Érase Una Vez, La Historia Que Nunca Fue

CAPITULO 3

CAPITULO 3
✨DARIEN✨

Observé como Melissa se probaba un vestido, seguido de otro y de otro. Ninguno lograba convencerla, y a pesar de que pedía mi opinión, mi mente estaba en otra persona.
Ella seguía siendo hermosa, siempre fue y será hermosa.
Me convencí a mi mismo a no abrazarla. Pasé años deteniendo mis impulsos, pero solo mi estupidez fue felicitarla por su boda.

Sé iba a casar. Se casaría. Viviría el sueño que siempre deseo, pero dentro de mi aún dolía que no se casara conmigo.

Pero ¿Que estupidez estoy diciendo?
No debería pensar en Serena, ella ya rehízo su vida. Ella ya es feliz, aún que a mi aún me cuesta encontrar mi felicidad.

—No estás ayudando en nada —habló Melissa rompiendo mis pensamientos—. ¿Es aburrido estar aquí?

Negué.

—No, lo siento.

Suspiré, tomó la falda del vestido y se sentó a mi lado.

—¿Que té ocurre? ¿Te he visto pensativo desde que viste a esa mujer? ¿La conoces?

Me quedé callado. Melissa esa la hija de mi jefe, mi mejor amiga, y yo solo estoy aquí porque ella me necesitaba. No era un experto en saber de vestidos de novias pero había aceptado venir con ella para evitar al idiota de su prometido. Aún que odiaba que las mujeres de aquí pensaran que yo soy su prometido.

—Ella es... Es alguien de mi pasado —respondí bebiendo del Champán que me habían ofrecido—. No la habías visto en años.

—¿Fue alguien especial?

De nuevo el silencio me consumió dejándole en claro la respuesta a Melissa.

—Oh, si que lo fue —continuó con una sonrisita que eliminó al darse cuenta de la situación—. Oh, oh, oh. ¿Fue tu ex novia? Por eso estás decaído. Ella se casará. ¿La amaste mucho? ¿Te dolió?

Claro que me dolía verla después de todo lo que pasamos juntos.
Ella era el amor de mi vida. La mujer que me robó el corazón por completo, y la que aún lo tiene.

Después de años e intenta volver a construirme, a reiniciar mi vida pero nunca lo logré. Las mujeres con las que salía nunca fueron nada serio, quería enamorarme pero mi corazón estaba bloqueado.
Mi cuerpo, alma y corazón deseaban a Serena, solo a ella y nadie más.

Pero en este lugar y momento no era el indicado para hablar sobre mi pasado, así que miré a Melissa y le sonreí.

—No estamos aquí para hablar de mi. Ve y escoje el vestido de tus sueños.

Ella me miró, me conocía y sabía que suelo retener mi pasado para no causar dolor, así que ella solo me sonrió y continuó escogiendo su vestido de novia.

Hace años deseé estar presente aquí, con la mujer que amaba, a la que iba a convertir en mi esposa pero ahora todo lo que había planeado y deseado estaba tirado a la basura.