Hermanos Rhee

1. Irme

No recuerdo mucho de mi vida en Corea del Sur, tenía cuatro años cuando mis padres decidieron qué nos iríamos a Estados Unidos, a Michigan.

A los tres años de habernos instalado en nuestro nuevo hogar nació mi hermano, Glenn, unos años después las gemelas qué ahora tiene dieciséis.

Papá murió de cáncer de colon cuando yo tenía catorce, Glenn tenía seis y las gemelas estaban por cumplir un año.

Desde entonces mamá se hizo cargo de todos los gastos de la casa y yo la ayudaba a cuidar de mis hermanos.

Desde la muerte de papá me propuse volverme doctora, tenía diecisiete cuando entre a la facultad de medicina en Yale, tuve que mudarme a New Haven en el estado de Connecticut.

Luego de terminar la universidad me vi con la oportunidad de hacer mi internado en Chicago en el hospital Chicago Med.

Los años pasan y conozco a uno de los cirujanos con los que tuve muchos encuentros tanto laborales como personales, Connor Rhodes

Terminamos formalizando las cosas y me mude a su departamento, pasaron cuatro años, soy residente en la sala de urgencias, y aun seguimos en una relación.

Solo que ahora soy su prometida embarazada de siete meses.

Mamá se volvió loca al igual que las gemelas cuando les di la noticia, Glenn vive en Atlanta porque quería saber que se siente ser independiente.

También le conte la noticia, claro que como es mi único hermano se sintió algo celoso, pero se alegro mucho.

Aunque no todo está bien, desde hace un tiempo he notado a Connor muy distante y cortante. Es obvio lo que pasa porque no soy ciega, he visto que se ha vuelto muy cercano a Ava Bekker otra cirujana y son compañeros en el mismo equipo.

Desde hace una semana a estado todo muy tenso, porque el padre de Connor ingreso por problema cardíaco.

No es un señor que sea de mi agrado, pero me da mi lugar y respeta como doctora y también como madre de su nieto.

Hace dos días falleció y se reveló qué fue por una gran cantidad de insulina y no era diabetico, Connor esta furioso y necesita averiguar quien se la administro en el hospital.

Yo digo que es remordimiento por lo que quiere saber la verdad porque lo culpo toda su vida por tener una infancia miserable porque nunca estaba y su madre era depresiva, aunque en realidad su padre siempre intento hacerle las mejores fiestas y que no se sintiera mal por lo que sucedía con su madre aunque no se daba cuenta.

Hanna: Todo está complicado aquí, Glenn —cierro mi casillero —. Necesito despejarme.

Glenn: ¿Por qué no vienes a Atlanta? —estamos hablando por teléfono.

Hanna: No quiero ser una molestia para ti.

Glenn: No lo eres y necesito limpiar, será una buena excusa —reí —. ¿Le has dicho a Connor?

Hanna: Ni siquiera hemos hablado —suspiró —. Esta preocupado por lo de su padre.

Glenn: Lo entiendo, siempre culpo a su padre de la muerte de su madre y ahora entiendo que nunca tuvo que ver en eso —hice una mueca —. Y respecto a…

Hanna: No lo he enfrentado aun y quizás ni quiera hacerlo —aclaro —. Una parte de mi aun confía qué no hay nada entre ellos.

Glenn: Hanna, prefiero que seas madre soltera a que seas una mujer miserable en una relación de engaños —sonrió triste —. Solo piénsalo bien y piensa en mi propuesta de venirte.

Hanna: Lo haré —le aseguro —. Te quiero, hermano.

Glenn: Igual te quiero —cuelgo la llamada.

Miró hacia la puerta cuando la abren tan de prisa qué me asustaron, es Maggie la enfermera jefa.