía que vendría a Nueva York con Nowaki por trabajo.

No sé opuso ni tan poco me impidió venir, al contrario me apoyo en mi decisión.

Solo que desde que llegué América no tuvimos contacto alguno ni por llamadas, ni mensajes, ni por correo.

Ya que el tenía mucho trabajo y yo me estoy acoplando a mi nueva vida que apenas si tengo tiempo para pensar en Ryuichi.

Aunque casi no hablamos nos entendemos bien, sobretodo en la cama.

Mi cara se ruboriza en tan solo recordar cada segundo que hemos estado juntos.

Me cubro mis rojas mejillas y corro al estación del tren.



***Gracias por leer está pequeña historia.****

COPAS.Where stories live. Discover now