، 🌱 : Capítulo 08.

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Suben las escaleras, con el deseo comiendo lentamente sus cuerpos.

Las manos de Jungkook se sumergen bajo el suéter de Jimin mientras el omega mantiene las manos sobre el cabello del alfa.

Una vez arriba, Jungkook se centra en buscar la manera de abrir la puerta de la habitación y después de que lo logra no pierde tiempo, cierra la puerta cuidadosamente y coloca a Jimin sobre la cama, sin separarse lo suficiente.

El mayor recorre el cuerpo del omega con delicadeza, apreciando cada uno de sus detalles.

El alfa besaba cada pequeño lunar que se extendía sobre el delicado cuerpo del omega, siendo hasta ahora su favorito aquel que tenía en los muslos y en la clavícula.

No había tantas palabras, solo aquellos sonidos que salían de la boca de ambos. Y en medio de todo, no sólo habían desnudado sus cuerpos, si no también sus almas.

✧✦✧

Después de tomar una ducha, Jimin se recargó sobre el pecho de Jungkook, pretendiendo dormirse, lo cual no hizo pues el alfa comenzó a hablar.

—Hanna y yo nos conocimos hace cuatro años —Jimin sabía a donde se dirigía el alfa, y era la primera vez que hablaría de ello—. Ella entró esa noche en el bar, mis amigos y yo estábamos celebrando alguna cosa estúpida, solíamos hacerlo todo el tiempo. Ella se sentó justo a mi lado en la barra, recuerdo que nos ofreció un par de bebidas y al final de la noche estábamos absolutamente ebrios, luego Hanna y yo nos encontrábamos en su departamento, los recuerdos son borrosos, recuerdo que llamé a Ahn para que me recogiera de ese lugar extraño a la mañana siguiente, creí que solo había sido cosa de una sola noche, nueve meses después Hanna apareció frente al departamento diciendo que no podía cuidar de él, así que ella simplemente dejó a Bohyun, traté de buscarla, pero ella ya tenía un alfa y estaba como... —hubo un silencio y poco después una risa sarcástica, el coraje recorría cada centímetro del alfa—. Demasiado embarazada, tomé a Bo y nos mudamos aquí.

No hubo necesidad de decir nada, Jimin abrazaba a Jungkook, sabía que no lo decía para que le tuviera lástima, lo hacía porque quería admitir lo que sentía, sin culpas y sin que el omega pensara que tenía una omega en alguna parte del mundo.

—Yo tengo algo que decirte —el menor duda en decirlo.

—Ya lo sé, lo siento aquí —toma la mano de Jimin y la coloca sobre su pecho, el omega sintiendo los latidos de su corazón.

Tan frenéticos.

Tan desesperados.

Y entonces se vuelven a besar, sin miedo.

Se quedan dormidos abrazados.

Sabiendo que estaban profundamente enamorados.

like the summer breeze › kookminWhere stories live. Discover now