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El sol comenzaba a elevarse en el horizonte nevado, tiñendo el cielo de tonos rosa y naranja, anunciando así el inicio de un nuevo día en el templo Lin Kuei.

-Gran maestro, ¿Está ahí?-
Se pudo escuchar una suave voz femenina del otro lado de la puerta de la habitación del Gran Maestro.

En una cama de madera de tamaño individual se encontraba durmiendo un hombre de cabellos negros, barba tipo candado que adornaba su rostro, de piel pálida y de complexiones corporales anchas y musculosas.
Vestía con una camiseta sin mangas color blanco y boxers grises.

Lentamente empezó a abrir sus ojos, quedándose unos momentos con su vista puesta en la pared.
Hasta que la voz que estaba detrás de la puerta de su habitación nuevamente se escuchó, dió un largo suspiro antes de sentarse en su cama y frotarse los ojos con el dorso de sus manos, para después dar un largo bostezo, estirando sus brazos en el proceso.

Kuai se levantó de su cama y se dirigió a la puerta de su habitación, abriéndola y encontrándose con su fiel alumna, Frost.

-Buenos días, Gran Maestro.-

La chica de pelo celeste y ojos azules hace una pequeña reverencia frente al de cabellos negros.

-Buenos días para ti también, Frost, ¿Necesitas algo?- Responde con su voz algo ronca ya que recién despiertó y tenía seca la garganta.

-Informandole que los Lin Kuei y yo ya estamos en la arena de combate, listos para el entrenamiento.-

-Bien, en un momento bajo.-

Frost asiente y se aleja de la habitación de Kuai.

El hombre cierra la puerta y camina al baño de su habitación, se para frente al espejo y se toma un momento para mirar su rostro.

Toma su cepillo y pasta dental, la unta en el cepillo y procede a limpiar sus dientes, después toma un trapo y lo remoja un poco con agua del grifo y acto seguido lo pasa sobre su rostro, limpiando e hidratando su piel.

Termina de hacer sus necesidades y sale del baño, procede a ir al armario, lo abre y se pone a analizar sus trajes y escoger uno para utilizar el día de hoy, al final opta por el que más utiliza, que consta de un traje color azul oscuro, guantes sin dedos, un chaleco, unos pantalones negros, botas y una faja en el cuello.
Y por supuesto una banda color azul que se pone en la cabeza, un poco por debajo de su cabello.

Después de vestirse sale de su habitación y baja las grandes escaleras del templo Lin Kuei mientras se dirigía al patio, dispuesto a reunirse con su clan.

Hasta que sintió como algo detrás suyo se aproximaba a el.

Con un movimiento rápido logro evadir unas dagas de hielo que fueron arrojadas a su dirección a toda velocidad.

-Buenos días para ti también, hermanito.-
Dijo un hombre de complexiones anchas y musculosas, de cabello largo y negro, con un peinado de cebolla sostiendolo por detrás.
Portaba el mismo uniforme que Kuai Liang, con la ligera diferencia de que este traje cubría los laterales de su cuerpo.

-Bi han..- Susurra. -¿Cómo te atreves a atacarme por la espalda? Es de cobardes esa técnica y tú claramente lo sabes.-

Regaña el de barba al mayor, acercándose a él.

-Lo dices como si realmente quisiera herirte.-

Kuai solo se limita a suspirar pesadamente.

-¿Necesitas algo?-

𝙹𝚞𝚜𝚝 𝙳𝚘 𝙸𝚝! || ꜱᴜʙ-ᴢᴇʀᴏ x ꜱᴄᴏʀᴘɪᴏɴ EN PAUSAWhere stories live. Discover now