EPÍLOGO
🌸SERENA🌸—Necesito tiempo...
Suspiré repetidas veces. Mi estómago empezó a sentirse comprimido, el calor le hizo Segunda y mis nervios tomaron el control.
—Tranquila amor, todo va estar bien.
Negué.
—No lo se, me siento... —lo Miré—. ¿Y sino me reconocen, y sino les importo? Han pasado 33 años, dudo a que entiendan quien soy yo.
Darien tomó mi rostro con ambas manos y me obligó a mirarlo.
—Tranquila. Tal vez los años hayan pasado pero el dolor siempre se queda, yo sé lo que te digo, se la verdad. —me sonrió—. Ellos no dejaron de buscarte.
Mi familia.
Mi verdadera familia.
Había crecido con una familia que no era la mía, una familia que me odiaba, le había llamado padres a quienes no lo eran, pero después de todo no me arrepiento de llamar a Serenity hermana. Ella de verdad era mi hermana, aún que no lleváramos el mismo tipo de ADN.Con la ansiedad y el estrés, empecé a jugar con el anillo en mi dedo. Había descubierto que tenía ansiedad después en despertar del coma y saber toda la verdad, de lo que me había perdido en un año completo.
Después de eso, dejé que todo tomara su marcha con lentitud, le abrí mi corazón a Darien, y de nueva cuenta empezamos una segunda oportunidad. Me di cuenta que nuestra historia no iba a tener un final triste, ambos necesitábamos nuestro final feliz después de tanto drama en nuestra historia.—Puedes tomarte tu tiempo —me consoló Darien apretando mi mano—. Esperaremos.
Y le agradecía la forma amable y tranquila.
Conocer a tu verdadera familia era extraño y a la vez muy nervioso.
¿De verdad podían aceptarme? Hace más de 30 años que unos monstruos les quitaron a su pequeña niña. ¿Formaría parte de un familia después de estos años?
Podía haberme dado igual, continuar con mi vida sin saber quiénes eran mis padres realmente pero la curiosidad y las ganas de saber cómo eran mi verdadera familia, al final terminé queriendo conocerlos. Darien junto con un investigador y su jefe Félix, nos ayudaron en buscarlos, después de un par de meses de búsqueda habían dado con el resultado, y al final estábamos aquí.
En frente de una casa pintoresca, tenían un jardín precioso con flores y plantas de diferentes colores, al parecer les gustaba la jardinería.—Bien, creo que estoy lista.
No dejé que Darien me respondiera, inmediatamente salí del auto y volví a soltar un enorme suspiro.
Era la hora de conocer a mi familia. De conocer a unos padres que pueda que me amen o no.
Ese último pensamiento me hizo tensarme pero por fortuna, una mano cálida y grande se posó en mi espalda dándome el ánimo de continuar, y pase lo que pase se que Darien estaría a mi lado apoyándome en todo momento.Un último suspiró y golpeé dos veces la puerta.
Con los nervios a flor de piel escuché pasos seguidos de una risa y después... Unos ojos azules del mismo colores que los míos, me miraron fijamente.
Creo que hubo un par de segundos que ninguno de los dos dijo nada, pues solo las miradas hablaban.—¿Quién es?
Desvié mi mirada hacia la mujer que se asomaba detrás del hombro del hombre.
Ambos tenían el cabello rubio pero se les podía ver unos mechones blancos debidos a la adultez.
Me a cobarde, quise dar un paso atrás pero Darien me lo impedio, me sostuvo de la cintura y me mantuvo firme.—Hola que tal, lamento interrumpir —habló Darien por mi—. ¿Ustedes son el señor y la señora Moon?
La pareja asintió, la mujer me miró con Completa inspección mientras que el hombre se cruzó de brazos y miró a Darien.
—¿En que podemos ayudarles?
¿Realmente no me reconocían?
Han pasado más de treinta años.
Me recordé a mi misma.—Bueno, hemos venido hablar con ustedes respecto a un tema pasado...
Dejé de concentrarme con la conversación que Darien mantenía con quien era realmente mi padre.
No me reconocía...
El corazón se me aceleró con fuerza.
No me reconocía...—¿Papá?
