19 | El concierto

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Maratón 1/2 

(como os dije, me está costando mucho escribir últimamente, pero tengo muchas ganas de continuar con la historia, así que aquí va un maratón de dos caps seguidos, creo que nos lo merecemos todas jeje)

19 | EL CONCIERTO

Grace

Se me desencajó la mandíbula al escuchar el bullicio que la gente armó en el local en el que actuaban los chicos esa noche.

Resultó que Rick era el propietario de un bar algo austero y oscuro. Era subterráneo —de ahí el olor a humedad de las paredes de piedra— por lo que pasaba bastante desapercibido, pero, de igual manera, era adorado por la juventud de la zona.

Me abracé a mí misma en un intento de combatir el frío mientras Penny configuraba su cámara y hablaba al mismo tiempo con un chico que se encargaba de la iluminación del escenario que había al fondo del Tezzo's.

Maeve y Fisher lucían algo nerviosos afinando sus instrumentos mientras que Ax jugueteaba y hacía malabares con sus baquetas. Sonreí inconscientemente, viendo su capacidad por conseguir distraer al resto y, al mismo tiempo, calmándolos.

Sin embargo, los nervios seguían atacando mi estómago sin piedad.

Heath no estaba por ninguna parte.

Había intentado permanecer tranquila. Despreocupada, más bien. Estaba claro que él no tenía intención de dirigirme la palabra, y eso de cierta manera lo toleraba por la situación. Tampoco sabía exactamente cómo la dependencia y el alcohol influenciaban a una persona a ciencia cierta, pero no me hacía falta saber demasiado como para poder llegar a la conclusión de que le había afectado mucho. Solo con ver su comportamiento y su aspecto, era suficiente.

¿Mi madre habría sido igual? ¿Por eso se fue?

¿Por eso Heath apartaba a todos sus amigos de su alrededor?

Me mordí la uña, nerviosa, cuando, tras la sala donde nos encontrábamos cuya puerta daba directamente al escenario, se escuchaba ya el barullo de gente.

De mucha gente.

—Creo que me está entrando el apretón —jadeó Maeve de lo más inquieta, provocándonos una carcajada al resto.

—Preferiría que no mancharas mis platillos, son nuevos —bromeó Ax revolviéndole la melena. Ni siquiera se esforzó por peinarse con los dedos, estaba guapísima incluso con el pelo enmarañado.

Miré el móvil una y otra vez, debatiéndome si escribirle o no.

Fisher debió de leerme la mente, porque era el único que estaba igual de nervioso que yo por algo que no tenía que ver realmente con la actuación.

—Quedan cinco minutos —recordó con cierto carácter.

Penny miró hacia la puerta con una mezcla de esperanza y ansiedad.

—Vendrá.

—¿Y eso cómo lo sabes? Lleva desaparecido casi un día entero —rebatió el rubio.

—Sabe que esto es importante para la banda —dijo Ax con seguridad en sus palabras —. No nos dejaría tirados.

Fisher soltó un bufido.

—Tienes demasiada fe en alguien que se consuela con...

—Ya vale —zanjó Maeve. Me dolió verla tan afectada con la actuación en general. Durante toda la semana había invertido más horas que el resto ensayando, asegurándose de que lo haría bien. A pesar de ser una chica muy segura de sí misma, nunca la había visto tan dudosa de su talento —. Vendrá y, sino... tú te sabes las canciones —le acusó a Fish, quien le miró con expresión incrédula.

English Love Affair ©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant