¡Siete historias en una!
Mundos alternos de mis historias BaiLian/JunLian, ¡ahora con finales felices!
Después de morir Bai WuXiang es capturado por los espíritus de su pasado y descubre la existencia de una dimensión desde la cual puede intervenir...
El plato fuerte terminó y los tres estaban algo llenos, rebajando el festín con una copa de champagne.
—Espero no estén llenos porque todavía falta el postre, sería de muy mala educación desperdiciarlo— expresó el joven del parche, que comió más que los otros debido al enojo.
Xie Lian sólo se puso a reír para suavizar el impacto de tal amenaza...o quizá porque ya estaba ebrio. Mientras que Bai WuXiang se estaba hartando del humor de Hua Cheng, aunque no lo culpaba, él sería menos amable si alguien tocara a su pareja. Por otra parte, Xie Lian confesó que este sujeto había sido su único amigo, ¿será posible que se haya casado con él porque no tenía más opciones? Además, ¿por qué rayos Xie Lian no tenía amigos? Es un tipo agradable... ¿o no lo era entonces?
—Gege, ¿por qué no le muestras las fotografías de nuestra boda? Yo iré por el postre— se levantó pesado y se fue a la cocina.
Xie Lian y su invitado se miraron.
—No quieres verlas, ¿verdad?
Bai WuXiang sonrió con cierta dificultad.
—En realidad sí, me gustaría verlas.
Xie Lian se asombró, luego sonrió.
—De acuerdo, espérame.
Bai WuXiang se quedó solo, Hua Cheng fue el primero en regresar, traía una tarta mediana. Una tarta de masa de nuez molida crocante, pasta base de melocotón aderezada con especias y licor, decorada con crema de vainilla, las rosetas de crema terminaban en suaves puntas de crema, y para decorar había un melocotón troceado justo en medio, la mitad de la fruta.
—¿Nos hace el honor? — Hua Cheng le ofreció el cuchillo sin una pizca de hostilidad o mal humor.
—¿No vamos a esperar a Xie Lian?
Hua Cheng se acababa de dar cuenta que, cada vez que Bai WuXiang se dirigía a él, no lo miraba.
—Cuando regrese encontrará su postre servido.
"Deja de poner excusas y hazlo" sólo le faltó decir eso.
Se puso en pie, tomó el cuchillo y observó la tarta nevada. Meditó y hundió la larga hoja en la crema, dibujó una "Y" y sacó tres pedazos. Xie Lian llegó a tiempo para ver cómo partió el melocotón justo por la mitad.
—¡Ah, tarta de melocotones con crema, es mi favorita!
Corrió lo que le faltaba, puso las placas de fotografía a un lado y devoró su parte.
—¡La crema es lo que más me gusta! — se relamió la crema de los labios.
Bai WuXiang probó esa extraña fruta y su visión se llenó de colores.
—Buenísimo. Esta fruta es deliciosa, combinada con la crema...Asombroso, sencillamente asombroso. Ni aunque la comiera todos los días me cansaría de este postre.
Hua Cheng se sintió un tanto halagado.
—Lo que más me gusta es la costra crocante, la hice a partir de una idea de Gege.
—Oh sí, yo le dije que triturara las nueces y se las añadiera a la harina, pero San Lang hizo una costra totalmente hecha de nueces trituradas con galletas.
Como era de esperarse, Bai WuXiang se la comió con las manos, no perdía la oportunidad de embadurnar el melocotón troceado con la crema y se relamía los labios. Hua Cheng se dio cuenta de que Xie Lian hacía igual, por supuesto era casualidad, de las casualidades que causan molestia. Talvez sí eran demasiado parecidos...
—Oh, aquí están las placas— Hua Cheng las tomó y se las mostró al intruso, ¡es decir!, al invitado.
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