Todos se quedaron callados.
Mi padre frunció el ceño y me miró de nuevo.
Ese color de ojos, ese ceño fruncido.
¿Era mi padre?
Mi madre jadeo con fuerza y empujó a su esposo para tomarme del rostro e inspeccionarme fijamente.—¿Usagi?
Asentí torpemente sintiendo las lágrimas mojando mis mejillas.
—Oh por dios... No puede ser... —inmediatamente mi madre se rió en medio de lágrimas y miró a su esposo—. Es nuestra hija, nuestra niña. Por dios...
Y sin pensarlo me abrazó con fuerza.
No importaba la edad, sino la fuerza.
Me abrazó llenándo mi rostro de besos y sin dejar de repetir mi nombre más de una vez.
Toda la emoción se sentía alegre aún que notaba la confusión por parte de mi padre.Media hora después, y de una larga explicación de todo lo que llevaba de vida, de quienes fingían ser mis padres, y las trágicas partes, todo había sido revelado.
—Por dios, te hemos buscado por años —Luna, quien era el nombre de mi verdadera madre, sollozó—. Habíamos dejado la búsqueda pero algo nos decía que nuestra hija estaría con vida. Tuve la idea que donde quiera que estuvieras estarías feliz con alguien que te cuidara y amara de la misma manera que nosotros lo haríamos, pero no pensé que vivieras ese infierno.
—¿Ellos sigues en la cárcel?
Darien asintió.
—Lo están, ochenta años de carcel.
Artemis negó.
—No se me hace justo. Ochenta años no es una justicia para todas las maldades que esas personas hicieron —suspiró—. Es una completa basura.
—Lo sé, no sé podía hacer nada más. Tal vez no es por sonar malvado pero, —Darien sonrió con nerviosmo—. Tal vez una sentencia de muerte no estaría tan mal.
Artemis se rió palmeando su rodilla.
—Me gusta este chico —Nos señaló—. Son pareja ¿verdad?
—Prometidos —dijimos al mismo tiempo.
—En hora buena —Mamá se puso en pie y nos abrazó—. Es bueno que una pareja se apoye siempre en todo. Ustedes merecen ser felices después de todo lo que pasaron.
Luna y Artemis se tomaron de las manos y sonrieron justo en el momento que se escuchó una puerta abrirse seguido de un grito:
—¡Ya llegué!
—Oh, ahm —Luna me sonrió y se puso en pie—. Justo a tiempo para que se presenten.
Darien y yo nos miramos, y de igual manera nos pusimos en pie para ver a la persona que se detuvo en seco.
Era una mujer más joven que yo, su cabello era de igual manera rubia y de ojos azules, parecía tener una energía alegre porque de inmediato nos sonrió y se presentó ofreciendo su mano.—Hola, soy Mina, mucho gusto.
Tardé demasiado en aceptar su mano.
Ella era mi hermana, parecía ser mi hermana, y me dolió verla.—¿Te encuentras bien? —preguntó—. Lo lamento, no fue mi intención hacerte llorar.
—Oh no, no, —limpié mis mejillas—. Lo siento mucho.
Mamá y papá nos miraron a ambas y tuvieron que hacer la declaración. A Mina le costó entender las palabras, pues me miraba fijamente y después volvió a sonreír y abrazarme. Me permitió llorar en su hombro.
Tenía otra hermana. Una hermana.Al anochecer nos despedimos con un fuerte abrazo y promesas para volver a vernos más seguido. El contacto seguirá.
De regreso a casa lloré y lloré.
Tener de nueva una familia que está dispuesta a recuperar el tiempo perdido.
Tenía una hermana en la cual apoyarme de nuevo.
Todo era nuevo pero doloroso.Darien me abrazó permitiéndome llorar y aferrarme a él como si no hubiera un mañana.
Tenía de nuevo capítulos nuevos para mí nueva historia.

YOU ARE READING
Érase Una Vez, La Historia Que Nunca Fue
FanfictionHistoria Corta Eran una pareja enamorada pero las malas personas y decisiones los separaron. Diez años después vuelven a encontrarse, y está vez estarán decididos a resolver sus problemas o darle punto final a su historia de amor.