05 - Bullies

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El colegio privado "Gregory C. Dunken" contaba con un amplio campus donde convivían estudiantes de preparatoria y universidad, siendo una de las más prestigiosas de México, pues sus estudiantes lograban graduarse con grandes honores y tener un salario superior al promedio. Solo aquellos que eran sobresalientes, notas impecables, hijos de famosos o personas influyentes podían estudiar ahí. Leo pudo entrar a esa universidad debido a que su abuelo tenía influencias en el colegio, por lo que había asegurado el futuro de Leo desde que este era niño. Leo si bien, no era un mal estudiante, con regularidad se sentía inferior a los demás, a pesar de que sus maestros le decían lo contrario, ya que destacaba en distintas artes, como la pintura y la escritura, destacaba en los campos de la historia universal ganando grandes reconocimientos por ello, eran un gran orador y líder nato en las actividades escolares, incluso siendo postulado como presidente del colegio estudiantil en distintas ocasiones. Pero Leo rechazó todas propuestas, pues sabía que él no era el responsable de dichos títulos, sino que se trataban de Jack, Arthur, Marco y Alejandro. Pero, ¿Y Ego?. Ego por más sorprendente que sea, se mantenía callado durante la escuela, siendo un alivio para Leo, pues tan solo observaba lo que pasaba, para luego manipular y desmoralizar a Leo en su habitación.

El gran portón de la entrada le daba la bienvenida a los estudiantes, los amplios y hermosos jardines era lo primero que veían, acompañados de una estatua de "Gregory C. Dunken", gran escritor y poeta inglés, además de ser considerado un héroe durante la primera guerra mundial al descubrir a un grupo sectario que conspiraba en París, acompañado de un tal Edward B. Wright, del quien no se sabe mucho, pero que sin embargo, el escritor Gregory le atribuye sus hazañas. Leo no usaba uniforme, pues la escuela tenía la filosofía de que cada estudiante no solo forjara sus conocimientos, sino que también forjara su personalidad y dejara huella en el mundo por quienes son, no por quienes aparentan ser.

Leo no tenía muchos amigos en el colegio, tan solo le hablaba a los hijos de los amigos de sus padres, ellos eran Jimmy, un chico de cabellos castaños oscuros peinados en forma de libro de ojos cafés, Jimmy trataba de vestir lo más elegante posible, por lo que llevaba una camisa blanca, con unos tirantes de colores que cambiaban dependiendo del día de la semana, siendo desde azules, rojos, negros, incluso morados. El siguiente conocido era Jorge, un chico de gafas bastante grandes y de cabellos oscuros, sus ojos parecían ser color miel, pero a veces parecían ser color marrón, a diferencia de Jimmy, a Jorge le gustaba vestir de manera más extravagante, solía llevar pantalones entubados de colores, siendo en su mayoria colores llamativos como rojos o verdes, además, siempre llevaba puesta una playera con algun estampado de comics, figuras minimalistas o con frases graciosas.

Si bien, Leo no los conocía bien, ellos suelen hablar con él acerca de salidas y planes de los cuales él nunca lograda recordar. Pero a él no le molestaba su compañía, al contrario, se sentía cómodo al estar con ellos, pues los consideraba personas divertidas, confiables, pero sobre todo, normales, cosa que envidiaba en lo más profundo de su ser. Mientras Leo avanzaba veía como Jimmy estaba recargado en la pared hablando con una chica que le dirigía una mirada incómoda. A juzgar por los torpes ademanes de Jimmy, podía deducir que le estaba pidiendo su teléfono, sin embargo, la chica se alejo lentamente para luego salir corriendo.

-¿Qué tal Jim?-dijo Leo saludando a lo lejos-dejaste escapar a otra más jajaja.

-Haa, hola Leo-respondió Jimmy riendo-noo claro que no, me dijo que llegaba tarde a sus clases y se tenía que retirar.

[-Si claro, ¿A quien busca engañar?jajajaja-dijo Jack riendo a carcajadas]

[-Esa damisela parecía huir con terror y desesperación, ¿Qué tantas blasfemias debió haber pronunciado este chico para asustarla de esa manera?-agregó Arthur con un tono preocupado por la chica]

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