𝙹𝚞𝚜𝚝 𝙳𝚘 𝙸𝚝! || ꜱᴜʙ-ᴢᴇʀᴏ x ꜱᴄᴏʀᴘɪᴏɴ EN PAUSA

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Eran las 4 de la mañana del día siguiente, Kuai Liang acababa de despertar, y como un día normal, se dispone a hacer unos ejercicios físicos matutinos, como lagartijas, sentadillas, abdominales, entre otras.

Después de hacer los ejercicios va al baño de su recamara, cierra la puerta y empieza a quitarse la ropa para poder tomar un baño fresco.

Sale de la ducha con una toalla envuelta por debajo de su cintura y camina hasta el lavamanos, dónde toma su cepillo y pasta dental, y posteriormente lavarse los dientes.

Ya por último hace sus necesidades y después sale del baño, dirigiendose a su armario y buscar algo que ponerse.

Después de revisar todos y cada uno de sus trajes encuentra uno que lo desconcierta un poco ya que ese no era un traje o uniforme del clan, sino unas prendas del exterior.
Era una camiseta de botones color azul marino, un pantalón de vestir color negro, junto con unas calcetas y zapatos color negro.

Al querer ver la ropa completa, cae un pedazo de papel de enmedio de ellas, Kuai recoge la nota y la lee:

"Feliz cumpleaños, helado de arandano.
Pensaba regalarte un refrigerador para que mantengas tus habilidades en combate frescas, pero mejor decidí que tuvieras el honor de tener una de mis tantas prendas de vestir.
Ahora puedes presumir que eres amigo del mismísimo Johnny Cage.
Con cariño (Tal vez no): Papi Johnny Cage"

Logra recordar que aquella ropa era un regalo de Johnny Cage por su cumpleaños de hace meses, pero que no utilizo ya que no le llamaba la atención.
Hasta ahora..

-Idiota.-

Kuai desecha la nota y pone la ropa sobre la cama, se pone unos boxers color gris, para acto seguido ponerse primero los pantalones y después la camiseta.

Pero había un problema.
Kuai no sabía cómo iba puesta aquella ropa.

El pantalón tenía el botón desabrochado, la camiseta estaba por fuera del pantalón, y unos botones estaban mal colocados.

Kuai salió de su habitación y bajo las escaleras, para ir a la habitación de Frost y asegurarse de que ya estaba lista.

El criomante se para frente a la puerta y toca un par de veces, no recibe respuesta y vuelve a tocar un par de veces.

-¿Frost?- Susurra el de pelo negro.

Sigue sin obtener respuesta, así que no le queda más opción que entrar a su habitación.

Al entrar a la habitación su mirada se dirige a un bulto que estaba debajo de unas cobijas en la cama.

Se acerca lentamente y pone su mano en el hombro visible.

-Frost.-

Dice el ninja de hielo, moviendo con suavidad a su aprendiz, tratando de despertarla.

La chica de ojos azul abre sus ojos lentamente, poniendo su mirada en los orbes azules del adulto.

-Maestro.- La chica se sienta en su cama, acomodando sus cabellos celestes desordenados, al igual que su ropa.

-¿Planeas seguir durmiendo o me vas a acompañar?- Dice el helido, mientras caminaba al interruptor de la habitación de Frost y enciende las luces.