El fin de una amistad.

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Más años transcurrieron.

Era noche de luna llena. Cuando llegó a su casa ésta estaba toda manchada con grafitis, los delincuentes todavía estaban ahí, con las manos en la masa, eran una bola de niños huérfanos que se convirtieron en malhechores; sin embargo, sonreían con descaro, incluso manchaban más.

—¿Deberíamos detenernos, chicos? — decía el líder, su objetivo era provocar a Bai WuXiang.

—¿Por qué? El viejo no va a hacernos nada, incluso si incendiamos su casa.

Bai WuXiang se erizó de piel.

—¡Largo de aquí, pedazos de mierda! ¡Voy a matarlos si vuelvo a verlos!

El grupo de niños se fue corriendo, carcajeándose y arrojando improperios en voz alta. Bai WuXiang estaba muy enojado y al mismo tiempo tenía miedo.

—Esos malditos serían capaces de quemar mi casa mientras duermo— pensaba con terror.

Sí, el acoso era tan grande que le daba miedo que un día pasara a agresión física. Así había sido su vida estos últimos años, nadie en el pueblo lo respetaba. Al principio fueron insultos y marginación, después pasó a daños a la propiedad, tuvo que reparar su casa en más de una vez. Ya se estaba hartando. Nadie debería fastidiar a un tigre manso porque podían despertar su instinto salvaje.

Bai WuXiang de la máscara ensangrentada ve la situación y comprende que su salida de WuYong es inminente.

—Es hora de que abandones tu pueblo, mi buen amigo. El pago por su trabajo de supervisor será suficiente para que se largue.

Bai WuXiang del oeste no quería irse a dormir, estaba alerta, así no podría recibir el consejo de su otro yo. Justo cayó una piedra por el techo, destrozó la madera y cayó en su sala, afuera se oyeron las risotadas. Bai WuXiang salió hecho un tigre en llamas, con un pesado garrote en las manos.

—¡Se los advertí, voy a matarlos!

Bai WuXiang de la máscara ensangrentada casi se infarta.

—¡Se supone que debía evitar que se convirtiera en un criminal! Oh no, no me di cuenta, estuvo aguantando todas esas ofensas y ahora está al límite...Si llega a cometer una imprudencia su vida podría acabar en tragedia.

No puede comunicarse con él en sueños, tampoco puede aparecerse para detenerlo y decirle qué hacer. No puede hacer nada...

Bai WuXiang va persiguiendo a los maleantes, de pronto ve a un alguacil. Poner queja con las autoridades era de débiles; no obstante...

—¡Alguacil, esos de allá quieren incendiar mi casa!

Bai WuXiang de máscara ensangrentada da un gran suspiro de alivio, a pesar de que es un fantasma.

—Buen chico, has aprendido bien, no te ensucies las manos por ningún motivo.

Las enseñanzas del Bai WuXiang de sus sueños han calado en forma positiva en el Bai WuXiang del oeste.

El alguacil estaba todo agitado y respondió de la misma manera:

—¡Ahora no tenemos tiempo, hombre! ¡Acaban de asaltar el banco!

Bai WuXiang se desmoronó, ¡el colmo!, ¡su dinero estaba guardado en el banco! Prefirió no molestar a las autoridades para que recuperaran el dinero, que era más urgente, en tanto él buscaría a sus acosadores y les daría su merecido.

—¡Necesito el dinero, así que no voy a matarlos, sólo voy a asustarlos un poco!

Pensaba golpearlos hasta hacerlos arrastrarse por misericordia. Dio con ellos a las afueras del pueblo, en un terreno desnivelado y rocoso. Allí se llevó la sorpresa más sorpresa de su vida, la revelación más reveladora del destino universal.

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Where stories live. Discover now